El joven Taki vive en Tokio y la joven Mitsuha, en un pequeño pueblo en las montañas. Durante el sueño, los cuerpos de ambos se intercambian. Recluidos en un cuerpo que les resulta extraño, comienzan a comunicarse sin saber los que les espera. NameCritica:Atesoraba muchas ganas de ver este film y debo reconocer que no me ha decepcionado. La animación es impecable, la banda sonora te engancha especialmente con el tema central de la película, la trama sin ser original resulta entretenida y dinámica por la forma en que se suceden las escenas... No obstante, hay algunos aspectos en los que falla rematadamente y me gustaría hacer un par de puntualizaciones:-Contiene demasiados clichés. En cierto modo puede resultar incluso positivo por la manera de ser tan inocente que tienen los dos adolescentes protagonistas, pero resulta un tanto pesado soportar la reproducción de los mismos estereotipos en este tipo de películas románticas. Name-El último tramo de la película resulta agotador. No parecía necesario redundar en lo mismo miles de veces, y perfectamente pudo ser acortada la última parte de la película. Además, que resulta excesivamente ñoña. Y si bien es cierto que es una película romántica y que desde el comienzo se sabía por donde iban los tiros, no hacía falta adornarla de una forma tan melosa y contraponerla al tono que había imperado durante la mayor parte del film. Al menos durante buena parte de la película a mí me pareció que tenía un tono más cómico y desenfadado. NamePese a estos errores, la película se hace amena. Te reirás recordando la inocencia de la adolescencia y te envolverá el misterio a partir de cierto acontecimiento. Aparte de ser romántica y contener comedia, la valoraría también como una película de ciencia ficción. Sin ningún tipo de pretensiones científicas, lo cual es de agradecer porque la magia de la ciencia ficción reside precisamente en no explicar diversos actos. Name
Chicago, años 30. Época de la Ley Seca. El idealista agente federal Eliot Ness persigue implacablemente al gángster Al Capone, amo absoluto del crimen organizado en la ciudad. La falta de pruebas le impide acusarlo de asesinato, extorsión y comercio ilegal de alcohol, pero Ness, con la ayuda de un par de intachables policías reclutados con la ayuda de un astuto agente, intentará encontrar algún medio para inculparlo por otra clase de delitos.
Un apasionante drama bélico que cuenta la historia de Maria Petrova, en cuyo destino, como en un espejo, se reflejó el destino del país: la hija de un sacerdote, que renunció a su padre y a la fe, sirve en la NKVD. En la víspera de la batalla por Moscú, María se encuentra con la anciana clarividente Matrona, y pronto es María quien tiene la tarea de entregar a Moscú el ícono milagroso de la Madre de Dios, ubicado detrás de la línea del frente en el territorio ocupado... Mariya: El Símbolo de La GuerraCritica: apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Mariya: El Símbolo de La Guerra
No volver a mostrar