Sarah es una joven peculiar con debilidad por los caballos, aficionada a las manualidades y a las series policiacas sobrenaturales, cuyos sueños lúcidos irrumpen cada vez más en su vida cotidiana. Horse GirlCriticaAsí me he quedado tras el final de esta película, que parece llevarte por unos derroteros para después lanzarte de cabeza al vacío. Una chica aparentemente solitaria pero corriente se desvela como una lunática con problemas mentales heredados, incapaz de relacionarse con el mundo más que a través de sus fantasías.El enfoque con el que se afronta el personaje protagonista es claramente el de la enfermedad mental. Gran trabajo ahí de la actriz Alison Brie, muy comprometido, cargado de matices y máxima responsable de que no le casque un suspenso al film. Pero a medida que avanza el metraje el guión va dando cada vez más entidad a sus proyecciones oníricas, barra, alucinaciones. El mundo va por un camino pero el personaje de Sarah transcurre por otro, con la consiguiente y traumática colisión de realidades.Y hete aquí que llegamos al abrupto final, que algunos podrían considerar abierto, pero yo veo como claramente posicionado. Legítimo, pero tramposo en relación con lo mostrado durante la hora y media previa. Claros ecos de The Sound Of My Voice (2011) y la serie The OA, y en la que sólo falta Britt Marling para terminar de dotar de aura new age tontorrona al relato, que en este caso se nutre mas de alucinógenas teorías conspirativas. Para mí, terminar así es un fiasco y echa por tierra lo que hasta ese momento era una producción cuando menos digna sobre el mundo interior de una persona enferma. Horse Girl
En la posguerra de Hong Kong, el legendario Wing Chun Ip Man, gran maestro se pone en acción una vez más, cuando lo que comienza como rivales sencillos, no tarda en convertirse en una guerra oscura y peligrosa de las Tríadas. Ahora, el maestro para defender la vida y el honor, no tiene más remedio que luchar una vez más.
Un joven que aspira a convertirse en un poderoso guerrero se une a un ejército de élite, desata la ira de su lunático líder y se enamora de una mujer indómita.....Jagun Jagun (The Warrior)Critica: pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Jagun Jagun (The Warrior)
Hassan Haji conoce el mundo de la restauración desde muy pequeño, cuando su abuelo regentaba el restaurante justo debajo de su casa en la ciudad de Bombay. Cada día el olor a curry y a especias subía para llenar toda la casa de ese aroma tan peculiar y agradable. Ahora es su nieto, Hassan, quien dirige el restaurante, pero una inesperada tragedia le empuja a él y a su familia a buscar un nuevo local para el negocio y una casa en un pueblo de los Alpes franceses. The Hundred-Foot Journey Un viaje de diez metrosCritica:Es una película amable, acogedora, simpática, llena de colorido, sensual, expansiva y encantadora, un vistoso suflé atiborrado de sabor, olor, sugerencias y buenas vibraciones. Casi demasiado bonita para ser creíble, simple como el mecanismo de un chupete y de una superficialidad algo automática y sin alma. Tiene la virtud de hacer del paladar y el disfrute de los sentidos su centro narrativo y temático, pero tan loable punto de partida – por lo general postergado tanto en el cine como en la vida – se queda en buenos propósitos llenos de bonhomía, buen rollo y cortedad de miras y bastante famélicos logros más allá de la estampita florida, jacarandosa y preciosista. Un viaje de diez metrosResulta campechana, nada ofensiva y se me hace difícil de criticar porque no hay nada que no funcione bien ni cumpla su propósito de entretener con decoro, equilibrio y buen gusto. Consigue lo que se propone y entretiene durante toda su proyección, con ritmo y fluidez, sin sobresaltos ni sorpresas, de una afabilidad contagiosa y positiva, estudiada sencillez y benevolencia ecuménica digna de elogio. Pero todo resulta demasiado estudiado, prefabricado, como una receta en que nada sobra ni falta pero que sabe a poco, se queda corta, acaba uno con hambre, no va a ninguna parte, apenas levanta el vuelo y se queda exangüe, sin nervio, mordiente o intensidad. Falta ingenio y los personajes son planos y sin densidad ni interés. Los buenos propósitos es lo que tienen: se alcanzan y ya está. Un viaje de diez metrosHelen Mirren está en su papel de dama estirada con corazón, pero como todo lo demás, carece de verdad o intensidad. Es un cliché andante. Y la familia protagonista lleva con solvencia el peso de una tenue trama de superación, dificultades y oprobios – y poco más. Tentado estoy de alabar la bella fotografía de Linus Sandgren (porque realmente lo merece) que saca partido a la comida, los paisajes y los interiores, o de resaltar de nuevo el eficaz chorro sonoro de A.R. Rahman (sí, la bullangera alma oscarizada de ‘Slumdog Millionaire’), pero produce tristeza que los apartados más reseñables sean los técnicos. Un viaje de diez metros
Su esposo abusivo ha muerto a manos de una amiga lesbiana que haría cualquier cosa por ella. Ahora huyen para ponerse a salvo.....Contigo a muerteCritica: Ride or die (2021) o en castellano Contigo a muerte, es una película japonesa dirigida por Ryuichi Hiroki y estrenada por Netflix en la que una pareja de mujeres debe huir luego de que una de las dos cometa un crimen.Por Nicolás BianchiPor la temática se puede establecer un diálogo entre Ride or die y las recientes Portait of a lady on fire (2019) o The world to come (2020), en las que se retrata las dificultades de un amor entre mujeres, aunque por su comienzo la película japonesa se encuentra más cerca de la nominada al Oscar Promising young woman (2020), en donde el relato tiene su punto de partida a partir de una joven que se muestra vulnerable en un bar.En la puesta de Ride or die hay un cuidado estético que pervive en los largos 140 minutos del film. La primera escena comienza con un extenso plano secuencia en la que el espectador sigue a la protagonista de espaldas. Ella ingresa en un amplio bar ubicado en un sótano, lo recorre y finalmente se sienta en una de las barras, donde pide dos tequilas para convidarle uno a un extraño que está sentado unas banquetas más allá.El código que se introduce allí en la película es que a partir de ese gesto, Rei (Kiko Mizuhara), se encuentra disponible para que ese hombre haga con ella prácticamente lo que se le antoje. Los personajes principales de Ride or die son mujeres oprimidas y amenazadas, cuyas s libertades están delimitadas por el deseo de los hombres y las tradiciones..A partir de la actitud de Rei la pareja va a un cuarto de un hotel lujoso en donde tiene lugar una escena de sexo que bordea lo explícito (no será la única en la película) que se corta cuando en medio del acto la mujer toma un bisturí y apuñala al hombre. La secuencia, que cambia abruptamente lo sexual por lo violento, conserva su crudeza e intensidad.....Contigo a muerte
El Dr. Axel Cross (Morgan Freeman) es detective, psicólogo forense y escritor de éxito de novelas criminales. Cuando su sobrina Naomí desaparece, inicia su propia investigación. Siete chicas han desaparecido y se han encontrado dos cadáveres. Al lado del último de ellos ha aparecido una nota firmada 'Casanova'. Cross recibe la ayuda de Kate McTiernan (Ashley Judd), una joven doctora que ha conseguido escapar del secuestrador y puede ser la única persona capaz de identificar a 'Casanova'. A pesar de la reticencia inicial del detective, juntos emprenden una carrera contrarreloj para encontrar a la sobrina de Cross y descubrir la estremecedora verdad que se oculta tras su desaparición.
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