Una brillante estudiante nigeriana se enfrenta a una institución académica al denunciar a un profesor muy respetado que intentó violarla.....La citaciónCritica: claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.....La citación
Maik, un muchacho de 14 años marginado por su clase, crece en el seno de una familia rica y disfuncional en Berlín. Durante las vacaciones veraniegas, su alcohólica madre ingresa en rehabilitación mientras su padre se ausenta con su joven ayudante por un presunto viaje de negocios. Maik está solo en casa, en su piscina, hasta que un nuevo compañero de clase llamado Tschick, joven inmigrante ruso, aparece con un coche robado. Juntos se lanzan a la carretera sin plan aparente.
La mundialmente famosa Lydia Tár está a solo unos días de grabar la sinfonía que la llevará a las alturas de su ya formidable carrera. La notablemente brillante y encantadora hija adoptiva de Tár, Petra, de seis años, tiene un papel clave en la tarea. Y cuando los elementos parecen conspirar contra Lydia, la joven es un apoyo emocional importante para su madre en apuros....TÁRCritica: La música clásica está idealizada en muchas mentes, salones, clubes y escenarios. Si algunos descubrieran que Vivaldi, por ejemplo, compuso parte de Las cuatro estaciones pensando en a qué sonaría un granjero borracho y los resbalones y culetazos que se daba, que diría Jaime Altozano, o a describir una escena de caza o una siesta, quizá muchas ínfulas con este género se irían por la borda.Algo de eso pasa aquí, aunque precisamente lo más interesante de la película es la parte que puede ser considerada más melómana. El comienzo con el diálogo sobre la dirección de orquesta, así como el debate que se produce sobre si no se quiere tocar nada de un artista por sus escándalos, como en el caso de Bach, ponen sobre la palestra una temática actual que es la mar de interesante, así como los escasos ensayos a los que asistimos y las reflexiones sobre ellos. El guion aquí llega a sus máximos, así como la puesta en escena y la dirección.Desgraciadamente, la película deriva, a partir de la primera media hora, hacia los coqueteos, los celos, las tragedias, los favoritismos y el escándalo esbozado en una de las conversaciones anteriores. Y aunque Cate Blanchet lo hace fenomenal, su sola actuación no es capaz de levantar la pesadez de la narrativa a lo largo de unos extendidísimos, exagerados e innecesarios 150 minutos de metraje cargados de clichés, simbolismos y situaciones secundarias que, ciertamente, no aportan mucho a la historia. Más bien, restan.Cerca de la conclusión, Lydia escucha las palabras de un Bernstein joven que asegura que lejos del pentagrama, los tonos, las notas, la instrumentalización y demás, al final lo importante es que la música debe movernos, que algunos sentimientos como la alegría, el placer o la serenidad se pueden expresar con palabras, pero hay otros a donde las palabras no llegan... y es ahí donde la música entra...... TÁR
Un ex poli deshonrado, fresco de una condena de prisión de seis años por la tentativa de asesinato - devuelve a casa la busca de la amortización, pero termina atrapado en el lío que dejó.
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