Carlitos es un joven de diecisiete años con fama de estrella de cine, rizos rubios y cara de bebé. Ya en su primera adolescencia manifestó su verdadera vocación: ser un ladrón. Cuando conoce a Ramón en su nueva escuela, Carlitos se siente inmediatamente atraído por él y quiere llamar su atención. Juntos se embarcarán en un viaje de descubrimientos, amor y crimen. Debido a su apariencia angelical, la prensa llama a Carlitos "El ángel de la muerte". Llama la atención por su belleza, y se convierte en una celebridad de la noche a la mañana. En total se cree que cometió más de cuarenta robos y once asesinatos. Hoy, después de más de cuarenta y cinco años en la cárcel, Carlos Robledo Puch es el preso que más tiempo lleva en prisión en la historia de Argentina. El ángelCritica: El mote “angelito” le viene que ni pintado a este film firmado por Luis Ortega. Quizás lo más terrible de todo es que la historia esté basada en un hecho real, cosa que, visto lo visto harán que se nos ericen los pelos más escondidos de nuestro cuerpo. El ángelLa película trata sobre el hecho real de las andanzas de Carlos Robledo Puch, un asesino, violador, secuestrador y ladrón, condenado a 46 años de prisión y que cometió la mayoría de sus crímenes violentos durante un año sabático a la tierna edad de 19 años. Hay que tener en cuenta que los detalles más espeluznantes han sido desechados en este retrato de un asesino en serie bien parecido y elegante, en una época en la que la criminalidad estaba asociada con la degeneración física. Carlitos, su nombre de guerra, parece que está en un juego para jóvenes de su edad. El ángelCarlitos es un joven con la arrogancia de una estrella de cine, rizos rubios y cara de no haber roto un plato. Cuando conoce a Ramón en su nueva escuela, se siente atraído por él y empieza a llamar su atención. Juntos se embarcan en un viaje de descubrimientos, amor y crimen. Matar es solo una consecuencia aleatoria de la violencia, que continúa aumentando hasta que Carlitos finalmente es detenido. ángelLuís Ortega muestra, en este film, más interés en el cómo que en el por qué. Explora las escenas de violencia de la típica comedia negra, lo que hace que los estropicios efectuados por Carlitos sean en gran medida irrelevantes, ayudando la carita angelical del protagonista. Tenemos que destacar de manera especial unos excelentes diálogos llenos de mala leche y un humor algo ácido. Nos encontramos, por lo tanto, ante un guion que raya a gran altura. Ignoramos la dificultad, o no, de escribir un screenplay en el cual poco nos queda a la imaginación. Si un caso la recreación de los crímenes perpetrados por una mente perversa que opta de pleno a la elite de los serial killers. Que tenga carita de ángel es lo de menos, sobretodo que se lo digan a las once víctimas que se pasó por la piedra. El ángel
El Dr. Axel Cross (Morgan Freeman) es detective, psicólogo forense y escritor de éxito de novelas criminales. Cuando su sobrina Naomí desaparece, inicia su propia investigación. Siete chicas han desaparecido y se han encontrado dos cadáveres. Al lado del último de ellos ha aparecido una nota firmada 'Casanova'. Cross recibe la ayuda de Kate McTiernan (Ashley Judd), una joven doctora que ha conseguido escapar del secuestrador y puede ser la única persona capaz de identificar a 'Casanova'. A pesar de la reticencia inicial del detective, juntos emprenden una carrera contrarreloj para encontrar a la sobrina de Cross y descubrir la estremecedora verdad que se oculta tras su desaparición.
