Los protagonistas masculinos de la primera entrega, entonces obsesionados por perder la virginidad, se reencuentran en su pueblo natal tras su primer año en la universidad. Ha pasado un año, y Jim, Oz, Kevin y Finch deciden para pasar juntos el verano. Para poder tener independencia y perseguir mujeres, como tradicionalmente acostumbran, aunque sin éxito, deciden alquilar una casa en la playa. Como el alquiler es algo caro deciden invitar también a Stifler, quien además de tener mucho dinero, supuestamente sabe mucho de mujeres, aunque su personalidad es detestable.
Los extraordinarios cuentos que cada noche cuenta un padre a su hija cobran vida en un mundo paralelo que solo les pertenece a ellos: la hija como princesa, el padre como príncipe. Así será hasta el momento en que la hija comience la escuela secundaria y llegue para ella el fin de la infancia. De la misma forma que el padre tendrá que aceptar que su hija está destinada a crecer y mudarse de casa, el príncipe tendrá que enfrentar su aventura más épica encontrando su destino en un mundo al que ya no pertenece....El príncipe olvidadoCritica: Michel Hazanavicius jamás ha vuelto a repetir el éxito descomunal que consiguió con The Artist, pero eso no significa que no haya continuado haciendo películas interesantes. En esta ocasión, y valiéndose del monumental carisma de Omar Sy (un actor extraordinario que es, como decimos, un torrente de carisma y presencia en la pantalla; pocos actores resultan tan simpáticos y tan cercanos en la pantalla como el protagonista de Intocable) y de la presencia de su mejor socia y también pareja, la franco-argentina Bérénice Bejo, Hazanavicius ha rodado una película ciertamente encantadora, muy tierna y entretenida, sobre la dulce relación de un padre y su hija y cómo el primero inventa toda clase de cuentos fantásticos para la niña cuando llega la hora de dormir. Sin embargo, y aunque pueda parecer extraño, lo que peor casa en la película es precisamente la parte más fantástica, las escenas que detallan los cuentos que inventa el padre, con las escenas "reales", por así decirlo. O para usar otras palabras: la película es mucho......El príncipe olvidadoLa idea está bien, nada nuevo bajo el sol, pero reconocible al narrar sentimientos universales, como son las relaciones entre padres e hijos, sobre todo en la etapa cuando estos últimos dejan de ser niños y comienzan a, poco a poco, independizarse de sus padres. Desean espacio, mayor cuota de libertad y la unión se resquebraja en aspectos cotidianos, normales pero difícil de digerirlas por parte de los padres. Todo esto contado de forma original, mostrando dos mundos, el de la fantasía, la de los cuentos que narra el padre a la hija, y la vida real, en su diaria relación entre ellos y con su nueva vecina, una encantadora Bérénice Bejo, siempre buena actriz, simpática y encantadora, que será de gran ayuda para normalizar la situación. Resulta irregular por cuanto no siempre casan ambos mundos, yuxtaponiéndose ambos de forma que a veces resulta divertida y espectacular, amén de siempre imaginativa, y otras, empero, son algo extrañas y algo repetitivas, sobre todo en su parte final.
Tras pasar ocho meses en una institución mental por agredir al amante de su mujer, Pat vuelve con lo puesto a vivir en casa de sus padres. Determinado a tener una actitud positiva y recuperar a su ex-mujer, el mundo de Pat se pone del revés cuando conoce a Tiffany, una chica con ciertos problemas y no muy buena fama en el barrio. A pesar de su mutua desconfianza inicial, entre ellos pronto se desarrollará un vínculo muy especial que les ayudará a encontrar en sus vidas el lado bueno de las cosas.. Silver Linings Playbook Los juegosCritica:David O. Russell vuelve a inmiscuirse en el ámbito dramático familiar, después de la exitosa y premiada/nominada “The Fighter”, para lanzar una nueva lección de humildad y consecuencia. En “El lado bueno de las cosas (Silver linings playbook)” juega con absoluto control y sentido del tiempo y la elipsis con la comedia dramática-romántica. El propio O. Russell es consciente de que corretea en ese mundo de ceremoniales y etiquetas en el que tendrá que pasar por sendas vistas hasta la saciedad y lugares comunes del subgénero sensiblero. Conoce de antemano que tendrá que finalizar su película con un beso y un travelling circular, que deberá tensionar la narración con un anticlímax para hacer palpitar más fuerte nuestros corazones, que estará a obligado a endulzar una historia cruda y con los condimentos que proporcionan la superlativa química entre los esplendidos y sobresalientes Bradley Cooper y Jennifer Lawrence. Los juegosEl director no esconde nada y se lanza al abrazo de una peculiar ‘show movie’ apartándose en ciertos momentos y alejándose a velocidad luz con su cámara para evitar la recreación y la falsedad. De hecho, el filme nos cuenta la necesidad de ser cómplice de las mentiras de otros para ser feliz. También su discurso traza la obligación de tener ‘un final feliz’ contraponiendo elementos en el guión como ‘Adiós a las armas’ de Hemingway y ‘La costa de los mosquitos’. Sobre todo en esa frase con la resume Tiffany (Lawrance) la novela de Paul Theroux y que da título y sentido a la propia película: «Humanity is just nasty and there’s no silver lining». En ese resquicio de esperanza en un mundo asqueroso y falta de humanidad decide navegar O. Russell a través de sus errantes personajes, náufragos de un mundo que les ha apartado a una isla emocional perdida. Los juegos
Una familia estadounidense cumple su sueño de regresar después de heredar una remota cabaña en las montañas de Noruega. Noche de Horror
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