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Utorrent | BluRay 1080p | 16.7 GB | Descargar |
Un drama que describe los deseos y misterios que rodean a las personas que se convierten en estrellas de las redes sociales, que viven como las supuestas celebridades y las personas que las envidian.
Little Q is an aspiring guide dog, training to be a guide for the blind. Soon Little Q is partnered with Bo-ting, a renowned pastry chef who’s losing his sight. But Bo-ting is irritable and reluctant, constantly losing his temper at those around him and rejecting Little Q. Eventually, dog and owner bond as Little Q wins Bo-ting over with its unwavering loyalty. However, as Little Q gets older and Bo-ting’s health suffers, the two of them face an unwilling separation...Little Q LittleCritica: esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia......Little Q LittlePor una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. LittleEs decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Little
Miranda (Rosamund Pike) es enfermera en un pequeño pueblo que está a punto de ver cumplidas sus aspiraciones profesionales y además mudarse a la casa de sus sueños. Sin embargo una cita a ciegas con William (Shiloh Fernandez), un desconocido, lo cambia todo y da un vuelco a su vida. El camino para coger de nuevo las riendas es el perdón y el olvido, pero Rosalind oculta un oscuro secreto que amenaza con salir a la luz.Critica:La historia de una violación. La historia de un odio reprimido. La historia de una venganza. Hasta ahí las premisas que, así contadas, no suenan mal. Si además le sumamos el encanto de Rosamund Pike y la veteranía de Nick Nolte, pues el resultado debería ser meridianamente bueno. ¿Qué ocurre? Que el guion, a la par que tramposo, torna en despropósito. Y Nick Nolte y su veteranía no aparecen en esta película. Y que los encantos de Rosamund Pike son solo envoltorio y que el cartel queda muy bonito ahí, entonando el Do de martillo. Y que el otro protagonista, el tal Shiloh Fernandez es la sobreactuación hecha persona, mascando el palillo de dientes a la vez que deja su sonrisa sibilina asomar a las barandas del porche."Devolver al remitente" quiere esconder todo para el final, pegar un giro completo a la historia y dejar al espectador boquiabierto. Y creo que esto último lo consigue, gracias a los patinazos y bandazos que va pegando para cerrar de una forma ineficaz y estúpida. La mamarrachada hecha forma es cuando la protagonista, la cándida Pike, revela sus secretos en tromba, sin venir a cuento, modificando su actitud a través de su semblante y de sus vestidos. Inexplicable y olvidable. ¿Qué más da? personal (2015) 1080p español,Mala, sí, muy mala como si han encargado de atestiguarnos las inocentes mentes privilegiadas que han tenido el infortunio y la desgracia de toparse y clavar sus miradas y por consguiente su espíritu crítico más despiadado con esta película que aunque traiciona en varias ocasiones de manera imperdonable al espectador merece ser rescatada de las llamas del averno. ¿Por qué? Pues porque me ha mantenido entretenido no, sino realmente expectante durante mi consecutiva sesión trasnochada de cine a lo largo de su duración. Y... porque durante buena parte de la mima tenía tintes de duro y triste drama romántico, de esos que no se atreve a ser planteado todos los días debido al miedo de la abrumadora polémica que pudiera cernirse sobre el proyecto y responsable en caso de ver luz un tema tabú relacionado con un asunto tan en boca de todos y con un veredicto generalizado tan hermético que no admite réplica.
Belle Époque. El payaso Chocolat, el primer negro que trabajó en un circo francés, tuvo un enorme éxito a finales del siglo XIX. Fue también el primero en hacer publicidad, el que inspiró a otros artistas de la época como Toulouse Lautrec o a los hermanos Lumière participando en varias de sus primeras películas. Él y el payaso Foottit fueron pioneros en la creación de un dúo entre un payaso “Carablanca” y un payaso “Augusto” negro. Chocolat, cuyo nombre era Rafael Padilla, nació en Cuba hacia 1865 y, siendo un niño, se trasladó a Europa. En España trabajó como sirviente, limpiabotas y minero. El destino lo llevó a Francia a trabajar en el circo. Pasó de ser esclavo a ser un hombre libre, del circo al teatro, y del anonimato a la fama.
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