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Los pingüinos, que como todo el mundo sabe inventaron el surf, se enfrentan en una arriesgada y espectacular competición: la "Copa Mundial de Surf de Pingüinos". El adolescente pingüino Rockhopper, Cody Maverick, es un surfero en ciernes que se introduce en su primera competición profesional. Seguido por un equipo de cámara para documentar sus experiencias, Cody deja su familia y su hogar en Shiverpool, la Antártida, para viajar a la isla de Pen Gu para el Campeonato de Surf en Memoria de Big Z. En el camino, Cody conoce al surfero de Sheboygan, Chicken Joe, al famoso promotor de surf Reggie Belafonte, el cazatalentos de surf Mikey Abromowitz, y la enérgica vigilante Lani Aliikai, que reconocen la pasión de Cody por el surf, aunque en ocasiones esté un poco mal encauzado. Cody cree que esa voluntad para ganar le dará la admiración y el respeto que desea, pero cuando inesperadamente se enfrenta con un viejo surfero acabado, Cody empieza a encontrar su propio camino...
Un estadounidense (McConaughey) y un japonés (Watanabe) se conocen en el tristemente famoso "bosque del suicidio", un lugar al que la gente va para quitarse la vida. Tras entablar conversación, abandonan sus proyectos de suicidio y juntos emprenden un viaje a través del bosque. The Sea of Trees Mar de árbolesCritica:Es entendible que luego de su visionado se puede llegar a la conclusión que en esta película no hay términos medios, o bien te puede parecer interesante o aburrido. Una de las pruebas de lo ya dicho son las duras críticas que recibió Gus Van Sant durante el estreno en Cannes en el 2015. Particularmente considero que es una buena película después de todo, a pesar del lento desarrollo de la trama, la película va de menos a más, con un final conmovedor luego de haber caminado junto al protagonista entre tanta oscuridad.La película no trata sobre el bosque Aokigahara (que es cierto y en realidad si existe), ni tampoco es un sucio y barato melodrama de autoayuda, si no es algo más que eso, es un largo camino de expiación y una muestra que si existen las segundas oportunidades. La depresión y el suicido solo fueron temas secundarios y medios para presentarnos una historia desgarradora y esperanzadora. Si alguna vez te ha pasado la remota idea de terminar con tu vida, te recomiendo ver esta película y luego evalúes lo que has pensado. Mar de árbolesDesde nada más salir esta película me fijé en ella, había algo en su póster y en su argumento que me llamaba la atención. Pensé: todas las críticas negativas seguro que son inmerecidas, al igual que ya le había pasado a Matthew McConaughey con otra película en el mismo festival, 'El chico del periódico', una gran película vapuleada sin piedad.Llegado el momento de disfrutarla me encuentro con que no logra capturar mi interés, algunos planos interesantes, pero poco ritmo y ausencia total de guión. Cuando los dos personajes principales se encuentran la interacción que se produce entre ellos no demasiado juego, me provoca indiferencia. Luego sí que hay un monólogo interesante del estadounidense en el que habla respecto a lo vivido con su mujer pero salvo eso el aburrimiento está presente cuando la acción transcurre en el bosque. Porque la linea narrativa no es lineal sino que cuenta, de manera paralela dos historias, de vez en cuando el relato de la actualidad se corta para dar paso a un episodio de la vida conyugal del personaje de Matthew McConaughey junto a Naomi Watts. Mar de árbolesCuando aparecía Naomi Watts la película cobraba interés. No solo por su belleza sino porque su personaje también me resultaba atractivo. Con razón que lo único que me ha interesado de la parte del bosque era cuando se estaba hablando de ella de manera exhaustiva. A Matthew McConaughey le prefiero en 'El lobo de Wall Street'. o en la mencionada 'El chico del periódico'. Mar de árboles
Narra el viaje de realizan un padre alcohólico y su distante hijo desde Montana a Nebraska para recoger lo que cree que es un premio de un millón de dólares.Critica:A los pocos segundos de comenzar "Nebraska", Woody, el protagonista de esta historia, es interrogado. Las preguntas son, en apariencia, sencillas: ¿De dónde viene?, ¿Hacia dónde va?. Sin embargo, las respuestas dadas por el personaje que interpreta magistralmente Bruce Dern, son demoledoras, complejas, y a la vez, de una simplicidad que desmonta por completo al espectador antes de darse cuenta de que está delante de una pantalla. En ese mismo momento, Alexander Payne, desde su posición de narrador privilegiado, abre una ventana al fondo del corazón de un microuniverso cercano en el que la honestidad de un relato construido desde la mirada perdida del miedo a un final incierto, susurra con calidez su mensaje desolador y esperanzador al mismo tiempo.Es "Nebraska" una road movie, que poniendo su vista en la perfecta "Una historia verdadera" de David Lynch, ofrece un viaje tanto a sus protagonistas como al patio de butacas. Un recorrido desnudo y carente de colorido por las raíces nudosas de una América deconstruida a través de relaciones familiares disfuncionales. Un mundo carente de falsa moral, donde la sinceridad se erige como base de un relato que admite tantas dobles lecturas, que la visión de esta obra maestra, termine reportando beneficios ingentes para la audiencia. Dudas existenciales, remordimientos vitales, errores, éxitos y fracasos se pasean por delante de la cámara en un desfile narrativo emocionante que apunta directamente al fondo de las emociones más humanas.Alexander Payne, tras sus notables precedentes, consigue con "Nebraska" redondear su filmografía con una cinta perfecta que, desde la nostalgia del blanco y negro, se perfila como una fábula sobre el pasado, presente y futuro, cuyo mensaje se escribe con letras doradas en la retina de un público consciente del cariño con que el realizador perfila su obra maestra. De la mano de un Bruce Dern demoledor, en la cima de su madurez artística, y de un Will Forte entrañable; la odisea surrealista de Payne, encierra en su interior momentos de gran cine: humor surrealista, dramatismo sobrecogedor y cuestiones éticas, mezcladas en una narración ejemplar vertebrada por un trabajo desnudo y sincero como pocos en el presente curso cinematográfico.
