Ambientada en Los Ángeles durante los años 70. El detective Holland March y el matón a sueldo Jackson Healy se ven obligados a colaborar para resolver varios casos: la desaparición de una joven, la muerte de una estrella porno y una conspiración criminal que llega hasta las altas esferas. The Nice Guys Dos tiposCritica:Dos detectives, el de lo del bar y el que tiene prisa, unen sus fuerzas para encontrar a una estrella porno. Sí, nos suenan esos casos típicos de detectives privados baratos. Bien. Ritmo irregular, diálogos poco precisos, cómica en varios aspectos y trama a trompicones, aún así: Bien ¿Por qué? Porque la película tiene un encanto especial, un encanto a base de sumergirte delicadamente en unos auténticos aires setenteros. O al menos, muy acertados. Y luego están ellos. Dos tiposRussell Crowe, todo fondón, se desenvuelve estupendamente y consigue sostener un peculiar detective, casi sin historia, que puede que se quede un poco en el aire a la hora de exponer sus razones para formar sociedad con Ryan Gosling, pero debemos entender que los términos de la investigación están por debajo del poder contemplar a ambos actores en dos papeles peculiares y lejos de sus ámbitos normales. Y están fenómenos.Como en los 70: el vestuario logrado, los coches ideales, música Disco de la época de los magnetofones a lo Ritchie Family, matones horteras con esas gafas de sol de pasta gruesa que tanto se usaban entonces, les habrá costado encontrarlas, y ¡cómo no! una mujer negra a lo Blaxploitation, con el pelo cardado formando redondel y todo trasladado con mimo y coherencia a la pantalla. Dos tipos
Su, una mujer que no tiene amigas, se ve obligada a seguir una lista de absurdas instrucciones para superar la inesperada muerte de su prometido .Entre ellas: Hacer una amiga. Sus mejores amigos, Gil y Matías, la acompañan en sus intentos desatinados hasta que conoce a Ana. Quien la ayuda a recobrar su lado femenino y a reencontrarse a sí misma.....Después de tiCritica: sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia......Después de ti
Un estafador de poca monta con un pasado difícil que opera con su madre adoptiva se hace cargo de un grupo de estudiantes problemáticos que lo cambiarán todo.
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