Courtney Withmore es una estudiante de instituto que ayuda a un grupo de jóvenes héroes a acabar con los villanos del pasado. La serie se centra en Stargirl y el primer grupo de superhéroes: la Sociedad de la Justicia de América...StargirlCritica: Les voy a contar un secreto que tal vez conozcan: el primer súper equipo de la historia del cómic no fue ni los Vengadores ni la Liga de la Justicia: fue la Sociedad de la Justicia, y tuvo su época de gloria durante la Segunda Guerra Mundial. Se trataba de un cómic facilón y primitivo, con dibujos un tanto toscos, donde primaba el garrotazo y tentetieso y la ciencia ficción de saldo, pero tenían algo... para los lectores de la época, críos en su totalidad, claro está, resultaba irresistiblemente seductor contemplar reunidos en una sola colección a los grandes ases de la época: Superman, Batman, Wonder Woman, el primer Linterna Verde, el primer Flash, Wildcat, Hourman, el Espectro, el Dr. Fate, el Dr. Midnight (y su búho... ejem... eran otros tiempos), Sandman, Johnny Thunder, el primer Átomo... y, por supuesto, Starman.Starman era un científico así como apolíneo a la par que genial que había inventado una quisicosa llamada «vara cósmica» que le permitía, pues... hacer muchas cosas chulas, como volar, lanzar rayos y tal. Vamos, que no se habían gastado muchas neuronas en crearlo. Pero, como todos sus compañeros, tenía ese algo al que hemos hecho referencia antes.Y, bueno, para hacer corta una historia larga, llegó el crepúsculo de los súper héroes y la Sociedad de la Justicia cayó en el olvido. Luego, a mediados de los años cincuenta, se logró un cierto revival del género (que nunca llegaría a ser tan exitoso...Stargirl
Una carta que nunca debió ser vista, una mentira que nunca debió ser contada, una vida que nunca soñó que pudiera tener. Evan Hansen está a punto de obtener lo que siempre ha querido: una oportunidad para finalmente encajar....Querido Evan HansenCritica: Tras dos magníficas obras cumbre del cine infantil-juvenil como lo son ‘Las ventajas de ser un marginado’ y ‘Wonder’, Stephen Chbosky se mete de lleno en la adaptación del musical ‘Dear Evan Hansen’ para formar parte de los músicos y letristas del momento Justin Paul y Benj Pasek quienes emocionaron a nivel global con ‘La La Land’ y ‘El gran Showman’.Ahora llega un trabajo más complejo porque cambia de registro el señor Stephen pero no pierde su esencia. La de sacar el lado positivo, la oportunidad y la autoestima en un mundo feroz como es el adolescente, esta vez pasando del bullying y los traumas personales a algo tan serio como el suicidio y más aún si también reune el acoso escolar, la soledad, la falta de aceptación social, la identidad y la depresión conjuntando una vida de mentira.Sin entrar en más detalles y en sus pequeñas contras como pueden surgir ciertas subtramas poco creíbles y oportunistas y para algunos convenientes o quizá la bochornosa caracterización del protagonista ya mayorcete haciendo de adolescente, no voy a negar que Ben Platt tiene una voz prodigiosa y que es el eje central de la historia por más que ponga miradas de asombro al comienzo que puedan repeler y al final acabes acostumbrándote.En eso no voy a entrar porque es algo muy subjetivo. Voy a entrar en que la cinta aborda temas tan complejos que abundan en la sociedad actual y que muchos criticarán por promover el término influencer o los likes y el compartir, pero al final en las redes sociales se funciona así actualmente. Puede influir para bien o para mal y en este caso hay un buen fin pero no es la motivación o el fondo correcto y lo entenderán cuando lo vean..... Querido Evan Hansen
Las vidas de tres mujeres se cruzan en un pequeño pueblo de Estados Unidos, donde cada una está intentando abrirse camino sin demasiado éxito.
Robert es un artista bohemio de Londres que viaja a la Toscana para vender una villa que heredó tras la muerte de su esposa. En la operación también participa su hijo Jack, en pleno proceso de divorcio, con quien Robert nunca ha llegado a entenderse. Lo que tenía que ser una aventura rápida se complica por el estado lamentable de la casa. Mientras duran las obras de reforma, padre e hijo pasan tiempo juntos y se ven obligados a lidiar con las diferencias que les separan. Amor a la italianaCritica: Una villa en la Toscana no es un título que sorprenda a nadie: un padre y un hijo se han separado con el tiempo y son prácticamente dos extraños, que deben unirse por un mismo objetivo.En primer lugar, el trabajo de casting fue un acierto total: Liam Neeson y su hijo (fuera y dentro de la pantalla) Micheál Richardson, protagonizan esta cinta. La química entre ellos es innegable y da credibilidad y firmeza a sus interpretaciones, así como a la misma trama. Por otro lado, la maravillosa Valeria Bilello aporta mucha frescura al relato con su talento y carisma, ganándose el cariño del público con su tierna historia, sus dotes culinarias y ese acento italiano tan poético. Aunque, lamentablemente, esto último se pierde en la versión doblada.El ritmo escogido es maravilloso: no hay tiempo para aburrirse. En apenas diez minutos de metraje, la premisa y los personajes ya están introducidos y empieza la crónica como tal. Este pequeño detalle dota de gran dinamismo a la película (lo cual se agradece).Como conjunto, es una propuesta sencilla, aunque emocionante. A través de la música, una Italia idealizada y una ficción afectuosa, se logra un producto que deja buen sabor de boca, a pesar de ser predecible y no aportar nada nuevo. Amor a la italiana
Jonathan (McCarthy) va a la Universidad y se hace amigo de Skip (Rob Lowe) su compañero de habitación. La relación con Skip le resultará muy útil en asuntos amorosos, una asignatura pendiente para el joven estudiante. Sin embargo, sus primeros escarceos constituyen un rotundo fracaso hasta que conoce a Ellen (Bisset) una mujer veinte años mayor que él. Al principio todo va muy bien, pero un día ella desaparece. Cuando la vuelve a encontrar se lleva una sorpresa mayúscula.
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