En la década de 1980, durante la presidencia de Reagan, una familia de emigrantes surcoreanos en EE.UU. decide instalarse en Arkansas, tras abandonar California. Trabajan sexando pollos, pero el sueño del padre es instalarse como granjero y cultivar verduras para mercado coreano estadounidense. La madre, sin embargo, preferiría vivir en un ciudad, cerca de un hospital, pues el hijo menor, David, está enfermo del corazón....MinariCritica: Lee Isaac Chung es un director norteamericano que debutó allá por 2007 con su película Munyurangabo, estreno en Cannes incluido. Desde entonces ha pasado bastante desapercibido incluso en los círculos más indies de la industria (sus dos siguientes películas no suman cien votos en IMDb entre las dos). Esto ha cambiado con el estreno de Minari, que le ha hecho ganar los premios tanto del jurado como del público en el festival de Sundance, hace ya casi un año. Y se puede entender, la verdad. Es una preciosidad de película.Minari es un trabajo marcadamente autobiográfico (reconocido por el director, vaya) y que tiene más de literario que de cinematográfico, o al menos es esa la sensación que me da. Su historia se desarrolla con el ritmo y el aroma de las mejores novelas. Minari es, qué duda cabe, tremendamente emotiva, pero no recurre al sentimentalismo molesto al que habría recurrido, por poner un ejemplo, un Juan Antonio Bayona. Construye poco a poco, de manera metódica y minimalista, con extrema sutileza, y los conflictos surgen de manera tremendamente orgánica gracias a un rico desarrollo de personajes, todos con perspectivas coherentes y en constante oposición. Cuando llegan los golpes emocionales, duelen y remueven. Las imágenes envuelven a la historia y la complementan en su pureza y sencillez, son cálidas y agradables, pero nunca empalagosas... Minari
Después de haber visto el futuro, el viajero del tiempo Rip Hunter tratará desesperadamente de evitarlo logrando la tarea de reunir a un dispar grupo de héroes y villanos para enfrentar una amenaza imparable, en la que no solo la seguridad del planeta está en juego sino el tiempo mismo.
Una joven secretaria, tras cometer un robo, se marcha de la ciudad y conduce durante horas, parando para descansar en un pequeño motel de carretera regentado por un joven llamado Norman. Todo parece normal y tranquilo en el apartado motel y en la casa de al lado en la que viven Norman y su madre pero, mientras está en la ducha, la joven es asesinada salvajemente a cuchilladas.
Durante una visita a la madre de su prometido, una mujer debe combatir una misteriosa y perversa maldición que intenta apoderarse de su hija.
A sus 17 años, Lucas ve cómo su adolescencia se hace pedazos en un abrir y cerrar de ojos, cuando su padre fallece repentinamente. Entre su hermano establecido en París y una madre con la que ahora vive solo, Lucas se verá obligado a luchar para reconquistar la esperanza y el amor
Cuando un rico hombre de negocios se entera del repentino compromiso de su hija con un misionero, se embarca en una búsqueda para mantenerla más cerca de casa, pero cuando sus esfuerzos fracasan, debe reconsiderar lo que significa ser un padre fuerte..... Strong Fathers, Strong DaughtersCritica: esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Strong Fathers, Strong Daughters
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