Seres terroríficos, sorpresas retorcidas y humor negro convergen en esta antología de relatos animados para adultos presentada por Tim Miller y David Fincher. Love, Death + RobotsCritica: Una antología antológica, bestial, tremebunda, fascinante, imaginativa y espectacular. Tim Miller y David Fincher se han sacado de la manga una colección sencillamente magistral de pequeñas historias, 18 en total, cuyo único nexo argumental es la sci-fi en todas sus variantes (robots, cyborgs, odiseas espaciales, aliens, universos alternativos, etc..), que mantienen, todas, un nivel de calidad increíble. No te cansas de ver la pantalla, para saber con qué obra de arte te sorprenderán a continuación. Yo he alucinado como un niño pequeño, y ya sólo por eso, tiene mi diez sin paliativos. Abarcando múltiples estilos de animación (e incluso alguna sección de imagen real), voy a resumir las que me han parecido más sobresalientes: -La ventaja de Sonnie: empezamos fuerte, el primer corto de la antología nos regala un apartado técnico escandaloso en CGI, sangriento, brutal y efectivo. -La era de hielo: fascinante relato sobre la civilización humana......en una nevera. -Cuando el yogurt nos conquistó: deliciosa, divertida y estrafalaria historia con grandes toques de humor negro. -Lucky 13: poderío técnico y mucha acción. -Tres robots: de mis favoritas, 3 robots que están de vacaciones en un lugar muy especial... -Más allá del Aquila: fascinante. Técnicamente alucinante. -Zima Blue: un estilo único para contarnos una preciosa historia existencial. Y bueno, podría seguir porque me han parecido todos pequeñas joyas, pero es mejor descubrirlas por tu cuenta. Un consejo: preparad una tarde o noche libre, unas buenas palomitas, la TV más grande de la casa.....y simplemente dejaos llevar por esta oda al desfase, la acción desenfrenada, la animación más puntera, el preciosismo que inunda cada fotograma y la adrenalina que se dispara sin avisar. No os arrepentiréis.... Love, Death + Robots
Un buen día, la señorita Shepherd (Maggie Smith), una mujer de orígenes inciertos, aparca su furgoneta en una acera de Londres, en el acceso a la casa del escritor Alan Bennett (Alex Jennings). Lo que al principio iba a ser algo temporal, un favor a regañadientes, se acaba convirtiendo en una relación que cambiará las vidas de ambos. Y es que la señorita Shepherd se quedó a vivir allí durante 15 años. The Lady in the VanCritica:Vi hace muchos años, en Londres, esta obra de Alan Bennett llevada al teatro e interpretada también entonces por la incombustible Maggie Smith. No me pareció gran cosa, muy británica, con un fino humor que no acababa de cuajar y algo monocorde. Ahora nos llega su adaptación al cine, trasladada por su autor e interpretada por la actriz que la hizo triunfar sobre los escenarios. Y la sensación que me deja es análoga: no traspasa las limitaciones de su mínima premisa argumental, que ni evoluciona ni cambia, solo se repite desganada y exangüe durante un metraje excesivo. Se supone que es un estudio de caracteres, pero cuando éstos tienen tan poco interés como sus casi dos únicos protagonistas, se hace difícil aguantar en la butaca sin desear que algo cambie o se acelere con algún imprevisto o al menos el texto proporcione algunas frases memorables… Una dama sobre ruedasPero todo es demasiado anodino, plano, irónico pero sin garra ni dirección, deslavazado, una serie de anécdotas encadenadas que apenas trascienden más allá de su ocre y desvaída inocencia. Es como asistir a la escritura del diario de un escritor sin una vida sugestiva digna de tal nombre y que se conforma con reproducir sucesos y chascarrillos deshilvanados con el deseo que la mera acumulación teja por sí misma un tapiz que alberge algún tesoro del devenir cotidiano de la acomodada burguesía londinense. Pero por mucha buena voluntad que se le ponga, el material es parco en sucesos dignos de tal nombre, se desarrolla con premiosa tozudez que acaba por agotar. Una dama sobre ruedasHay algunos logros que resultan originales, como el desdoblamiento del protagonista en dos personajes, interpretados por el mismo actor: por una parte el laborioso escritor y por otra el insípido y reprimido ciudadano que malvive su vida estéril entre convenciones y banalidades. O también la interpretación de la luminosa Maggie Smith encarnando una existencia opaca, delirante y azotada por un senti Una dama sobre ruedasmiento de culpa que la atenaza y atormenta desde hace décadas. Pero es poco bagaje para soportar un largometraje que no despega nunca y se mantiene en una corrección insulsa y epidérmica, carente de trascendencia o de pasión. Una dama sobre ruedas
'Rocketman' es la historia de Elton John, desde sus años como niño prodigio del piano en la Royal Academy of Music hasta llegar a ser una superestrella de fama mundial gracias a su influyente y duradera asociación con su colaborador y letrista Bernie Taupin. Rocketman CriticaSi hay un mérito en “Rocketman” (2019) es el de redescubrir el talento y genio musical de Elton John, sin embargo hay una irregularidad que da pie a un sube y baja de momentos sin un eje claro de hacia dónde va la película, cuál es su tono general y dejando el tallo musical como su única vara referencial. En síntesis, algo menor de las expectativas que teníamos al verla.Innegablemente hay una comparación inmediata por la cartelera reciente del cine biográfico musical como es “Bohemian Rapsody” (2018), donde se comparte el sentido de biopic de “guante blanco” para un artista icónico de la música contemporánea, no obstante la analogía hacia Freddie Mercury resultó más compacta, con un sello dramático – musical mejor desarrollado y donde la empatía con el protagonista también tuvo una mejor estatura.Mercury por otra parte cumple con la idealización del ídolo desaparecido en su esplendor y Elton John -quien se mantiene relativamente vigente- sin duda tuvo una injerencia notoria en el argumento. Algo elogiable en ciertos aspectos dramáticos o críticos pero blando y condescendiente en otros. No basta con intentar ser más explícito en escenas puntuales para mostrar transgresión o veracidad y acá hay muchos elementos que se obvian simplemente para seguir con la historia, la cual por cierto en sus momentos altos llena bastante el paladar, sobre todo logrando su fuerte en las metáforas inspirativas de su legado musical. Es ese relato musical el que es más bien digno de un espectáculo londinense o de Broadway, aunque no se puede negar que hay piezas muy bien elegidas.Taron Egerton es un intérprete a la altura de lo que amerita la historia pero siempre pena un poco más de profundidad sobre el por qué de algunas ramificaciones de la trama que se quedan en la tonada de algún hit mundialmente conocido, por lo que en general el elenco hace lo que puede con lo que tiene. Tampoco es que remezca en general, si algunos momentos puntuales brillan, pero en un ejemplo más mundano, un reciente comercial del genio de anteojos peculiares puede resultar más satisfactorio y emotivo.El abanico musical de Elton John es tan amplio que incluso queda corto en la cinta. Su personaje protagónico es elevado a una suerte de “Cenicienta”, con una buena complicidad conseguida por Taron Egerton, pero sin un trasfondo bien expresado de lo que quiere, lo que impide digerirla bien como una aceptable biografía humana que complemente bien lo musical.Recomendación: Regular a aceptable. Es una sinfonía de altos y bajos que deja más de una mueca. Rocketman
Recién fallecido, un fantasma de revestimiento blanco regresa a su casa suburbana para consolar a su desprevenida esposa, sólo para descubrir que en su estado espectral se ha desvanecido en el tiempo, obligado a mirar pasivamente como la vida que conocía y la mujer que ama lentamente se desliza lejos.
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