Servidor | Idioma | Tamaño | Descargar |
---|---|---|---|
Utorrent | HDRip | 1.96 GB | Descargar |
Frank Leone está a punto de cumplir su condena de reclusión por un delito menor. Sin embargo a punto de ser liberado, Warden Drumgoole se hace cargo de la prisión. Drumgoole fue reasignado a tan infernal presidio después de que su administración fuera públicamente puesta en entredicho por Leone, y ahora él se encargará de que nunca vuelva a ver la luz del día.
Tercera entrega de la saga literaria creada por C.S. Lewis. En esta ocasión, los hermanos Edmund y Lucy Pevensie y su primo Eustace embarcan en la nave "El Viajero del Alba" para buscar a los siete caballeros que han sido expulsados del reino por Miraz, el usurpador del trono de Narnia.
Siglo XXII. En un planeta Tierra inhabitable, el resultado de una guerra civil depende de la clonación del cerebro de una soldado de élite para crear un mercenario robot....Jung_ECritica: Jung_E nos traslada a un mundo futurista en donde el cerebro (¿y la conciencia?) de personas ya fallecidas es trasladado al wardware de robots/androides. Una civilización manipulada por intereses empresariales y gubernamentales, en donde el concepto de "ser humano" se asemeja cada vez más a una granja artificial. En medio de esta distopía, la hija de una actual androide buscará la manera de hacer justicia por su madre.Jung_E apuesta por tonos que oscilan entre lo juguetón y lo siniestro. Los planteos filosóficos sobrevuelan la trama y son la base de las acciones de los personajes. En este aspecto, resulta difícil valorar la postura de la hija con respecto a los "clones" de su madre. La situación está tan lejos de cualquier conflicto actual que es simplemente imposible precisar o predecir como nos comportaríamos en un orden de las cosas tan, pero tan distinto.Por otra parte, el temor, la inquietud social en torno a las IA se ha transformado en tema obligado dentro del mundo de la ciencia ficción. Y no es nuevo: desde los años 70 que Asimov, Bradbury, luego Ghost in the shell, pasando por Matrix... y se me olvida ahora todo el arsenal de obras que rondan en torno a las mismas temáticas. Aquí es donde la peli que nos ocupa no logra despegarse de esta bolsa de gatos que se ha armado. No solo en temática, sino en tratamiento, puesto que Yo, robot se parece en exceso a algunas escenas de acción de esta peli: las expresiones ultra/hiper humanizadas de los robots, las secuencias de batallas...La faceta intimista es de lo más logrado: el dolor de la hija, su voluntad para rescatar la libertad perdida de su madre se presenta siempre como una emoción verosímil, congruente. En sus silencios y gestos (es un personaje de muy pocas palabras, metido para adentro) logra transmitir lo necesario para que el espectador pueda contextualizar su estado anímico.En resumen, la obra de Yeon Sang-ho se ubica en zona gris, no destaca ni decepciona demasiado. Por un lado el tema sigue y seguirá vigente, pero por otro la forma de abordar estas pelis ya desgasta de tanto lugar común.... Jung_E
En la traicionera frontera de la ciudad de Samurai Town, un ladrón de bancos sin escrúpulos (Nicolas Cage) es liberado de la cárcel por un pudiente señor de la guerra conocido como The Governor (Bill Moseley) para que encuentre a Bernice (Sofia Boutella), su nieta adoptiva, que desaparecido sin dejar rastro. Para garantizar que cumpla su palabra, el ladrón es obligado a llevar puesto un traje de cuero que se autodestruirá en un periodo de cinco días. En su aventura buscará no sólo encontrar a la chica, sino también redimirse de sus pecados....Ghostland: Tierra sin leyCriticA: Prisoners of the Ghostland (2021) es la última película de Sion Sono, y que ha tenido su Preestreno internacional en el festival de Sundance de este año y que en España lo hará próximamente en el festival de Sitges. Lo cierto es que la película ha dejado dividida a la crítica y la recepción del público no ha sido la mejor, para una película controvertida que sigue la senda de las últimas películas del japónes, cada cuál más exagerada y etérea narrativamente hablando.Prisoners of the Ghostland es un pastiche en el que Sion Sono ha metido en una batidora todas las referencias cinematográficas que conoce y ha bebido, sobre todo del cine norteamericano (y europeo) de Serie B (es interesante remarcar que por el contrario, de