Thriller sobre un narcotraficante que intenta hacer un último trabajo antes de seguir con su vida....90 minutosCritica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... 90 minutos
Mary es una psicóloga infantil que vive en una aislada casa del bosque con su hijastro Stephen, un adolescente en estado vegetativo desde el accidente de coche en el que murió su padre. Mary ha decidido trasladarle a un centro especializado en el cuidado de pacientes como él, pero antes debe prepararse para pasar una gran tormenta que se acerca. Shut In PresenciaCritica: Shut in es otro intrascendente e insulso thriller de terror. Predecible e insatisfactorio, este filme pasará desapercibido para los amantes del género. Pese a lo comentado, puede afirmarse que la dirección y la fotografía son serias. No reseñables, pero si suficientes para implicarnos en el metraje. Noemi Watts sostiene en todo momento la película. Un pulcro y cuidado trabajo que la mejora sustancialmente, pero que lamentablemente el drama que la veterana actriz carga sobre sus hombros sólo roza el límite de lo creíble, sin alcanzarlo. Ello contrasta con la intrascendencia del resto de personajes secundarios. Sus apariciones apenas aportan valor alguno a la cinta, incluida la del veterano Oliver Platt. Por su parte, Charlie Heaton como otro protagonista, hace un vacío y poco creíble papel, en correspondencia con el metraje. PresenciaEl principal inconveniente reside en la trama y los detalles que la construyen. No puede negarse que Shut in comienza con cierto atractivo: la pérdida que sufre Mary, el obligado cuidado del hijo malparado, la repentina desaparición del niño que pretende ayudar. Incluso la trama se mantiene y uno desea que continúe. Sin embargo, al mismo tiempo que pasan los minutos el guión se va deshinchando paulatinamente. Nada es casual, inopinado o insólito. Todo es ordinario y convencional. Se le espera, se le ve venir. Nada sorprende y todo es demasiado imaginable. Concebimos la dificultad de encontrar nuevos aspectos narrativos e, incluso, visuales. Pese a ello, la obviedad utilizada a la hora de mostrarnos las peculiaridades que definen todo thriller de terror la apreciamos excesiva. En este sentido, los escasos sobresaltos vienen manifiestamente anunciados. Asimismo acontece con la manera de distorsionar la realidad de la protagonista o en el giro de guión que resuelve la narración. El final –patente y descarado homenaje al Resplandor (The Shining, Stanley Kubrick, USA, 1980) – ostenta prácticamente todas las piezas características que componen todo desenlace de esta tipología y no permite lamentablemente cabida alguna a la singularidad. Con todo, insistimos, la dirección cumple y no convierte su consumación en un simple «corta y pega» de clichés narrativos y cinematográficos. Para El otro lado del terror Shut in suspende merecidamente, incluso teniendo presente la más que intachable e íntegra actuación de Noemi Watts. Ella es la única motivación que exponemos en esta crítica para justificar la visión de esta película.Presencia
Año 1985. Óliver, un niño con una imaginación desbordante, se muda con su familia al rincón más al sur de Europa, justo cuando está a punto de pasar el Cometa Halley. Estos acontecimientos marcarán un antes y un después en la vida emocional de Óliver, que buscará en las estrellas la solución a sus problemas en el nuevo colegio, en el barrio y en casa. Para colmo, su abuelo, apodado “el majara” se anima ayudarle a interpretar el mensaje del cometa y dar un paso al frente en su nuevo Universo. El universo de ÓliverCritica: Oliver es una chico de 12 años que llega a Algeciras en 1985 a la casa del abuelo paterno, desde Madrid y con un padre perseguido por las deudas. Se trata de un regreso a los orígenes forzado por las circunstancias y no deseado. La adaptación del chico a un nuevo barrio, una nueva escuela, nuevas amistades con su primer amor incluido y el descubrimiento de las aficiones y relatos del abuelo se convertirán en una