Un intrépido detective descubre una compleja red de engaños mientras indaga en la verdad que se esconde tras el brutal asesinato de una joven agente inmobiliaria.... ReptilesCritica: Benicio del Toro parece que gravita sobre este thriller denso y grave, cocido a fuego lento y con aroma a cine de los años 90. Sus parsimoniosos movimientos, su sentido del humor, sus escrutadoras miradas, sus peculiares comentarios, todo lo que hace le confiere a su personaje un signo distintivo, se impone a todo lo demás, incluido su desarrollo narrativo, su trama. Y por supuesto al resto de personajes, que si bien también cuentan con buenas interpretaciones, carecen de verdadera singularidad. La película es sobre todo su personaje. O más bien la extraordinaria composición Benicio del Toro hace del mismo.Y lo que sin duda es un gran acierto, al mismo tiempo se convierte en una pequeña rémora, sobre todo en la primera parte de la cinta, centrada en el asesinato de una chica. No existe dramatismo ni verdadera tensión por desvelar lo sucedido, no hay dolor que lamentar por la frialdad y la rapidez con la que nos lo exponen, porque no se llega a sentir un mínimo de empatía por la víctima o sus allegados (prácticamente inexistentes), llegando incluso a dar la impresión de que para el guion no e más que un MacGuffin, que lo que le interesa es la segunda parte de la cinta, que aún siendo algo convencional argumentalmente, sí que está bien realizada y por momentos eleva la tensión y la calidad de la película, pero aún así no salva al conjunto de una cierta desigualdad.En definitiva, un thriller con muy buenas hechuras, pulcro técnicamente, que se ve con facilidad, pero que no llega a emocionar, que no remata la buena película que llevaba dentro. Eso sí, la actuación de Benicio del Toro le sube la nota y se convertirá en un ancla para que no desaparezca tan rápido como otros de nuestra memoria.... Reptiles
Tom Ripley es un joven calculador que cree que es mejor ser alguien falso que un don nadie real. La oportunidad llega en la forma de un acaudalado constructor naval estadounidense que contrata a Tom para que viaje a Italia y traiga de vuelta a su hijo playboy, Dickie. Ripley se abre camino en las vidas idílicas de Dickie y su novia, sumergiéndose en un atrevido esquema de duplicidad, mentiras y algo mas...
Para unirse a Adrien en Shanghai, Marinette va a visitar a su tío Wang, quien celebra su cumpleaños. Pero tan pronto como llega a China, ¡le roban su bolso con Tikki!, lo que no le permite convertirse en una Ladybug en secreto! Privada y sola en la gran ciudad, Marinette acepta la ayuda de una joven muy ingeniosa, Fei. Las dos chicas se harán amigas y descubrirán la existencia de una nueva joya mágica, los Prodigios, que Hawk Moth, también presente en Shanghai, ha estado buscando durante mucho tiempo... Miraculous World: Shanghái, la leyenda de Ladygragon
La relación de dos hermanos llega al límite cuando el más joven recibe la noticia de que hay una extraña herencia, lo que complica su lucha por conquistar a una joven que llega a la isla..... Blood BrothersCritica: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Blood Brothers
Para Steve Finch (Matthew Broderick), un optometrista de Massachussetts, la mejor época del año es la Navidad. Durante muchos años, ha conservado tradiciones que su mujer y sus hijos ya no pueden soportar. A pesar de ello, sigue teniendo un calendario del mes de diciembre repleto de actividades: la foto para la felicitación navideña, el ritual del árbol, los villancicos... Pero la felicidad de Steve se ve perturbada de repente por Buddy Hall (Danny DeVito), un astuto vendedor de coches que se instala en la casa de al lado.
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