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A principios de los ochenta, un congresista americano aficionado a la diversión, una mujer de la alta sociedad de Houston defensora acérrima de las buenas causas y un agente de la CIA apasionado por los retos, conspiraron para llevar a cabo la mayor operación secreta de la historia. Joanne Herring (Julia Roberts), una de las mujeres más ricas de Texas y virulenta anticomunista, convenció al congresista Charlie Wilson (Tom Hanks) para que ayudara a los muyahidines afganos, consiguiendo fondos y armas para expulsar a los soviéticos de Afganistán. El compañero de lucha de Charlie en esta dura batalla fue el agente de la CIA Gust Avrakotos (Philip Seymour Hoffman).
En 1939, a punto de estallar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el extravagante Guido llega a Arezzo, en la Toscana, con la intención de abrir una librería. Allí conoce a la encantadora Dora y, a pesar de que es la prometida del fascista Rodolfo, se casa con ella y tiene un hijo. Al estallar la guerra, los tres son internados en un campo de exterminio, donde Guido hará lo imposible para hacer creer a su hijo que la terrible situación que están padeciendo es tan sólo un juego. La vida es bellaCritica: Me cabrea muchísimo ver al típico nazi estúpido en algunas películas de Hollywood, la mayoría dirigidas o producidas por Mr Dólar, pero aquí no hay un nazi tontorrón, aquí hay un batallón entero de idiotas en el que no se salva ni el pastor alemán. Por lo tanto el cabreo fue más que mayúsculo, superlativo. bellaLa primera parte de la película esta bastante bien, el cortejo de Guido a su princesa y la llegada del pequeño Josué. Pero Benigni convierte el campo de concentración en su circo particular, confunde la forma, y aunque tenga buenos monólogos para hacernos reír con la muestra de ternura hacia su hijo, desentona como una puta en un convento ¿pero de qué nos estamos riendo? Los nazis no son nazis, los presos no son presos y hay un payaso suelto, haciendo lo que le da la gana, en un lugar en el que en personaje así, recibiría un balazo antes de cruzar la puerta.“El tren de la vida” trata el holocausto, también como una fabula y en forma de parodia, pero con mucho más respeto que Benigni en “La vida es bella”. Los malos dan miedo y toda la comedia está bien contextualizada en el drama histórico, cosa que aquí no ocurre. bellaY para rematar, la Academia le dio el oscar a mejor actor a Roberto Benigni en detrimento de Edward Norton en su gran interpretación en “American History X” ¿Por qué? porque Edward interpretaba a un nazi, un nazi que no es estúpido, grave error, y al qué se le permite argumentar en algunos momentos en defensa de sus más que discutibles ideas, algo intolerable para los académicos, para ellos era más lógico concederle un oscar a un tipo que se interpretaba a si mismo, vaya tela. bella
Annie está atrapada en una relación a largo plazo con Duncan, un fanático obsesivo del oscuro rockero Tucker Crowe. Cuando surge la demostración acústica del exitoso disco de Tucker de hace 25 años, su descubrimiento lleva a un encuentro que cambiará su vida con el esquivo rockero. Juliet, desnudaCriticaSi hay una modalidad del género de la comedia romántica que merece ser rescatado del exilio en el que parece estar sumido, o al menos ser revisitado de vez en cuando, es el de la rom-com británica que nos dio tantas alegrías con títulos como 'Love Actually' (2003), 'Notting Hill' (1999), 'Cuatro bodas y un funeral' (1994) o 'Una cuestión de tiempo' (2013). Sin dar la espalda al formato del gran romance hollywoodiense, los británicos aportan un toque especial a la par de terrenal, no tan infantil, que prefiere encontrar la complicidad del espectador antes que seducirlo con un idealismo vacío, y con personajes maduros en busca del amor en vez de los jóvenes aspirantes a estrella de turno. Por todo ello, es necesario celebrar el estreno de 'Juliet, Naked', que además está basada en una novela de Nick Hornby, que siempre es un plus aunque a estas alturas ya sea prácticamente seguro que nada va a superar a 'Alta fidelidad' (2000).Al