Cuando su querido perro desaparece, un chico y sus padres lo buscan desesperadamente. Si no le dan su medicación, morirá....Perro perdidoCritica Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Perro perdido
Un niño de 12 años es el único sobreviviente de un accidente aéreo. Mientras él y los otros afectados por la tragedia tratan de comprender lo que pasó, surgen amistades inesperadas, romances y comunidades.
A raíz de la Gran Plaga y en medio de las posteriores cazas de brujas contra las mujeres, una joven viuda se enfrenta a la trágica muerte de su marido en una sociedad completamente consumida por el miedo y la muerte. Debido a que rechaza los avances de su casero, es falsamente acusada de ser una bruja y encarcelada por un crimen que no cometió. Debe soportar la persecución física a manos del cazador de brujas más despiadado de Inglaterra y enfrentarse a sus propios demonios internos mientras el mismo diablo comienza a abrirse camino en su mente..Pacto con el diabloCritica: Tengo mis peros respecto a la carrera de Neil Marshall. Siendo para mi The Descent su mejor película hasta la fecha, siempre me da la impresión que apunta pero no acierta; y aun así admiro su capacidad de transmitir la violencia y sobre todo que sea capaz de llevar adelante una locura como Doomsday.Tras la muerte de su marido Joseph, Grace debe luchar contra los elementos y la sociedad para seguir manteniendo la granja que tenían alquilada. Grace rechaza los avances sexuales del malvado terrateniente Pendleton y por ello este le acusará de brujería. ¿Podrá Grace demostrar su inocencia o caerá ante los siniestros Witchfinders?The Reckoning podría resumirse como un crossover entre Black Death de Christopher Smith y The Pit And The Pendulum de Stuart Gordon, todo mezclado con dosis de feminismo al estilo de Marshall (mujeres peleonas, en este caso con espadas); de la primera tomaría la ambientación sucia y el trasfondo de la peste mientras de la segunda encontraríamos esos interiores que se ven fantásticos, aunque den sensación de cartón piedra, y a la connivencia entre brujería e inquisición. Vaya por delante que no estoy cargando contra Neil Marshall ya que valoro positivamente las películas anteriores.Pero la sensación que no me quité durante todo el visionado es que estaba ante un Marshall contenido para el que The Reckoning es un back to basics tras el fiasco de Hellboy; ésta es una película pequeña, y mejor funciona cuanto más pequeña es. La cámara de Neil Marshall es capaz de hacernos tragar ruedas de molino del guion escrito a seis manos entre el propio director junto a Charlotte Kirk - que se reserva el papel principal - y Edward Evers-Swindell, y es que se toman demasiado tiempo para presentarnos a la protagonista cuando en el minuto quince ya se sabe por dónde van los tiros, y este es mayor pero que encontramos en The Reckoning: es (otra vez) una reivindicación de las mujeres fuertes en lucha contra un heteropatriarcado que las tortura por no conseguir trato carnal. Sé que esto ha pasado, pasa y pasará, pero los personajes masculinos son extremadamente crueles y/o estúpidos – a excepción del interés amoroso de la protagonista - como si no se hubiera intentado buscarles algo de bidimensionalidad... Pacto con el diablo
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