cine japonés no encontramos tantas referencias, por no decir ninguna). Así, la película se ve en realidad como una lista en la que se van enumerando todas las influencias y referencias. Una obra posmoderna en todo su esplendor, que es capaz de admirar, pero no de crear algo nuevo.En este contexto ha querido encuadrar el director japonés a Nicolas Cage, un actor que recordemos también se labró su carrera en películas de acción y desenfrenadas, y que ahora parece el ideal para encarnar al modelo de personaje protagonista que simboliza todo lo que la serie B ha pretendido. Desde luego el actor ideal para el proyecto, que aún así se encuentra un tanto perdido en algunos momentos. .... Ghostland: Tierra sin ley
Ozzy es un pequeño pero inteligente mono volador, hijo del legendario guerrero Goliat. Ambos son parte del ejército de monos voladores que sirve a Eveline; la malvada bruja del Oeste. A diferencia del resto de su especie, Ozzy no está convencido en servir ciegamente a Eveline, así que cuando la bruja pone en marcha sus planes para atacar el reino él decide ir en busca de los legendarios “Guardianes de Oz” para que luchen contra ella. Mientras Ozzy recorre la fantástica y peligrosa tierra de Oz en busca de los Guardianes conoce a Gabby, una inexperta aprendiz de bruja quien decide acompañarlo. Para su sorpresa descubren que los Guardianes de Oz han caído bajo un poderoso hechizo que los hace actuar como locos de remate. Las cosas empeoran aún más cuando Evilene descubre los planes de Ozzy y ordena a todo su ejército detenerlo a cualquier costo. Es así como con tan solo un poco de corazón, valentía e inteligencia Ozzy intentará hacer de Oz un mundo mejor. Wicked Flying Monkeys OzCritica:Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. OzEs decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Oz
Un grupo de jóvenes pretende pasar un fin de semana de diversión, alcohol y sexo. Sin embargo, su plan de diversión se truncará al cruzarse en su camino un grupo de castores zombis que tratará de acabar con ellos. ZombeaversCritica:Jordan Rubin dirige una película que, desde su concepto, solamente podía encaminarse hacia dos posiciones: la de la serie Z más Z o la broma cabrona. Zombeavers es ambas. Rubin nos presenta un slasher de menos de 80 minutos de duración en el que, visualmente, las bases del género están presentes ya que en el guion del propio Rubin y de los hermanos Jon y Al Kaplan todo se invierte, se evoluciona o directamente se repatea. Ahí está la gracia de Castores zombies. Es un slasher a nivel visual, con sus (presuntos) jovenzuelos, su cabaña en el lago (se admite bosque, llanura o cualquier ambiente natural) y el (o los) asesino(s) en serie, en este caso unos castores zombies radiactivos que tienen como costumbre lo de ir por ahí jodiendo a propios y extraño, matando porque sí y cortando cables de teléfono. Es difícil hablar de calidad o de factura en una película como Zombeavers, pero sí se puede hablar de diversión y el trípode creativo formado por Al Kaplan, Jon Kaplan y Jordan Rubin consigue una buena cantidad de eso. Y, además, se permiten sus sorpresas para disfrute del espectador. ZombeaversRachel Melvin, Lexi Atkins y Cortney Palm son las tres chicas guapas que en todo slasher que se precie deben aparecer. Palm empieza como la guarrona del grupo; Atkins es la que atraviesa una fase difícil y Melvin es la sensata, pero lo bueno es cómo van mutando los papeles a medida que avanza la película y cómo las tres chicas, que parecen divertirse a un nivel extremo rodando la película (igual que el resto del reparto), se amoldan a la evolución de sus respectivos personajes. Hutch Dano, Jake Weary y Peter Gilroy interpretan a los chicos y los tres tienen grandes momentos; Dano tiene la mejor frase de la película ("No nos peleemos; eso es lo que quieren los castores"), Weary un buen momento gore en el baño y Gilroy un instante glorioso, pie en mano, en el lago. Cada uno cumple tan bien como el anterior. Rex Lynn completa el reparto principal apareciendo como personaje independiente y con un trabajo muy bueno. Bill Burr y John Mayer, uno comediante y el otro músico, forman una pareja de transportistas de lo más peculiar que aparece en los dos extremos de la película, así como en los créditos, manteniendo conversaciones brillantes. Zombeavers
No volver a mostrar