Elizabeth Sloane (Jessica Chastain) es una implacable y ambiciosa lobbista que intenta que fructifique una legislación a favor del control de armas en Washington DC. Para ello intentará usar todos los recursos a su alcance. En las altas esferas del mundo político y empresarial Sloane tiene una reputación formidable. Conocida por su astucia y sus éxitos sin parangón, siempre ha hecho lo que fuera necesario para ganar. Pero cuando se enfrenta al oponente más poderoso de su carrera, se da cuenta de que la victoria puede tener un precio demasiado alto.
La protagonista, Fleabag, es una mujer de clase media que tiene una situación familiar complicada y un trabajo con el que no puede mantener su estilo de vida. Ella es propietaria de un café con el que apenas gana dinero y su novio es un hombre que llena su vacío existencial con encuentros sexuales sin sentido con todo tipo de mujeres, cada cual peor de la anterior. Y eso es solo una pequeña parte de su vida y situaciones cotidianas con las que Fleabag debe lidiar. Fleabag es un ejemplo de una vida que ha ido mal y debe adaptarse a nuevas situaciones, cosa que consigue hacer gracias a su personalidad. FleabagCritica:Adaptación de la exitosa obra de teatro protagonizada en 2013 por la propia Phoebe Waller-Bridge. Otra joven actriz británica, de su inagotable escuela, que dará que hablar en el futuro. Sorprende la libertad creativa que la BBC, a través de su canal minoritario, Three, ha otorgado a la propia actriz, para que escribiera los guiones. Interpreta a una mujer inmadura, sexualmente muy activa, capaz de vivir varias relaciones a la par, pero de no encontrar satisfacción en ninguna de ellas. Una nueva "dramedia" con toques de humor cínico, incluso se atreve a meterse con el feminismo y con la forma de vida que ahora llaman modernidad. FleabagNo es una serie ni fácil, ni para todos los públicos, pero que, aunque sea por la actuación de Phoebe Waller-Bridge, merece la pena. La actriz se mete en la piel del personaje como si nos estuviera contando su propia vida. Además, obliga al espectador a ser partícipe de lo que cuenta, y eso lo consigue porque no duda en dirigirse directamente al espectador, mirando a la cámara, sin intermediarios, incluso cuando está haciendo el amor. Fleabag
Ocho ladrones toman rehenes en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España, mientras el líder de la banda manipula a la policía para cumplir con su plan.
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