Ayzek, que ha sido mesero en transbordadores durante años, se queda sin trabajo debido a la pandemia y finalmente encuentra trabajo en un hotel en el turno de noche. Sin embargo, quién sabe qué pasará con Ayzek en su primera noche....No molestarCritica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... No molestar
Ha caído la noche y una mujer regresa a su edificio. Unas plantas más arriba, un hombre espera la llegada de esa mujer. ¿Qué misterio se cierne sobre ellos en la noche?
Tom Ripley es un joven calculador que cree que es mejor ser alguien falso que un don nadie real. La oportunidad llega en la forma de un acaudalado constructor naval estadounidense que contrata a Tom para que viaje a Italia y traiga de vuelta a su hijo playboy, Dickie. Ripley se abre camino en las vidas idílicas de Dickie y su novia, sumergiéndose en un atrevido esquema de duplicidad, mentiras y algo mas...
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