Verano de 1954. Los agentes judiciales Teddy Daniels y Chuck Aule son destinados a una remota isla del puerto de Boston para investigar la desaparición de una peligrosa asesina recluida en el hospital psiquiátrico Ashecliffe, un centro penitenciario para criminales perturbados dirigido por el siniestro doctor John Cawley. Pronto descubrirán que el centro guarda muchos secretos, y que la isla esconde algo más peligroso que los pacientes. Shutter Island La isla siniestraScorsese juguetea con los géneros como un niño travieso y convierte la novela de Dennis Lehane en un material explosivo e inquietante a partes iguales, dándole al espectador una serie de pistas para que vaya resolviendo, en paralelo a los protagonistas, el enigma que se oculta tras Shutter Island. Una secuencia en la que Edward Daniels (Leonardo Dicaprio) y Chuck Aule (Mark Ruffalo) son transportados la isla donde se encuentra la institución mental abre lo que poco a poco va a ir convirtiéndose en una pesadilla. Sorprende que Scorsese aborde esta historia no desde su sobriedad habitual sino desde una especie de mezcla entre el clasicismo (relativo, pues el director italo-americano nunca ha sido muy amigo de las convenciones) y lo moderno, aportando una dosis exacta de ambos factores para dar lugar a un thriller que no sorprende por su sobria dirección, dado que ya se partía de esa base, pero sí desde el empleo de la música*, a todas luces efectista, sin cortarse un pelo en exagerar o intentar dar presencia a secuencias no demasiado épicas a través de una partitura que sí remite a esta condición. La isla siniestraShutter Island, como toda pesadilla, es además incoherente en sus formas. No presenta una narración lineal sino que alterna flashbacks con sueños y el presente, mezclándose todo de forma, eso sí, perfectamente clara, como una pesadilla lúcida (que son las más aterradoras). Esto nos lleva a estar pendientes en cada secuencia de hacia dónde se va a dirigir la historia, qué salto va a pegar para darnos una información que quizá parezca innecesaria pero que en algún momento va a formar parte de este gran puzzle, para dar lugar con el único epílogo posible, un poco previsible si se van siguiendo todas las pistas que el realizador de Toro salvaje, pero no por ello menos efectivo. Con unas interpretaciones realmente notables, especialmente por parte de los secundarios (Jackie Earle Haley, Michelle Williams, Ben Kingsley) y sobrias de Dicaprio y Ruffalo, que son quienes de alguna forma levantan el peso de la función, estamos sin duda ante un thriller psicológico que inquieta y deja con ganas de más, crudo, además de entretenido, que no por ser algo efectista se desvirtúa y se pierde en el camino. Por el contrario Scorsese, un realizador maestro, sabe cómo sacar provecho de estos recursos y les da forma sin esfuerzo en un epílogo realmente notable. Paso a spoiler para comentarlo. La isla siniestra
Indagando más allá de los titulares, investiga los métodos utilizados por Rick Singer, el hombre que protagonizó los escándalos de las admisiones universitarias de 2019. Operación Varsity BluesCriticaEl documental es interesante porque nos explica cómo se va urdiendo todo el fraude y quiénes son sus colaboradores necesarios para que el plan funcione, pero, sin embargo, he echado en falta más información sobre el artífice de la trama, no sé, creo que la recreación es insuficiente. Hubiera preferido entrevistas e imágenes de archivo del susodicho, aunque dejan claro que era un tipo que cuidaba mucho su privacidad, pero eso nos aleja un poco de todo, al igual que con los acusados, nos dan solo algunos testimonios y no sé por qué escogen esos y no otros.Le falta más rigor, documentación y testimonios. Prácticamente solo me interesó la parte del instructor de waterpolo, que parece que entre tanto corrupto era el que menos implicado estaba.Tampoco ahondan en el caso de Felicity Huffman, dando a entender que se dejó engañar por este señor pero sin darnos muchos más detalles.A mí sinceramente no me sorprendió. En Estados Unidos parece que si tienes dinero puedes comprar absolutamente todo y más en un sistema universitario o educativo en el que se prima más saber jugar al fútbol que sacar buenas notas en matemáticas. Todo por la pasta. Si ganas mucho tus hijos serán alguien en la vida, si eres un pobre muerto de hambre tus hijos probablemente seguirán viviendo en la miseria por muy cerebritos que sean, y si consiguen llegar lejos será por un esfuerzo desmesurado al que no se enfrentan los hijos de papá y mamá y eso no sólo pass en Estados Unidos, si no en todas partes. Vamos, nada nuevo, ésto sucede desde que el mundo es mundo y este delincuente se aprovecha de ello, aunque culpables sean todos en una red fraudulenta y putrefacta sin un mínimo de moralidad, desde los decanos de las universidades, pasando por los padres hasta llegar al cerebro de la trama. Pero siguen teniendo dinero, con el que seguirán comprando su impunidad y libertad.No es un documental exhaustivo. Operación Varsity Blues
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