Una hija, una madre y una abuela son acosadas por un tipo de demencia que está consumiendo a la familia....Relic: Herencia malditaCritica: *Miedo a envejecerDesde pequeños nos inculcan que hay que tener miedo tanto a la muerte como al envejecimiento y las secuelas que este último produce: aparición de arrugas, pérdida de memoria y autonomía, sentidos mermados, dolores físicos, soledad… Todo eso lo experimentamos por primera vez a través de nuestros abuelos, quienes también ejercen de augurio de lo que le pasará a nuestros padres y a nosotros mismos cuando llegue el momento. En torno a este terror tan cotidiano orbita la ópera prima de la realizadora australiana Natalie Erika James, Relic, una película que se vale de los mecanismos del género de terror y del fantástico para crear un inmersivo drama psicológico.*Madres e hijasEn Relic, una mujer viaja junto a su hija hasta la aislada casa de su madre, una anciana que ha tenido un comportamiento errático en los últimos meses y que ahora ha desaparecido sin dejar rastro. Las tres generaciones de mujeres vivirán una serie de fenómenos extraños que afectan particularmente a la mayor de las tres. Se cuestionan la salud mental de esta última y qué es lo mejor para ella. La película luce una cuidada ambientación lúgubre, putrefacta y opresiva. Nos sumerge en una narración que, aunque en su tramo intermedio se sustenta demasiado en sucesos paranormales y efectismos, cobra todo el sentido en el desenlace, cuando se revela la auténtica naturaleza del mal que se cierne sobre esta familia.... Relic: Herencia maldita
Lee Hayden (Sam Elliott) es un actor de doblaje retirado e ícono del Western, pero sus mejores días y actuaciones han quedado atrás. Lee vive recordando sus años de gloria y fumando marihuana hasta que un diagnóstico de cáncer cambia sus prioridades. Ahora él tratará de reconciliarse con su hija distanciada, y buscará un último papel para consolidar su legado como actor. The Hero héroeCritica:Sam Elliott. Nada más. Un motivo más que considerable para ver esta película. Su interpretación no sólo es creíble, sino que también es impactante. De hecho, está haciendo indirectamente de sí mismo: un actor que destacó en el género western en décadas pasadas y que, hoy en día, bien sea por su edad o porque los tiempos cambian ya no es relevante para la industria cinematográfica. héroeEste es uno de los temas principales de la película, es decir, el regreso a la cúspide. El volver ser alguien en el mundo del cine. De ser algo más que la voz para anunciar botes de salsa barbacoa. Ligado a ello, también está el tema de la trascendencia. Por muchas películas en las que uno haya participado, siempre existirá ese papel o ese arquetipo de personaje que etiqueta a un actor o a un director: Scorsese y los gángsters, Tim Burton y el múndo onírico con tintes tétricos, Heath Ledger y el Joker o Elliott y los westerns. Pero hay mucho más allá de dichas etiquetas. Un amplio abanico de registros. Y Sam Elliott lo corrobora en este largometraje.Otros temas recaen, al igual que los anteriores, en clichés extendidos en el cine. Ya sea la llegada próxima de la muerte, la familia, el consumo de drogas o el tema del amor. Cada uno de ellos tiene su incidencia en la vida de cada persona. Y si bien es cierto que la película tira bastante del tópico; la forma en que ha sido filmada me parece correcta. Incita a pensar en uno mismo y en ponerse en el lugar del protagonista o al menos pensar ¿qué demonios haría yo en esa situación? héroe
Biopic del creador de McDonald's. En los años 50, un vendedor de Illinois llamado Ray Kroc conoció a los hermanos Richard y Maurice McDonald que llevaban una hamburguesería al sur de California. Impresionado por la velocidad del sistema de cocina de su hamburguesería de San Bernardino, Kroc visualizó el potencial de la franquicia y hábilmente se fue posicionando para arrebatárselo a los hermanos y crear el hoy imperio de un billón de dólares. Así nació McDonald’s. The Founder HambreCritica:Si quieres un amigo... cómprate un perro". Esta lapidaria frase del personaje principal de "Wall Street", Gordon Gekko -interpretado magistralmente por Michael Douglas- no sólo define a esta película, sino a la esencia misma del capitalismo salvaje, ese que está presente en muchas empresas norteamericanas. Todos coincidimos en que el sueño americano es precioso, pero muchas veces deberíamos mirar por el reverso de la moneda del dólar, porque más que dorada, estará probablemente llena de la peor mierda. Hambre¿Cómo demonios Ray Kroc, un cincuentón vendedor de batidoras, termina siendo el dueño de uno de los mayores imperios económicos de Norteamérica, y líder en comida rápida del mundo entero, McDonald's? Esa apasionante reflexión es el camino que nos hace recorrer con gran inteligencia el guión escrito por Robert D. Siegel sobre la vida del magnate que consiguió alimentar diariamente al 1% de la población mundial (dicho así igual nos parece poco, pero estamos hablando de millones de personas a través de todo el planeta tierra, en el que vivimos). El mismo magnate que literalmente le robó/compró la idea de comida rápida a dos hermanos que tenían un restaurante familiar en San Bernardino (California) y que hizo además que tuvieran que cambiar el nombre de su restaurante -que era el de su apellido, McDonald's-. Hambre No podemos negar que el relato es bastante lineal, pero consigue algo que pocas biografías cinematográficas no logran: entretener desde el primer momento hasta el final de la historia (claro que esto podría deberse a la apasionante vida del protagonista, que en la realidad fue así). Lo que más me interesó de todo el discurso no es la ambición y la obsesión por perseguir un sueño -que está presente en cientos de películas en la historia del cine, con la reciente referencia "El lobo de Wall Street", basado también en un caso real- sino en la reflexión (que también hizo Scorsese...) en que las cosas no son blancas ni negras: ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. Porque aquí todo el mundo piensa en su interés, y como dice el personaje que ejemplarmente interpreta Michael Keaton: "esto es una guerra, y aquí sólo puede haber un ganador". Hambre
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