especie de aventura repleta de infortunios diversos con una situación familiar complicada por la falta de trabajo y perspectivas. El universo de ÓliverCon una ambientación de los ochenta bien conseguida y unas claras referencias autobiográficas el director Alexis Morante elabora un relato muy bien encajado que gira en torno a las vivencias más íntimas del Óliver aunque también se enriquece de forma coral de todo lo que rodea: la familia y su pasado, el grupo y las problemáticas racistas del barrio, la escuela o las dificultades laborales del momento. Al mismo tiempo se impregna todo de una atmósfera mágica que se hace coincidir de forma emblemática con la llegada del cometa Halley, una supuesta maldición en la familia o la aparición especial de aquel jugador del Cádiz de nombre "mágico González" que por la zona todavía hoy es una auténtica institución. Salvando las distancias y magnitud sería el equivalente a Maradona en la ciudad de Nápoles. El universo de ÓliverPara redondearlo todo, las interpretaciones están a suficiente altura como para que los personajes tengan el tono y la intensidad necesarias para no chirriar en medio de este universo. Mención destacada merece la madre Carmela interpretada por Maria León y un experto Pedro Casablanc en el papel del abuelo Gabriel."El universo de Óliver" es de esas películas de las que no esperas gran cosa y logran zambullirte dentro de un imaginario especial cargado de emotivos simbolismos, vivencias irrepetibles y transmitir la dificultad casi traumática que supone crecer para hacer el primero vistazo a una incipiente madurez y, a la vez, un entorno social delirante.(7)
En el Japón medieval, el poderoso señor Hidetora decide abdicar y repartir sus dominios entre sus tres hijos. El menor considera que la idea es absurda y sólo servirá para causar problemas. Su padre, enfurecido, lo deshereda. Muy pronto descubrirá su error: la ambición hará que sus hijos mayores se enfrenten por el poder en una cruenta guerra. Se inspira en el drama de Shakespeare "El rey Lear".
Eran 12 saboteadores. Los Nazis mataron a 11 de ellos. Esta es la auténtica historia del que consiguió escapar. Den 12. mann hombreCritica:Tan realista en la manera de contar la supervivencia de un hombre qué consigue esquivar a la muerte dando esperanza a todo el pueblo Noruego y convirtiéndose en un símbolo de la lucha contra los invasores nazis. La película merece la pena, aunque es irregular, a ratos es lenta y se centra en la experiencia personal del protagonista y otras veces tiene momentos de suspense que te mantienen atento a la pantalla. Supongo que habrán dramatizado algunas partes de la historia para darle más emoción. hombre Thomas Gullestad hace un gran papel metiéndose en la piel de un hombre que pasa todo tipo de calamidades qué dejan su rostro y su cuerpo completamente demacrados. El instinto de supervivencia y la lucha interior para mantenerse cuerdo frente a la soledad y el frío.Jonathan Rhys Meyers es la nemesis de nuestro héroe, un actor con mucho oficio a sus espaldas da vida a un hombre implacable y metódico, un curioso alto mando nazi, que aunque no esta a la altura del inolvidable Christoph Waltz en Malditos Bastardos, pero si se parece a la interpretación que hizo Takamasa Ishihara de "El Pájaro", el Sargento Mutsuhiro de Unbroken, qué tiene cierta similitud con esta película.Las penurias por las que pasan los hombres y mujeres en tiempos de guerra son tan antiguas como la humanidad y los que sobreviven quedan marcados para siempre por la crueldad de enfrentarse contra otros soldados y por ver la muerte tan de cerca. Todo por el capricho de los poderosos que mandan a otros a luchar por ellos.La combinación de nazis y frío Noruego versus la dureza de un hombre por vivir con la ayuda de un pueblo al qué da esperanza, son una buena premisa para sacar adelante esta película bélica contada desde un escenario diferente, el de nuestros vecinos del norte. hombre
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