Un agujero gigantesco, de origen inexplicable, destruye Los Ángeles y separa a una familia en dos mundos distintos: la madre y el hijo quedan atrapados en una tierra salvaje, mientras que, en la superficie, el padre y la hija intentan rescatarlos....La BreaCritica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio)..... La Brea
Ante la caída de auspiciantes en la radio, René y Walter deciden llevar su programa sobre OVNI ́s a la TV. El destino parece acompañarlos, y ese día cae uno en los Esteros del Iberá. Una conductora de TV de la capital se les suma en esta loca búsqueda.......La luz malaCritica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... La luz mala
Un granjero californiano tiene dos hijos, Cal y Aron, de caracteres muy diferentes, pero ambos compiten por el cariño de su padre. La situación de Cal se complica cuando averigua que, en realidad, su madre no sólo no está muerta, sino que además regenta un local de alterne.
Un misterio criminal ambientado en un tranquilo pueblo familiar norteamericano durante los años 50, donde lo mejor y lo peor de la humanidad se ve reflejado en las vidas de la gente corriente. Cuando un allanamiento de morada se vuelve mortal, una familia aparentemente perfecta empezará a hacer uso del chantaje, la venganza y la traición. SuburbiconCritica: Si el cine tuviera 10 mandamientos, este debería ser uno de ellos. Porque el universo de los Coen admite tantos adjetivos y una amalgama de géneros tan diversos, que se deberían plantear aprobar ‘Hermanos Coen’ como género cinematográfico. SuburbiconY aunque en los carteles de la película incomprensiblemente sus nombres aparecen en letra pequeña, Suburbicón tiene el sello inconfundible de los Coen. Digo incomprensiblemente, porque aun en tiempos donde el guionista permanece en un segundo plano, yo he querido ver esta película en cuanto he leído sus nombres.No tengo nada en contra de George Clooney, todo lo contrario. Creo que la unión Clooney/Heslov funciona, como bien demostraron con el soberbio guion de ‘Buenas noches y buena suerte’ e incluso con el de ‘Los idus de marzo’. De hecho, son sus dos mejores películas.Por tanto, ¿Qué podría salir mal si al talento de los Coen les sumamos el de Clooney/Heslov? En mi opinión, los Coen tienen un sello muy personal, muy reconocido por los espectadores y que se aleja mucho del cine de denuncia social / político y con cierta moralina que caracteriza los guiones de Clooney/Heslov.Y aquí reside el principal problema. La película tiene dos tramas que no funcionan juntas. La trama principal, escrita por los Coen, donde a través de los ojos de un pobre chaval, interpretado por un magnífico Noah Jupe, van desfilando todo tipo de personajes inmorales, empezando por los más cercanos. Una historia con giros, golpes de humor, esos malvados maravillosos a la par de torpes tan característicos en el universo Coen (enormes Matt Damon y Julianne Moore). Y con una última media hora donde el mejor suspense se apodera de la película y de ti.La trama secundaria, innecesaria, pretenciosa y que te saca de la película de golpe es la escrita por Clooney/Heslov. No viene a cuento que de repente quieran convertir la historia en una denuncia social, racial, política y moralista. Y todo de golpe en unos pocos minutos. NO. La historia de la familia negra en un barrio de blancos está metida con calzador. No sabemos absolutamente nada de esa familia porque solo los utilizan para una de las escenas finales. Para añadir una carga de denuncia y de moralina que carece de profundidad y desentona con la película. Suburbicon
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