Documental que revela cómo los investigadores demostraron que el enfermero de la UCI, Charles Cullen, estaba matando pacientes, y lo cerca que estuvo de salirse con la suya.
Indagando más allá de los titulares, investiga los métodos utilizados por Rick Singer, el hombre que protagonizó los escándalos de las admisiones universitarias de 2019. Operación Varsity BluesCriticaEl documental es interesante porque nos explica cómo se va urdiendo todo el fraude y quiénes son sus colaboradores necesarios para que el plan funcione, pero, sin embargo, he echado en falta más información sobre el artífice de la trama, no sé, creo que la recreación es insuficiente. Hubiera preferido entrevistas e imágenes de archivo del susodicho, aunque dejan claro que era un tipo que cuidaba mucho su privacidad, pero eso nos aleja un poco de todo, al igual que con los acusados, nos dan solo algunos testimonios y no sé por qué escogen esos y no otros.Le falta más rigor, documentación y testimonios. Prácticamente solo me interesó la parte del instructor de waterpolo, que parece que entre tanto corrupto era el que menos implicado estaba.Tampoco ahondan en el caso de Felicity Huffman, dando a entender que se dejó engañar por este señor pero sin darnos muchos más detalles.A mí sinceramente no me sorprendió. En Estados Unidos parece que si tienes dinero puedes comprar absolutamente todo y más en un sistema universitario o educativo en el que se prima más saber jugar al fútbol que sacar buenas notas en matemáticas. Todo por la pasta. Si ganas mucho tus hijos serán alguien en la vida, si eres un pobre muerto de hambre tus hijos probablemente seguirán viviendo en la miseria por muy cerebritos que sean, y si consiguen llegar lejos será por un esfuerzo desmesurado al que no se enfrentan los hijos de papá y mamá y eso no sólo pass en Estados Unidos, si no en todas partes. Vamos, nada nuevo, ésto sucede desde que el mundo es mundo y este delincuente se aprovecha de ello, aunque culpables sean todos en una red fraudulenta y putrefacta sin un mínimo de moralidad, desde los decanos de las universidades, pasando por los padres hasta llegar al cerebro de la trama. Pero siguen teniendo dinero, con el que seguirán comprando su impunidad y libertad.No es un documental exhaustivo. Operación Varsity Blues
Road movie musical como retrato del sueño americano. Ambientada en las elecciones americanas de 2016, 'Promised Land' hace un viaje musical por carretera en el Rolls Royce de 1963 de Elvis Presley. The King reyCritica:Estupenda grabación juntando el testimonio de varios personajes, conocidos, músicos, cineastas, políticos, actores, productores, y personas que tuvieran en medida relación con Elvis, y sus proyecciones filosóficas sobre USA en general, la cultura, política, empleo y arte. Mezcla distintas épocas de forma hábil y mantiene la atención. Es agradable, los montajes de videoclips son divertidos y ofrece sinceridad. Logra funcionar como crónica de la evolución de la imagen de un país. reyPor una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. reyEs decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. rey
Para algunos, la gastronomía sigue siendo una cuestión de pasión. De afrontar retos cada vez más creativos. Y también amor por un oficio y por el equipo de personas que les acompañan en sus aventuras, hasta el punto de sentirse como una auténtica familia.
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