Los pingüinos, que como todo el mundo sabe inventaron el surf, se enfrentan en una arriesgada y espectacular competición: la "Copa Mundial de Surf de Pingüinos". El adolescente pingüino Rockhopper, Cody Maverick, es un surfero en ciernes que se introduce en su primera competición profesional. Seguido por un equipo de cámara para documentar sus experiencias, Cody deja su familia y su hogar en Shiverpool, la Antártida, para viajar a la isla de Pen Gu para el Campeonato de Surf en Memoria de Big Z. En el camino, Cody conoce al surfero de Sheboygan, Chicken Joe, al famoso promotor de surf Reggie Belafonte, el cazatalentos de surf Mikey Abromowitz, y la enérgica vigilante Lani Aliikai, que reconocen la pasión de Cody por el surf, aunque en ocasiones esté un poco mal encauzado. Cody cree que esa voluntad para ganar le dará la admiración y el respeto que desea, pero cuando inesperadamente se enfrenta con un viejo surfero acabado, Cody empieza a encontrar su propio camino...
En los valles del Himalaya, un niño huérfano salva a un cachorro de tigre de Bengala de los despiadados cazadores furtivos que mataron a la madre del tigre. Juntos partieron en las montañas del Himalaya hacia el monasterio Taktsang en Bután conocido como "El Nido del Tigre", donde los monjes budistas se refugiaron después de la invasión china del Tíbet en 1950 y protegieron a los grandes felinos. Una nueva gran película para toda la familia que habla sobre la importancia de defender a los animales a través de la historia de la amistad entre dos huérfanos, un cachorro de tigre y un niño, en una historia de hermandad y el descubrimiento de la vida....El niño y el tigreCritica: Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... El niño y el tigre
Ambientada en el mítico mundo de los rudos vikingos y los dragones salvajes, y basada en el libro infantil de Cressida Cowell, esta comedia de acción narra la historia de Hipo, un vikingo adolescente que no encaja exactamente en la antiquísima reputación de su tribu como cazadores de dragones. El mundo de Hipo se trastoca al encontrar a un dragón que le desafía a él y a sus compañeros vikingos, a ver el mundo desde un punto de vista totalmente diferente. How to Train Your Dragon Cómo entrenar a tu dragónCritica:En ese tácito pulso que hay entre las dos grandes productoras actuales en el terreno de la animación por ordenador, tengo la firme convicción de que todo lo que hace Pixar es oro de mayor (Up) o menor (Cars) quilataje, pero siempre por encima de la media, mientras que Dreamworks es más proclive a la mediocridad de subproductos tales como “El espantatiburones”, “Madagascar” o las secuelas de “Shrek”, que a base de anacronismos y chistes facilones normalmente sustentan su calidad en las cacofónicas flatulencias de sus protagonistas. La simpática “Kung Fu Panda” apuntaba ya mejores maneras, que al fin se plasman definitivamente en este espléndido título que debería marcar el rumbo a seguir por la productora de Spielberg. dragón“Cómo entrenar a tu dragón” es una magnífica fábula sobre los prejuicios y la amistad, enmarcada en una centenaria contienda entre dragones y los vikingos que pueblan Isla Mema (sic). Un conflicto del que Hipo, un patoso y esmirriado muchacho quiere formar parte con tal de contentar a su padre, legendario guerrero y jefe del poblado. Debido a sus carencias físicas y gracias a su habilidad con la forja, idea un arpón con el que cazar al más peligroso de los dragones, el esquivo “Furia Nocturna”, al que por casualidad abate. Hipo se dirige a matarlo, pero al encontrarse descubre que quizás las ideas sobre los monstruosos dragones están más que equivocadas… dragónParece que los directores Dean DeBlois y Chris Sanders se han especializado en relaciones de amistad imposibles, ya que es un tema ya abordado en su destacable ”Lilo & Stich” (2002), aunque aquí se superan con creces. Lo cierto es que hacía tiempo que no lo pasaba tan bien con un film de aventuras como este, en el que destacan tanto los estupendos diseños, acción y efectos 3D como la sencillez y emotividad de la historia. Sí es simple, algo tópica y ciertamente predecible, pero ello no es impedimento para disfrutar y evadirte durante una hora y media que pasa como un suspiro, en este jacarandoso mundo de mitología céltica. El triunfo reside en que, aparte de la espectacularidad técnica de la propuesta, que apabulla en su detalle (los grabados celtas de los esmerados escenarios, los geniales diseños de los dragones, la minuciosidad de las texturas de las caras y las barbas de los humanos, etc.), el film tiene su corazón. La relación humano-dragón entre Hipo y “Desdentao” es una de las más entrañables de los últimos años; no resulta artificiosa o forzada, sino que se desenvuelve de una manera gradual con una solvencia narrativa encomiable, partiendo de la mutua desconfianza, con silenciosas miradas y cautelosas aproximaciones, para llegar sin prisas hacia una amistad que cambiará sus respectivos mundos para siempre. dragón
No volver a mostrar