En su apartamento de urbanización prototipo de Los Angeles, Sam (Andrew Garfield) anda por la vida muerto de aburrimiento. Ningún aliciente hasta ese día en que descubre a una nueva vecina sexy, deslumbrante, inquietante, misteriosa y, de repente, desaparecida. Y aún hay mayores rarezas esperando a Sam, porque por el barrio anda suelto un asesino de perros...El misterio de Silver LakeCritica: ¿Alguna vez lo has pensado, verdad? Tuviste la sensación de que esa película, ese libro, esa canción, querían hablarte expresamente a ti, cual mensaje lanzado en botella, en un idioma que olvidaste al empezar a pagar el alquiler y preocuparte por ser aquello que llaman un adulto responsable. Era algo incierto, instintivo, que no alcanzabas a comprender pero te hacía sentir “conectado” a algo más grande. Con el paso del tiempo, de los amigos, de las relaciones, de los trabajos, de las oportunidades, de las mañanas, de las quedadas programadas, te olvidaste. Pero seguiste conservando esos tesoros en tu cueva, por si alguna vez te volvías loco y te daba por partir en busca de respuestas.‘Lo que Esconde Silver Lake’ es una exploración de esa sensación tan familiar, proveniente de la angustia “millennial” al haber nacido cuando todo está inventado, junto a la indolencia vital sobre un panorama sobrecargado de estímulos autodestructivos......El misterio de Silver Lake
Ted Morgan (Seann William Scott) es un hombre deprimido que regresa a su ciudad natal para corregir ciertos errores del pasado antes de suicidarse. Antes de partir JustCritica:Extraño melodrama que ofrece momentos conseguidos en la comedia pero que en el campo del drama se queda en la parte mas superficial del lago. Cuando pretendes construir un melodrama sobre un suicida has de cargar las tintas porque si no lo único que consigues es que el espectador se quede con la sensación que es una mas de esas comedias amables que tanto gustan a los norteamericanos (o peor aun, que le estas tomando el pelo). La película no es mala (todo lo contrario) aunque la apática interpretación de Seann William Scott no ayuda demasiado a entender el conflicto interno del suicida y la directora prefiere escoger el camino de la redención a través de historias paralelas que no tienen la suficiente entidad para construir un drama. A pesar de ello hay que reconocerle a la debutante Courteney Cox honestidad y ganas de hacer las cosas bien. Pero "Just before I go" es irregular para que te quedes con la sensación de haber visto una gran película, todo es demasiado ligero y personajes como el policía (hermano del protagonista) no ayudan a que el espectador se tome en serio la película. Mi recomendación es que os acerquéis a "Just before I go" como una comedia de tono ligero que con toda seguridad os satisfará y os hará pasar un buen rato (ademas de arrancaros algunas sonrisas). JustPor una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. JustUn metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Just
El alocado hijastro de Mickey, Leon, muere en un "accidente" de construcción y Mickey rápidamente intenta olvidar esta fatalidad enterrando el cuerpo. Pero cuando un columnista local llega para husmear y descubrir la verdad, las cosas empiezan a ir de mal en peor. Mickey se encuentra atrapado en una lucha con un cuerpo inerte que no puede enterrar, una esposa que es incapaz de complacer y una deuda que nunca podrá pagar.God's Pocket El territorioCritica:Taras además delas ya reseñadas: Errores de casting ya mencionados, me refiero a Christina Hendricks, buena actriz, pero mal escogida para un rol que no le pega, me chirría, no te la crees en ese barrio, no ves a la persona racial que debería, demasiado modosita y gélida; Richard Jenkins es otro mal escogido, con una subtrama estridente con el relato, metida con calzador, como cruje su relación con la Hendricks, no hay quien se trague que en un rato este tipo calvo sátiro en poco rato se camele a la exuberante Jeanie Scarpato, recién muerto su hijo se la lleve a un descampado y se la tire, es darle mucha licencia dramática, y entre los dos una sub-historia que es una pieza forastera, que se siente metida con calzador, desvía la atención del núcleo de la vida en el barrio; La cinta se siente un esbozo de lo que pudo haber sido, buenas ideas aquí y allí, pero adoleciendo de solidez narrativa, personajes a los que se debería haber dado más cancha como el capataz de la obra Coleman Peets (excelente Glenn Fleshler), Lucien 'Old Lucy' Edwards (Arthur fred), Leon (Caleb Landry Jones), el funerario Smilin' Jack Morano, o la madre de Arthur 'Bird' Capezio, estos con potencial para habérseles dado más minutaje para desarrollar sus aparentes ricos caracteres. El territorioPhilip Seymour Hoffman da interpretación de Mickey Scarpatocon intensidad, carácter, fragilidad, un rol que borda con tristeza y aceptación, otorgándole alma y sufrimiento, notable; John Turturro como Arturo "Bird" Capezio, se queda a medias en un papel escaso y con poco jugo, desaprovechado; Caleb Landry Jones en su poco rato en pantalla despliegan enorme personalidad, marcando de autenticidad a su patético rol; Eddie Marsans esta espléndido como el funerario Smilin' Jack Moran; de Richard Jenkins y Christina Hendricks ya he hablado arriba. El territorioPuesta en escena estupenda para emitir el ambiente mugriento enrarecido, con excelente diseño de producción de Roshelle Berliner (“Asfixia”), recreando en Yonkers-Nueva York el barrio de obrero de Filadelfia, evocando pobreza, miseria, periferia, patio trasero de la gran ciudad, esto potenciado por la fotografía del también productor del film Lance Acord (“Lost in traslation”), oscura, sombría, feista, turbia, trasladándonos el patetismo de la atmósfera. El territorio
