El virus de la corporación Umbrella sigue haciendo estragos en La Tierra convirtiendo a la población en legiones de muertos sedientos de sangre. La última esperanza de la humanidad, Alice, despierta en el centro de operaciones de la compañía donde comienza a conocer más detalles de su pasado. Alice seguirá persiguiendo a los responsables del virus llevándola por Tokio, Nueva York, Washington y Moscú donde le será revelado algo que la hará plantearse todo lo que la ha sucedido hasta ahora. Con la ayuda de sus nuevos aliados, Alice deberá sobrevivir el tiempo suficiente para escapar de un mundo hostil... La cuenta atrás ha comenzado. Resident Evil 5Critica: Hay quien tiene las santas narices de meterse en el cine para ver películas como ésta pretendiendo que le cuenten los misterios del verbo (debe ser "friquifan" de la tarugada esa de "Perdidos"). Yo me meto en el cine a ver películas como ésta para evadirme de la jodida realidad que asola todos los días, olvidarme de la prima de riesgo, del gobierno, del paro, del jefe y hasta de mi nombre. ResidentEllos nunca lo consiguen porque una cosa que se titula "RE5: Venganza" no da para más y, obviamente, se cabrean. Bendita gana de tirar la pasta al retrete, majos.Yo siempre lo consigo porque sé que una cosa que se titula "RE5: Venganza" da para lo que da y, obviamente, no le busco tres piés y me paso un rato más feliz que una codorniz. Palomitas y evasión a mogollón. ResidentPorque, a ver si os enteráis, esta cosa ni es cine ni quiere serlo. Que no, que no, que no. Es un videoclip muy caro -y muy bien rodado- en el que la Jovovich, rodeada de unos cuantos amigotes, se pasa 100 minutos reventando cráneos rodeada de bichos feos, pegando tiros sobre una musica muy fuerte, y en medio de un montón de explosiones gordas, inundaciones, desastres y quilombos... Pues claro que no tiene guión colegas. Es que si le ponen guión a este monumento sacrosanto al pim-pam-pum, yo ni me arrimo a la taquilla. Resident
Tras una misión de sabotaje fallida, un trío de rebeldes contra el apartheid se ve envuelto en una tensa situación con rehenes en un banco...El asedio de SilvertonCritica: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... El asedio de Silverton
Henry Long busca desesperadamente una cura para la afección que lo deja incapaz de sentir dolor físico. PainlessCritica: No es un thriller, los que la vean háganlo sin esperar eso, porque no, no hay asesinatos, ni asesinos, ni persecuciones, ni nada, es u drama sobre un tipo que no siente dolor y se ha pasado toda la vida tratando de descubrir la formula científica para lograrlo. Probablemente con más presupuesto y actores más talentosos hubiera sido una gran película, el guión es bueno, los personajes están bien estructurados, las situaciones igual, no es impresionante pero si daba para lograr mayor financiamiento.Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado.Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.
