La independiente Georgia y sus dos hijos, Ginny y Austin, se mudan al norte en busca de una nueva vida... pero descubren que empezar de cero puede ser complicado....Ginny y GeorgiaCritica: Recientemente se las ha comparado con las chicas Gilmore (las más o menos sanas y amables Gilmore, con las que algunas crecimos) y lo siento, tengo que dejar claro que nada más lejos de la realidad. De hecho me parece hasta peligroso, por llamarlo de alguna manera, hacer esa comparación. Ginny y Georgia es graciosa, sí, y también puede ser especial para los millennial (como yo, ya sabéis, más o menos los que nacimos por los años ochenta y nos hicimos adultos con esa mezcla de lo viejo y las nuevas tecnologías), pero ¡ojo!, los problemas de esta madre millennial y de su hija, no son tan light como lo eran las historias en tono irónico de nuestras queridas Gilmore. Y no sólo los problemas que traen a su nuevo hogar, sino todas las cuestiones nuevas que se van dando.Para que os hagáis una idea, cuando en una serie se dedican a decir al final del capítulo que .«si alguien necesita ayuda porque tiene pensamientos de suicidio hay un teléfono y una web»…bueno, que escribir y decir eso está de moda desde la polémica Por Trece Razones, pero no me imagino ver esto al final de las Gilmore.Todo esto porque en el primer episodio la madre en plan broma le dice a la hija que son como las Chicas Gilmore…ok, algunos hemos entendido que es irónico. Por lo demás, por supuesto hay momentos en los que te partes de risa, pero no sé si es para tanta chanza lo que pasa. El guion es más del estilo Mujeres Desesperadas; siempre comienza y acaba con una historia con moraleja; el tema de los secretos, de los dramas, incluso la madre y la hija son mucho más comparables con Mujeres Desesperadas.....Ginny y Georgia
Virgil Oldman (Geoffrey Rush), un hombre solitario y excéntrico, es un experto en arte y un agente de subastas muy apreciado.
Valeria es una mujer que nunca mira atrás, pasando de un hombre a otro. Pero un día todo cambia: un ex que la hizo sentir mal en el pasado reaparece en su vida. Amor a toda costa
Un granjero californiano tiene dos hijos, Cal y Aron, de caracteres muy diferentes, pero ambos compiten por el cariño de su padre. La situación de Cal se complica cuando averigua que, en realidad, su madre no sólo no está muerta, sino que además regenta un local de alterne.
Un esposo y una esposa se ven obligados a reevaluarse a sí mismos y a su relación a través de la realidad del bloqueo de Covid-19. Juntos Critica*Juntos: secuelas de la vida en parejaEl director nos presenta esta historia sencilla sobra una pareja que se encuentra aislada en casa desde el inicio de la pandemia. Aunque la idea original estaba diseñada para ser llevada al teatro y tuvo que adaptarse debido a la crisis sanitaria. Y, fue entonces cuando Daldry rodó esta historia con solo dos actores, en una única localización y en 10 días. En este sentido, recuerda a películas como Un tranvía llamado deseo (1951) o ¿Quién teme a Virginia Woolf? (1966). En Juntos (Together), se nos presenta la desesperación y angustia de esta pareja que, debido a la pandemia, se ven obligados a convivir juntos durante 18 meses. Se trata de una nueva adhesión a la lista de lo que ya se conoce popularmente como “cine de pandemia”. Son proyectos que han intentado reflejar los cambios que ha vivido la sociedad durante estos últimos dos años.Aunque ya se han visto recientemente otras propuestas audiovisuales sobre el mismo tema, en películas como Help (2021) o Inmune (2020), en esta se nos presenta el impacto mental de convivir tanto tiempo encerrados en pareja. Asimismo, tiene una gran dosis de comedia negra. El director utilizar eso para hacer una crítica sobre la respuesta del gobierno británico ante la pandemia, la hipocresía de la sociedad británica y el debate sobre las vacunas, entre otros temas. Tal vez, sea por eso que los protagonistas no tienen nombre propio. Pues, el director quiere reflejar en estos dos personajes a la sociedad que ha convivido en esta misma situación y que el espectador se vea reflejado en los dos personajes.*Teatro adaptado a la gran pantallaAdemás, resulta interesante el enfoque teatral de Juntos (Together). Ya que se nos presenta a unos personajes que hablan directamente a cámara para dirigirse al espectador. Podríamos decir que estamos asistiendo a una sesión de terapia de pareja en la que ambos se desahogan y comparten los problemas de su matrimonio durante todos esos meses. Esto viene también respaldado por el guion y las buenas interpretaciones de McAvoy y Horgan. Aunque con una dirección sencilla, el espectador podrá ver en la puesta en escena que cada movimiento está previamente planificado y ensayado. Los dos actores se mueven en el espacio en una especie de coreografía mientras llevan a cabo ese viaje interno y reflexionan sobre su matrimonio.*ConclusiónJuntos (Together) se presenta como una historia pensada para ser contada sobre un escenario y se nota en la puesta en escena y en las actuaciones. Y, si bien es cierto que hubiera funcionado mejor en el West End londinense, la película consigue mostrar el lado más íntimo de la convivencia en pareja y lo que la crisis sanitaria ha arrebatado a todo el mundo. Así, el director consigue presentar una historia muy real con la que el espectador podrá conectar y entender en todo momento a ambos protagonistas. Juntos
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