Un escuadrón lucha en la Guerra de Corea, que libraron el Norte y el Sur entre 1950 y 1953, en la crucial Batalla de Incheon, una ciudad surcoreana que había sido ocupada por las fuerzas comunistas del Norte. El ataque, comandado por el Sur con el apoyo de las potencias occidentales, estuvo dirigido por el General MacArthur y fue un contraataque sorpresa con la denominación en clave de "Operación Chromite. Operation Chromite ocultaCritica: Me encanta el cine reciente coreano y el cine bélico, pero con esta película se puede trazar una evolución del cine coreano sobre la Guerra de Corea. Si a principios de siglo nos deslumbraron con "Lazos de guerra" (una de mis películas bélicas favoritas de todos los tiempos) y con "Welcome to Dongmakgol" Unos años después el cine coreano inauguró las coreanadas. "71: Into the Fire" o "The Front Line" ¿La diferencia entre unas y otras? Que las primeras tenían personajes complejos, profundos, no se dividían en buenos y malos. Nos presentaban la Guerra de Corea, como lo que fue, una estúpida guerra civil entre hermanos, como todas las estúpidas guerras civiles que en el mundo ha habido. En las segundas el nacionalismo tomaba el papel y los coreanos del sur eran los buenos absolutos y los más heroicos, capaces de estar agonizando, pero extraer fuerzas para liquidar a otro par de enemigos. Por cada soldado surcoreano que da su vida por la patria, antes mata a 20 o a 50 norcoreanos, qué más da. Más o menos como la mayoría de las películas bélicas de Hollywood sobre la SGM. ocultaPor desgracia "Operation Chromite" está más en este último grupo que en el primero. Personajes estereotipados, mil veces vistos, el bueno que se sacrifica por Corea del Sur y el villano de Corea del Norte, tan malo que usa a una mujer de escudo humano. La sensación que deja este cine es que ambos países siguen juntos en el mapa, pero espiritualmente cada vez más lejos e irreconciliables. oculta
Un hipster de mediana edad en Estocolmo entrena para la carrera de esquí Vasaloppet de 90 km. Su hermana es todo lo contrario, no tiene trabajo, bebe pero tiene una hija. Entre ellos se revelan secretos y se hacen promesas.... Fuera de pistaCritica: Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia... Fuera de pista
Tres adolescentes que han crecido en arduas circunstancias, Jessie, Calvin y Nicky, se dedican a ver la vida pasar mientras tratan de averiguar qué han de hacer para poder salir adelante en la vida....GullyCritica: llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Gully
Bobby Garfield (Interpretado por Anton Yelchin) regresa a su ciudad natal, Harwich, en Connecticut, para el funeral de su amigo de la infancia Sully-John. Han pasado casi cincuenta años, pero los recuerdos siempre están presentes: En 1960, su padre lleva seis años muerto y ha dejado a su esposa Liz sin un céntimo. Esta pasa la mayor parte del tiempo con Don Biderman (Interpretado por Adam LeFevre), un agente inmobiliario, y descuida a su hijo, al que considera una carga y un obstáculo para sus ingenuas ambiciones. Un día, Ted Brautigan (Interpretado por Anthony Hopkins), un enigmático anciano, se muda al apartamento de arriba y solicita los servicios de Bobby: necesita que le lea el periódico y que vigile los alrededores. Unos hombres con abrigos amarillos rondan por el lugar y quieren atraparlo. Durante sus conversaciones, Ted hará entrega a Bobby de un regalo que cambiará para siempre su percepción del mundo.
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