Howard Inlet (Will Smith) es un exitoso ejecutivo de publicidad de Nueva York. Su situación cambia drásticamente cuando una tragedia personal le golpea con fuerza, lo que le lleva a caer en una profunda espiral de depresión. Sus colegas más cercanos intentarán animarle y sacarle de su letargo. Para ello pondrán en marcha un plan poco convencional, para obligarle a afrontar su sufrimiento de una manera sorprendente y profundamente humana. Pero este plan traerá consigo resultados imprevistos. Collateral Beauty BellezaCritica:Will Smith vuelve con una película armada especialmente para su lucimiento y con toda la intención de alcanzar una nominación para el premio Oscar, en una película dirigida por David Frankel, quien antes dirigió la estimable ‘El diablo viste a la moda’ y la muy emotiva ‘Marley y yo’. BellezaPara ello se armó un verdadero Dream Team, con uno de los elencos más impresionantes de los últimos, que incluye a Helen Mirren, Kate Winslet, Edward Norton, Keira Knightley, Michael Peña y Naomi Harris, el resultado: una película lamentable.Will Smith interpreta a un ejecutivo exitoso, copropietario de una agencia de publicidad, todo cambia con la muerte de su pequeña hija, por lo que su mundo se derrumba y él entra en un severo estado de depresión, apenas sale a su oficina, no habla con nadie y se pasa el tiempo encerrado en su departamento.Ante una fuerte crisis a la que se enfrenta su empresa, sus colegas y compañeros de trabajo deciden armar un peculiar plan que le permita salir de su estado y así contribuya a rescatar su empresa.La película se enfrenta a diversos problemas, el principal, es excesivamente manipuladora, y lo peor, toda esa maquinaria es bastante notoria, desde el gesto siempre adusto de Will Smith, y toda la parafernalia armada por sus supuestos amigos para ayudarle, donde al final cada uno recibirá una lección de vida y la oportunidad de redimirse, siempre todo de manera muy forzada. Belleza
Burke Ryan (Interpretado por Aaron Eckhart) se ha hecho popular escribiendo libros de autoayuda en los que enseña a enfrentarse al dolor, pero es incapaz de seguir sus propios consejos. Tiene que volver a Seattle, la ciudad que abandonó al morir su mujer, para dar unas conferencias y cerrar un importante acuerdo publicitario. Allí conoce a Eloise (Interpretada por Jennifer Aniston), una florista desencantada con el amor que asiste a sus seminarios y que, poco a poco, se convierte en la única persona capaz de ayudarlo a superar sus problemas.
Los acaudalados hermanos Phil (Cumberbatch) y George Burbank (Plemons) son las dos caras de la misma moneda. Phil es elegante, genial y cruel, mientras George es impasible, quisquilloso y amable. Juntos son copropietarios de un enorme rancho en Montana. Es un lugar la rápida modernización del siglo XX se mantiene y en el que la figura de Bronco Henry, el mayor cowbow que Phil ha conocido jamás, es venerado. Cuando George se casa en secreto con una viuda del pueblo, Rose (Dunst), Phil, sorprendido y furioso, lleva a cabo una guerra sádica e implacable para destruirla por completo usando a su afeminado hijo, Peter, como peón.... El poder del perroCritica: Seguramente, la mejor película de lo que llevamos de siglo sea 'Pozos de Ambición' (2007), del maestro P.T. Anderson, una pieza de artesanía, dotada de una solemnidad extrema, que se atrevía a revertir los códigos de varios géneros, creando casi uno propio, a través de elementos técnicos novedosos, como el uso de una música experimental, retrocediendo al pasado para intensificar su inaudito e indomable carácter de modernidad, en un relato que expresa, desde el prodigio de todos los elementos que la forman como película, ese conflicto surgido en los albores de 1900 entre religión y capitalismo.Tras varios años sin llamar mucho la atención, y nunca al nivel de los 90, la realizadora Jane Campion parece haber recuperado el aliento de 'El Piano', su obra más reconocible, para renombrar aquel estilo de intimidad dramática, a través de la adaptación en solitario la novela de Thomas Savage, ambientada en un rancho de Montana en 1925, donde los hermanos Burbank, Phil y George, van a entrar en disputa cuando el segundo se enamore de una viuda de un pueblo cercano.No parece casualidad, tras contemplar la puesta en escena, y las formas tanto narrativas como visuales, que Campion asuma como referencia a Anderson, y tampoco debe serlo que tome prestado a Jonny Greenwood, guitarrista de Radiohead, y compositor habitual del realizador, para componer ese golpe de rabiosa contemporaneidad que persigue el relato, cuyo espectro tenebroso y simétrico, contempla los mismos códigos de ambición expuestos en aquel pozo.... El poder del perro
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