En un pueblo de Oregón, el profesor y escritor local Harry Stevenson (Morgan Freeman) percibe los problemas que causa el amor entre los vecinos: entre los jóvenes y entre los viejos, entre los parientes y entre los amantes; incluso entre los animales. Harry contempla sobrecogido cómo el amor distorsiona la percepción del otro, cómo ata y devasta, cómo inspira, cómo exige sin razón y, en definitiva, cómo modela la vida de todos, incluida la suya.
Bernadette Fox (Cate Blanchett) es una mujer de Seattle que lo tiene todo: un marido que la adora y una hija brillante. Cuando desaparece sin dejar rastro de forma inesperada, su familia se embarca en una aventura emocionante para resolver el misterio de dónde puede haber ido Bernadette. Adaptación del libro homónimo de Maria Semple. Dónde estás, BernadetteCriticaPara caracterizar la vida moderna en los países prósperos, aunque sólo se pretenda realizar un somero análisis social, hay que acudir al psicoanálisis. Nunca las consultas de los profesionales del estado mental han estado tan saturadas. Personas de todo pelaje y condición ven en la terapia (o la medicación antidepresiva) una salida para soportar las exigencias, reales o inventadas, del tiempo que nos ha tocado vivir. Richard Linklater, adaptando una novela de Maria Semple, presenta en ‘¿Dónde estás, Bernadette?’, uno de esos casos en que el cerebro humano muestra su lado indescifrable, indómito, y lo que es peor, esa parte de imprevisivilidad tan incómoda.El problema radica en que Linklater lo ejecuta a través de una mujer, a la que da vida Cate Blanchett, cuyo tormento interior, sus dudas, sus agobios, que nutren una galopante fobia social, surgen de la nimiedad. No logra trascender en ningún momento. Ayuda poco una interpretación histriónica, una sobreactuación en toda regla con la que Blanchett logra ponerme de los nervios.Esta mujer parece tenerlo todo. Una hija brillante, fruto de un matrimonio que no ha perdido el amor por el paso de los años, a lo que se añade una desahogada situación económica. Conforme ‘¿Dónde estás, Bernadette?’, va poniendo pistas sobre las causas de su extraviado juicio, más hilarante me resulta el planteamiento. La maternidad, el miedo al fracaso, una vocación largo tiempo abandonada y un entorno que siempre contempla desde la lejanía, desfilan en un despropósito narrativo.Si como comedia es tan ligera, que apenas si parece una comedia, como melodrama invita a la risa involuntaria. Cuando la protagonista desaparece, hija y cónyuge emprenden una búsqueda tan grotesca como el resto de la película. A lo que secunda un desenlace más propio de cuento navideño. Y no al resultado de una reflexión profunda sobre lo enigmático de nuestro pensamiento. Dónde estás, Bernadette
La protagonista, una niña de 14 años llamada Ai Ohto, escucha una voz misteriosa mientras camina por la ciudad a altas horas de la noche. Esta voz le da un huevo y le hace señas: "Si deseas cambiar el futuro, solo necesitas elegir ahora. Cree en ti misma y rompe el huevo".
En la anárquica región de Gando, unos fieros bandidos no se detendrán ante nada para luchar por su adorada patria y sus seres queridos... aunque eso suponga la muerte.
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