El señor Smith (Clive Owen), un misterioso y solitario pistolero, desbarata involuntariamente un extraño complot, cuando rescata a un bebé de una muerte segura. Para alimentar a su pequeño protegido, contrata a una prostituta (Monica Bellucci). Desde ese momento los dos se convierten en el objetivo de un peligroso mafioso (Paul Giamatti), que enviará a sus sicarios para eliminar al niño.
Un hombre frustra un asesinato y acaba huyendo de los asesinos con la persona a la que iban a matar. Mientras, una mujer que acaba de conocer intenta encontrarlo....Fuego cruzado por NavidadCritica: que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Fuego cruzado por Navidad
Diez años después de conocerse entre pasarelas y sesiones de fotos, Derek y Hansel han caído en el olvido. Deciden entonces emprender una nueva aventura en busca de la fama y el éxito que perdieron. Para ello, viajan a Europa para enfrentarse a las nuevas celebridades. Secuela de "Zoolander" (2001). Zoolander No. 2 Zoolander 2Critica:Como fan acérrimo declarado de la primera parte que soy, sería de necio intentar ocultar que estuve durante más de diez años esperando el estreno de esta secuela como agua de mayo. Las expectativas estaban muy altas, pues se trata de la continuación de una de mis comedias favoritas de todos los tiempos —habrá gente soltando espuma por la boca tras leer esto último—, pero también tenía una confianza ciega y absoluta en que Ben Stiller no me decepcionaría.Y aquí os tengo que reconocer que tengo un problema muy gordo. Zoolander 2Cuando Zoolander se estrenó, fue absolutamente vilipendiada por cualquiera que la viese, pero con el paso del tiempo se convirtió en una película de culto cada vez reivindicada por un mayor número de personas, lo cual propició el estreno de esta secuela pese al relativo fracaso taquillero de su predecesora. Lamentablemente, no creo que vaya a ocurrir lo mismo con Zoolander No. 2 ni de lejos.¿Y cuál es mi problema entonces? Que me ha encantado. Demasiado. Mucho más de lo normal. Mucho más de lo recomendable, incluso. Zoolander No. 2 se ha convertido, oficialmente, en la nueva película que pese a haberme fascinado en todos los sentidos, no me atrevería a recomendársela absolutamente a nadie por el riesgo de ser ingresado en un centro psiquiátrico inmediatamente después.Sí, sé que a todos se os estará pasando por la cabeza que no será para tanto, que en cierto modo era exactamente lo mismo que pasaba ya con la primera. Pero no. Es que esto es peor. Mucho peor. Zoolander No. 2 es tan chunga, en términos puramente cinematográficos, que hace que Zoolander parezca El Padrino a su lado.Lo primero que llama la atención de la cinta es el enorme despliegue de medios en pos de la subnormalada más grande del que hace gala. Desconozco cuál habrá sido el presupuesto, pero si no ha sido cara de producir, desde luego lo parece. Esta secuela es más larga, más absurda, más espectacular, más ambiciosa y a una escala mucho más grande que la primera.Ayuda, y mucho, el hecho de que Ben Stiller dirija como los dioses. Siempre ha sido un director interesante estéticamente hablando, pero en esta película ha perfeccionado su estilo hasta límites insospechados. Lo propongo desde ya para encargarse de alguna producción de Marvel Studios, porque el empaque visual que tiene Zoolander No. 2 se caga y se mea en la mayoría de blockbusters que se han estrenado en la última década. Tampoco se queda corta en efectos especiales, algunos pretendidamente cutres para favorecer la comicidad y otros bastante logrados y resultones. Zoolander 2
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