Adaptación cinematográfica de la última e inacabada novela de Francis Scott Fitzgerald. La acción se desarrolla en los años treinta, la época dorada de los estudios de Hollywood, y trata sobre la desmedida ambición y falta de escrúpulos de los que están dispuestos a utilizar todos los medios a su alcance para conquistar la gloria: aspirantes a actores, escritores y productores cinematográficos.
Amor, honor, traición y pasión en el Reino de Camelot. Cuando Lady Guinevere contrae matrimonio con el rey Arturo, lo hace movida por dos razones: el respeto y la admiración que siente por él y la necesidad de que proteja su reino, Leonesse. Pero el destino hace que se cruce en su camino el apuesto caballero Lanzarote, recién llegado a Camelot. Surge de inmediato el amor entre ellos, colocando a Guinevere en la tesitura de elegir entre el rey o Lanzarote.
Jessie y Mark deciden adoptar a Cody, un niño a quien le aterroriza dormir. Inicialmente creen que el origen de dicha fobia está en el traumático pasado del chico. Pero pronto se dan cuenta de la verdad: los sueños de Cody se proyectan en la realidad, y muchas veces lo que se materializa son horribles y letales pesadillas. Para salvar a su familia, Jessie y Mark deberán descubrir qué se encierra bajo los sueños del pequeño.
Annie está atrapada en una relación a largo plazo con Duncan, un fanático obsesivo del oscuro rockero Tucker Crowe. Cuando surge la demostración acústica del exitoso disco de Tucker de hace 25 años, su descubrimiento lleva a un encuentro que cambiará su vida con el esquivo rockero. Juliet, desnudaCriticaSi hay una modalidad del género de la comedia romántica que merece ser rescatado del exilio en el que parece estar sumido, o al menos ser revisitado de vez en cuando, es el de la rom-com británica que nos dio tantas alegrías con títulos como 'Love Actually' (2003), 'Notting Hill' (1999), 'Cuatro bodas y un funeral' (1994) o 'Una cuestión de tiempo' (2013). Sin dar la espalda al formato del gran romance hollywoodiense, los británicos aportan un toque especial a la par de terrenal, no tan infantil, que prefiere encontrar la complicidad del espectador antes que seducirlo con un idealismo vacío, y con personajes maduros en busca del amor en vez de los jóvenes aspirantes a estrella de turno. Por todo ello, es necesario celebrar el estreno de 'Juliet, Naked', que además está basada en una novela de Nick Hornby, que siempre es un plus aunque a estas alturas ya sea prácticamente seguro que nada va a superar a 'Alta fidelidad' (2000).Al igual que en aquel film, en 'Juliet, Naked', nos encontramos con un hombre, Duncan, un tanto inmaduro y al que le apasiona la música, aunque aquí la obsesión se centra en el único álbum lanzado por Tucker Crowe, un músico que, al igual que Sixto Rodríguez, el protagonista de la fantástica 'Searching for Sugar Man' (2012), desapareció hace décadas de la escena musical sin dejar rastro. Pero por azares de la vida, la novia de Duncan, Annie, termina intercambiándose correos con el desaparecido músico a lo 'Tienes un e-mail' (1998). Así, un vínculo especial se establece entre Annie y Tucker cuando estos descubren que comparten el mismo sentimiento amargo: la sospecha de no haber aprovechado buena parte de sus vidas como adultos y de que sea demasiado tarde para enmendar errores y tomar riesgos.'Juliet, Naked' nunca llega a ser una gran comedia ni un gran romance, pero hay una ternura auténtica en la forma en la que se construye la relación entre Annie y Tucker, por la torpeza de ambos a la hora de acercarse el uno al otro, y porque Rose Byrne y Ethan Hawke son actores de primera infalibles, y ambos están fantásticos. Buena parte de la película se ambienta en uno de esos pueblecitos costeros de los que te aburres al segundo día pero que albergan un encanto peculiar, mientras que la trama aborda conflictos propios de la madurez como crisis vitales, expectativas incumplidas, asunción de errores del pasado y responsabilidades familiares con honestidad y ligereza, aunque el personaje al que da vida Chris O’Dowd está un tanto desdibujado. El desenlace es de perfil bajo, pero la experiencia global es positiva, agradable, porque sientes haber sido testigo de un romance discreto pero significativo de dos personas que se inspiran la una a la otra para sobreponerse a lo que la vida les tenía preparado. Juliet, desnuda
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