En un pueblo antiguamente pintoresco —y ahora dominado por un gran vertedero de basura—, un joven anhela liberarse del cruel destino que lo ata a su tierra....El puebloCritica: que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... El pueblo
El prestigioso guardaespaldas Michael Bryce recibe un nuevo cliente: un asesino a sueldo, Darius Kincaid, que debe testificar en un juicio en La Haya contra un cruel dictador.The Hitman's Bodyguard DuroCritica:Ryan Reynolds encontró en Deadpool el personaje de su vida, y mientras se llega la segunda entrega de su personaje, actúa en una comedia de acción en la que retoma el humor de su personaje icónico, logrando una gran química con Samuel L. Jackson, en una película que consigue ser efectiva y muy divertida DuroReynolds es Michael Bryce, un guardaespaldas que pierde todo su prestigio cuando es asesinado su cliente, a partir de ahí se ve condenado a cuidar a clientes de poca monta, hasta que se le encomienda cuidar a un asesino a sueldo (Jackson), a quien debe resguardar y llevarlo a La Haya para declarar en contra de un dictador bielorruso (Gary Oldman).Bryce decide hacerlo para quedar bien con su ex, una agente de Interpol, y a pesar de tener viejas rencillas nunca cerradas con Kincaid, juntos resuelven el deber llegar a tiempo al juicio y enfrentarse a todos los que les siguen.La película se sostiene en el talento y carisma de sus dos protagonistas, tanto Reynolds como Jackson, tanto cada uno por su lado como cuando interactúan, consiguen llevar al relato más de allá de la simpleza de su propuesta, donde ambos lucen naturales y disfrutando lo que hacen.Si bien el guion resulta ser ordinario y poco sorpresivo, las escenas de acción y las persecuciones están bien resueltas, pero todo es llevado a buen puerto gracias a sus estrellas, quienes consiguen elevar el nivel de la película, inclusive también por las breves participaciones de Salma Hayek, pero no consigue amalgamar las dos tramas que corren paralelas, por un lado la del guardaespaldas y el asesino a sueldo queriendo librarse de sus perseguidores y por otro lado Gary Oldman como un represor dictador siendo juzgado, en un tono mucho más serio que no empata con el resto. Duro
Año 1946, Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. Rachael Morgan (Keira Knightley) llega a Hamburgo para reunirse con su esposo, Lewis (Jason Clarke). La ciudad está en ruinas destruida por los embates de la guerra y es pleno invierno, el frio se deja sentir hasta los huesos. El coronel británico recibe la misión de reconstruir la destruida ciudad. Al mudarse a su nueva casa, Lewis toma una inusual decisión: compartirán esta gran casa con sus antiguos propietarios, a los que se les había requisado su propiedad. Ellos son Stephen Lubert (Alexander Skarsgård), un viudo alemán y su atormentada hija. En esta atmósfera cargada de rencor, odio y venganza, la hostilidad y el dolor dan paso a la ardiente pasión y la traición.
Una carta que nunca debió ser vista, una mentira que nunca debió ser contada, una vida que nunca soñó que pudiera tener. Evan Hansen está a punto de obtener lo que siempre ha querido: una oportunidad para finalmente encajar....Querido Evan HansenCritica: Tras dos magníficas obras cumbre del cine infantil-juvenil como lo son ‘Las ventajas de ser un marginado’ y ‘Wonder’, Stephen Chbosky se mete de lleno en la adaptación del musical ‘Dear Evan Hansen’ para formar parte de los músicos y letristas del momento Justin Paul y Benj Pasek quienes emocionaron a nivel global con ‘La La Land’ y ‘El gran Showman’.Ahora llega un trabajo más complejo porque cambia de registro el señor Stephen pero no pierde su esencia. La de sacar el lado positivo, la oportunidad y la autoestima en un mundo feroz como es el adolescente, esta vez pasando del bullying y los traumas personales a algo tan serio como el suicidio y más aún si también reune el acoso escolar, la soledad, la falta de aceptación social, la identidad y la depresión conjuntando una vida de mentira.Sin entrar en más detalles y en sus pequeñas contras como pueden surgir ciertas subtramas poco creíbles y oportunistas y para algunos convenientes o quizá la bochornosa caracterización del protagonista ya mayorcete haciendo de adolescente, no voy a negar que Ben Platt tiene una voz prodigiosa y que es el eje central de la historia por más que ponga miradas de asombro al comienzo que puedan repeler y al final acabes acostumbrándote.En eso no voy a entrar porque es algo muy subjetivo. Voy a entrar en que la cinta aborda temas tan complejos que abundan en la sociedad actual y que muchos criticarán por promover el término influencer o los likes y el compartir, pero al final en las redes sociales se funciona así actualmente. Puede influir para bien o para mal y en este caso hay un buen fin pero no es la motivación o el fondo correcto y lo entenderán cuando lo vean..... Querido Evan Hansen
Chili Palmer, un gángster de Miami, viaja a Los Ángeles para cobrar una deuda a un mediocre productor. Pero una vez allí, entra de lleno en el mundo del cine: se hace productor, tiene un idilio con una estrella de cine e incluso reserva mesa en los restaurantes de moda. Todo sería perfecto si no fuera por el acoso al que lo someten unos estafadores locales y un gángster de su pasado.
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