Kowalski (Barry Newman), que trabaja en un negocio de alquiler de vehículos, apuesta que es capaz de conducir de Colorado a San Francisco en menos de 15 horas. Por el camino se encontrará con personajes variopintos: unos intentarán competir con él; otros, directamente, impedir que lleve a cabo su hazaña.
Cuando una jóven de dieciseis años procedente de Ucrania, una madre soltera originaria de Rusia, una joven de diecisiete años de Rumanía y una jóven turista son víctimas de una red de tráfico de mujeres para la prostitución, el equipo de agentes de ICE que lucha por desenmascarar la organización que articula este horror descubre una conspiración de proporciones globales.
Sur perdió su beca porque se difundieron unos selfies suyos borracha en Internet. Sur recurre a Amin para que le ayude, un chico que trabaja en una fotocopiadora. Juntos, en la tienda, intentan descubrir la verdad sobre la noche de la fiesta hackeando el teléfono de los estudiantes....La fotocopiadoraCritica: claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... La fotocopiadora
Darby Hart, una joven detective aficionada y hacker experta en tecnología, y otras ocho personas son invitados por un multimillonario solitario a participar en un retiro en un lugar remoto y deslumbrante. Cuando uno de los otros invitados es encontrado muerto, Darby intentará demostrar que en realidad fue un asesinato, todo ello contra una marea de intereses contrapuestos y antes de que el asesino vuelva a actuar.
Kiki es una buceadora policial especializada en buceo forense y recuperación de cadáveres. Ha trabajado duro para ganarse el respeto del pequeño equipo de hombres que lidera. Cuando Kiki encuentra una mano cortada en el canal de Bruselas, conoce al inspector jefe Nick Cameyer. Al parecer, la mano fue cortada mientras su dueño estaba vivo. Nick cree que es una especie de ajuste de cuentas en el mundo de las drogas, pero Kiki, debido a sus antecedentes, tiene una visión muy diferente del caso, por lo que se ve obligada a enfrentar una profunda culpa del pasado. El suyo y el de su país.
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