Basada en una historia real ocurrida en los años 80, narra cómo un policía estadounidense se infiltra en una banda de narcos colombianos. Para lograr ese objetivo, Robert Mazur (Bryan Cranston) se infiltrará junto Kathy Ertz (Diane Kruger), quien fingirá ser su futura esposa y Emir Abreu (John Leguizamo), un policía con métodos poco tradicionales para codearse con la cúpula de la organización criminal y ser parte de la mayor operación encubierta antidroga de la historia. The Infiltrator EscobarCritica:Como ya hiciera con sus dos últimos trabajos, otros dos biopic sobre el guionista de Hollywood, Trumbo y el presidente Johnson, Cranston no sólo es lo más destacada de la película, sino quien levanta y sostiene un guión sin garra y de excesiva duración. Además el look ochentero que luce el actor, le sienta bien y le rejuvenece. Escobar Aunque esta vez no está tan solo. John Leguizamo, como su compañero policía, y Diane Kruger, como una novata que se infiltra junto al personaje de Bryan Cranston, como su su prometida, también rayan a gran nivel.La película tiene una estética homenaje a los grandes thrillers de la época, como "Donnie Brasco" o "Scarface" y son, junto al reparto, lo mejor y más llamativo de la película. Lo peor es un guión sin fuerza,escrito por la propia madre del director, basado en tópicos y que no arriesga ni propone nada nuevo ni diferente de la gran cantidad de películas ambientadas en el mundo de los policías infiltrados. Otro fallo ,es que apenas se trata la relación de Robert Mazur con su mujer e hijas. Salvo un par de pinceladas, no se ahonda nada en esa parte dramática de la vida del policía.Bryan cranston, nuevamente, pone voz y cara a un personaje real, en esta ocasión al policía Robert Mazur, que, bajo el alias de Robert Musella, se infiltro entre los grupos de narcotraficantes que operaban en Miami, dentro del Cartel de Medellín que dirigiera Pablo Escobar, haciéndose pasar por un ejecutivo de banco dispuesto a lavar el dinero de la droga. Escobar
Biopic sobre el Príncipe Seretse Khama, el rey de Botsuana, que al contraer matrimonio en 1948 con Ruth Williams, una mujer blanca británica, originó un conflicto internacional, ya que el apartheid sudafricano no permitía los matrimonios interraciales. En 1947 Seretse conoció a Ruth, una oficinista londinense. La atracción fue inmediata; ella quedó prendada de él por su visión de un mundo mejor, mientras que él quedó cautivado por su disposición a aceptar esa visión. Eran la pareja perfecta, pero su intención de contraer matrimonio se enfrentó al rechazo, no sólo de sus familias, sino también de los gobiernos británico y sudafricano. A United Kingdom Un reino unidoCritica:El apartheid fue el denigrante sistema de segregación racial que imperó en Sudáfrica, consentido por el gobierno británico durante muchos años por intereses geoestratégicos y políticos, que bajo el dominio de una minoría blanca estuvo en vigor hasta 1992. Ese lamentable régimen afectó indirectamente a los países vecinos que Sudáfrica pretendía anexionarse como era el protectorado británico de Botswana, asolado por la pobreza, cuando era un rico territorio en oro y diamantes. Básicamente, este sistema de discriminación racial en Sudáfrica consistía en la creación de lugares separados, tanto habitacionales como de estudio o de recreo, para los diferentes grupos raciales, en el poder exclusivo de la raza blanca para ejercer el voto y en la prohibición de matrimonios o incluso relaciones sexuales entre blancos y negros. Un reino unidoEs lo que denuncia este film a través de un “biopic” sobre Seretse Khama (David Oyelowo) que luchó por la independencia y derechos humanos para Botswana. Se trata de un clásico melodrama sentimental en un determinado marco político y social basado en hechos reales. El film se sitúa en 1947 centrándose en la relación sentimental entre un futuro rey de un pequeño país africano y una oficinista británica blanca. Seretse y Ruth, se conocen, se enamoran y se casan, en un Londres posbélico, en contra de sus familias y varios gobiernos, es la trama de amor alrededor de la que se articula un drama humano como motor sociopolítico de un mundo intransigente. La difícil convivencia de un matrimonio en una época hostil y asfixiante para las relaciones interraciales. Un reino unidoLa película resulta bastante previsible y convencional, aunque no carente de momentos emocionantes, como cuando Seretse se dirige a su pueblo liderando nobles ideales. El trabajo de Rosamund Pike, actriz emergente de belleza singular, como la abnegada esposa resulta aceptable, sobre todo por su interés en adaptarse a un nuevo mundo para ella, llena de dificultades y discriminaciones. La ambientación está muy lograda, aunque quizás peca un tanto de ser poco objetiva y un tanto simplista a la hora de retratar a los malvados británicos, representados por políticos y funcionarios mentirosos y mezquinos por sus interese bastardos. Un reino unido
Muestra el mundo de los aspirantes a entrar en las fraternidades, a través de los ojos de un candidato privilegiado. El protagonista se debate entre obedecer el código de silencio y rebelarse contra la violencia de las novatadas clandestinas.
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