igual que en aquel film, en 'Juliet, Naked', nos encontramos con un hombre, Duncan, un tanto inmaduro y al que le apasiona la música, aunque aquí la obsesión se centra en el único álbum lanzado por Tucker Crowe, un músico que, al igual que Sixto Rodríguez, el protagonista de la fantástica 'Searching for Sugar Man' (2012), desapareció hace décadas de la escena musical sin dejar rastro. Pero por azares de la vida, la novia de Duncan, Annie, termina intercambiándose correos con el desaparecido músico a lo 'Tienes un e-mail' (1998). Así, un vínculo especial se establece entre Annie y Tucker cuando estos descubren que comparten el mismo sentimiento amargo: la sospecha de no haber aprovechado buena parte de sus vidas como adultos y de que sea demasiado tarde para enmendar errores y tomar riesgos.'Juliet, Naked' nunca llega a ser una gran comedia ni un gran romance, pero hay una ternura auténtica en la forma en la que se construye la relación entre Annie y Tucker, por la torpeza de ambos a la hora de acercarse el uno al otro, y porque Rose Byrne y Ethan Hawke son actores de primera infalibles, y ambos están fantásticos. Buena parte de la película se ambienta en uno de esos pueblecitos costeros de los que te aburres al segundo día pero que albergan un encanto peculiar, mientras que la trama aborda conflictos propios de la madurez como crisis vitales, expectativas incumplidas, asunción de errores del pasado y responsabilidades familiares con honestidad y ligereza, aunque el personaje al que da vida Chris O’Dowd está un tanto desdibujado. El desenlace es de perfil bajo, pero la experiencia global es positiva, agradable, porque sientes haber sido testigo de un romance discreto pero significativo de dos personas que se inspiran la una a la otra para sobreponerse a lo que la vida les tenía preparado. Juliet, desnuda
Es el año 2012. Frustrado por el rumbo que está tomando la iglesia, el cardenal Bergoglio solicita el permiso del Papa Benedicto para retirarse. Sin embargo, el Papa Benedicto convocará a su crítico y futuro sucesor en Roma. Entre ambos se sucederán extensas charlas para buscar posturas en común. Tras los muros del Vaticano, habrá un profundo debate entre la tradición y el progreso, con el objetivo de forjar un futuro para los millones de fieles católicos de todo el mundo. Además, Benedicto revelará un secreto que sacudiría los cimientos de la iglesia católica, ya que sorprendió al mundo cuando anunció que renunciaba al pontificado de la Iglesia. Esta película que dirige el brasileño Fernando Meirelles es una mirada íntima a un momento histórico clave para la Iglesia católica. Los dos PapasCriticaEstamos ante una interpretación magistral de dos actorazos. Deliciosa. Fantasía o realidad?. Ficción: no es cine histórico, obviamente. Ficción muy amable y respetuosa. Y trata de dos genios en la vida real. Que no me extrañaría se relacionen entre sí de ese modo: es mucho lo que llevan entre manos y no creo, en absoluto, que los diferentes acentos y personalidad les lleven al distanciamiento y trato bronco propio de políticos. Y esta es la virtualidad que, en mi opinión, más se destaca en el film: ambos tienen una finalidad idéntica. Aman lo mismo. Y lo aman de verdad. Y por muy diferentes que sean no inciden en su acento propio hasta el punto de distanciarse. Porque saben que lo que está en juego es muy superior a su propia óptica... y la trasciende. Y que serían unos canallas si por soberbia se pudiera romper el jarro.Deliciosos los diálogos de madurez -senectud- de ambos intérpretes. Deliciosa la sabiduría que emana de uno y otro. Y delicioso el recurso a la fina ironía, todo un recurso y quizá el más apropiado, para solventar lo que podría haber sido un auténtico choque de trenes.Y los tristes: a lo de siempre. Te dicen: oportunidad perdida para señalar a la Iglesia por los casos de pederastia!!! Simplemente no se dan cuenta de que, incluso para los no católicos, existe la saturación. Ánimo: disfrutad de algo amable y de una interpretación asombrosa, que merece la pena. Los dos Papas
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