Basada en hechos reales, cuenta la historia del crecimiento del crimen organizado en los suburbios de la ciudad de Río de Janeiro, desde finales de los años sesenta hasta el comienzo de los ochenta, cuando el tráfico de drogas y la violencia impusieron su ley entre la miseria de las favelas.“Buscapé” tiene 11 años y es sólo un niño más en Cidade de Deus, un suburbio de Río de Janeiro. Tímido y delicado, observa a los niños duros de su barrio, sus robos, sus peleas, sus enfrentamientos diarios con la policía. Ya sabe lo que quiere ser si consigue sobrevivir: fotógrafo. “Dadinho”, un niño de su misma edad, se traslada al barrio. Sueña con ser el criminal más peligroso de Río de Janeiro y empieza su aprendizaje haciendo recados para los delincuentes locales. Dos vidas paralelas en Cidade de Deus. City of GodCity of God DiosCritica:Esta briosa película, llena de vigor narrativo, recuerda por el tema a “Los olvidados”, de Buñuel, al pintar la vida de chavales marginados en barriadas chabolistas de una gran capital americana con extremadas muestras de crueldad, y al estilo de Iñárruti por la estructura, cuando el hilo del relato llega a un punto ya tocado pero lo aborda desde otro ángulo, o cuando se desarrollan varios argumentos en paralelo. Pero pese a estas referencias mexicanas, el tono de las películas es claramente brasileño, por su vertiginoso adentramiento en la favela Ciudad de Dios, y por ceñirse de forma tan tensa y vibrante al apretado clima de violencia instaurado en sus laberínticas callejas, un mundo prohibido para el ojo común. Si en ese reino impenetrable pudo entrar el film, fue gracias al aval y a los contactos que pasó a los directores el autor de la novela autobiográfica en que se basa, contactos que de paso se convirtieron en extras insustituibles. DiosLa acción arranca con la persecución, por las calles de la barriada, de una gallina que huye de la cazuela; con la coincidencia, en esa persecución, de Buscapé, el favelista aprendiz de fotógrafo, y Zé Pequenho, el brutal líder de la mafia que controla cada palabra pronunciada en cada chabola. Un gran bucle circular englobará toda la película, décadas de la vida de los personajes, para regresar a ese comienzo y proseguirlo conclusivamente. La voz en off de Buscapé pone en marcha la evocación de las trayectorias entrelazadas de ambos, que son temperamentos opuestos, seleccionados entre el grupo coral por significativos: el testigo sensible que prestará ojos al espectador, y el capo precozmente homicida, cuya ferocidad provocará los espectáculos sangrientos suministrados a ese espectador. DiosFernando Meirelles y Kátia Lund tienen la valentía de penetrar en el microcosmos desheredado, selva urbana donde los niños quieren matar cuanto antes para ganarse respeto, donde la vida vale el capricho de un pistolero, y donde la coca se vende al por mayor y la policía impone su participación corrupta, fomentando el negocio en un ghetto oculto a la mirada de la ciudadanía votante, y utilizando como peones a ese ejército infantil de sicarios. Y tienen los directores la virtud de hacerlo con un lenguaje inventivo y eléctrico, diálogos concisos, ritmo ágil y montaje sincopado, todo ello convertido en potencia transmisora de una historia impresionante.
La historia ambientada en el mundo de los comediantes de standup (los monologuistas), y concretamente en George Simmons, un famoso cómico que descubre de repente que le queda poco tiempo de vida. George Simmons, que cree tenerlo todo, se da cuenta de lo que es estar cerca de la muerte, y a partir de ese momento pondrá todo su empeño en buscar aquello que realmente aporte significado a su vida.
Carlos, un despiadado experto en negociaciones español que trabaja en Bruselas, recibe el encargo de gestionar el secuestro de un alto ejecutivo de una compañía petrolera en un convulso país de África Occidental —con el que mantiene viejos y profundos lazos—, desgarrado por tensiones étnicas y los abusos del gobierno....Black BeachCritica: La película se deja ver, si no lo piensas demasiado... Si no piensas que no te dicen en qué trabaja exactamente el personaje de Raúl Arévalo, por qué vive en Bruselas precisamente, por qué los sobres de dinero, a qué se dedica su mujer, a qué demonios se dedica su madre "LA SEÑORA DE LA ONU", quién es su compañero pero es su jefe pero luego es un subordinado, qué hizo en aquella ONG, etc. Para mí la principal, por ser yo afrodescendiente... ¿Porqué van a un país sin nombre donde la gente habla español y hay referencias mal camufladas y cada 5 minutos a Guinea Ecuatorial? ¿Por qué no hablar abiertamente de Guinea Ecuatorial ?Al final he llegado a la conclusión que Esteban Crespo y su equipo simplemente se han aprovechado de la gente que NO conoce Guinea Ecuatorial ni sabe nada de ella (la mayoría de españoles con menos de 60 años), que verá la cinta por el elenco interpretativo, y por la buena calidad de su fotografía y localizaciones y pensarán que qué original lo que han hecho. Los que SÍ sabemos algo Guinea Ecuatorial (y seguimos buscando nuestros referentes en esta España imperial y blanca) ante una película con el nombre de la peor cárcel de Malabo, con un montón de actores afrodescendientes... bueno, estaba claro que íbamos a verla.....Black Beach
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