Alex es un chico común que intenta encajar entre los demás, pero también es especialmente inteligente y tiene habilidad para escalar muros o perseguir coches con la bicicleta. Lo que está a punto de descubrir es que toda su vida le han estado preparando para convertirse en espía....Alex RiderCritica: El prolífico y consolidado novelista y guionista británico Anthony Horowitz (1955) dio un salto cualitativo en su faceta de autor de novelas para adolescentes cuando en el 2000 inició la exitosa saga de este "little Bond" que a regañadientes se convierte en el más joven activo del MI6. Ya son doce las novelas y una versión en pantalla grande de la primera en el 2006 que no fue bien recibida por la taquilla.A lo mejor por ello la serie televisiva de Guy Burt ha decido hacer alguna referencia de paso al primer título y centrarse en el segundo "Point Blanc". La cosa mantiene unos estándares lo suficientemente dignos como para que se vea al menos con agrado. Otto Farrant se hace con el personaje por encima de un acompañamiento de secundarios que no le hacen sombra. Destacar sin embargo a Brenock O´Connor como su amigo fiel al que los guionistas, a mi juicio con acierto le han dado más protagonismo que en los libros.El resultado tiene potencial y capacidad de mejorar. Veremos.En las novelas originales, el protagonista tiene 14 años. Aquí tiene 17 como mínimo, pero eso, aunque le queita mucha gracia y frescura al argumento, tiene poca importancia. Lo malo es el tono lento, oscuro, de la trama, de los personajes, del complot malvado, que no despierta el más mínimo interés. Pero lo peor es que al final del primer episodio........Alex Rider
Sigue a un grupo de personajes a medida que sus caminos se cruzan durante el transcurso de una tarde en un restaurante de Los Angeles....Punto de fugaCritica: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Punto de fuga
Londres, 1964. El nacimiento de dos sectas juveniles rivales (los "mods" y los "rockers") tiene consecuencias devastadoras. Para Jimmy y sus compinches, una pandilla bien trajeada, adicta a las pastillas y siempre a lomos de sus scooters, ser un mod es una forma de vida, es pertenecer a su generación. La cuadrilla de Jimmy se va a Brighton, dispuesta a vivir una salvaje aventura de drogas, emociones y batallas campales contra los rockers.
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