Koatí es una película protagonizada por tres héroes inesperados: Nachi, un coatí de espíritu libre, Xochi, una audaz mariposa monarca, y Pako, una rana hiperactiva. Juntos emprenden una aventura para evitar que Zaina, una malvada serpiente, destruya su hogar.... KoatiCritica: que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Koati
Narra la historia de Valentín, mujeriego, soltero y egoísta que sorpresivamente tiene que hacerse cargo de su pequeña hija a la que no conocía, producto de una aventura ocasional. Decidido a devolver a la niña con su madre, emprende un viaje con ella a Los Angeles, pero la experiencia de convivir con su hija lo transforma en lo más íntimo. No se aceptanCritica:Hay ocasiones en que una pequeña comedia de bajo presupuesto se convierte en el sleeper del año en Estados Unidos, y "No se aceptan devoluciones" va camino de convertirse en el de este año. Partiendo de una premisa muy sencilla: Tipo crápula que se acuesta con toda mujer que pilla y que malvive como puede en un apartamento de Acapulco, se encuentra un día en su puerta a una antigua novia y una niña inesperada. La madre se larga y él, aunque en principio trata de encontrarla para devolvérsela, acabará criándola y encargándose de ella con todas las responsabilidades que ello conlleva. No se aceptanDe hecho y analizándola un poco en profundidad se puede realizar un paralelismo con "La vida es bella" en cuánto en tanto ambas siguen el esquema: padre que monta una ficción a su hijo/a para que no se de cuenta de lo dura que es la realidad en sí. En aquella era convirtiendo en un juego el día a día en un campo de exterminio judío, y aquí convirtiendo su vida en un enorme juego, repleto de juguetes, historias fantásticas y ocasionales cortos de plastilina. No se aceptanGenial por otro lado el ejercicio metalingüístico a propósito del mundo del cine, dado que el protagonista tiene que encontrar trabajo, y lo encuentra como especialista de escenas de riesgo. De hecho hay gracias a propósito de Johnny Depp (atención a ese azteca man sospechosamente parecido a Jack Sparrow, o al actor que trata de interpretar al propio Johnny Depp realizando casi un calco del verdadero actor), de Alfonso Cuarón (atención a ese casting erróneo) y fotos con múltiples actores y directores (de Adam Sandler a Guillermo del Toro) pasando por escenas de películas, como Titanic. E incluso se atreve a bromear a propósito de Leo Messi. No se aceptan
La vida de un apacible conductor de Uber, Stu (Kumail Nanjiani), cambia repentinamente cuando se sube a su vehículo un pasajero (Dave Bautista) que resulta ser un policía que sigue la pista a un brutal asesino. Stu se ve obligado a luchar por salvar la vida, protagonizando una misión en la que nunca pidió participar, y cuyo principal objetivo tiene claro desde que descubre lo que está sucediendo: obtener las cinco estrellas de calificación en este movido viaje.
El Gato con Botas descubre que su pasión por la aventura le ha pasado factura: ha consumido ocho de sus nueve vidas, por ello emprende un viaje épico para encontrar el mítico Último Deseo y restaurar sus nueve vidas.....Gato con botas: El último deseoCritica: En un mundo lleno de arriesgadas aventuras, el Gato con Botas ha agotado ya ocho de sus vidas, con lo que sólo le queda una por vivir. Y eso le da un miedo horroroso. De modo que huyendo del Lobo Feroz decide abandonarse y esconderse de cualquier peligro en la casa de la madre Luna, un inmenso hogar para gatos. Sin embargo, por cosas del destino se enterará de la existencia de un mapa que conduce a la legendaria Estrella de los Deseos. Si consigue llegar hasta ella, podrá recuperar su número de vidas y volver a ser la leyenda que era. Le acompañará un raquítico perro que ha conocido en la casa de Luna y una vieja conocida, Kitty zarpas suaves.Formidable secuela de 'El Gato con botas', de nuevo con el gran Antonio Banderas poniéndole voz y estilo al gatuno protagonista, un personaje muy simpático que procede en origen de la saga de Shrek (algunas referencias hay al ogro verde).DreamWorks demuestra estar en plena forma y parece recuperar así laureles de antaño, de modo que Walt Disney va a tener que ponerse las pilas si quiere mantener su hegemonía en la animación. Desde luego aquí el director Joel Crawford (Los Croods: Una nueva era), da en todo el blanco con esta película de aventuras que raya a gran altura e incluso supera al film original con una trama trepidante (memorable la larga secuencia inicial) que resulta muy equilibrada en cuanto a acción, humor, personajes, tema de fondo y salero a la hora de contar las hazañas de los personajes. Como curiosidad resulta chocante la cuestión del número de vidas, pues en España siempre hemos hablado de que los gatos tienen siete vidas y aquí en cambio (como al parecer en el mundo anglosajón) se habla de nueve. En cualquier caso, la escena que narra la pérdida de esas vidas gatunas es verdaderamente graciosa.... Gato con botas: El último deseo
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