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La historia explora una realidad alternativa dentro de la serie del famoso superhéroe en la que el bebé Kal-El aterriza en la Unión Soviética y no en los Estados Unidos, lo que convierte a Superman en un icono de los valores soviéticos de la época, tales como el comunismo y el expansionismo. Superman: Red Son Hijo rojoCritica:Las últimas adaptaciones animadas de DC están recurriendo a las grandes novelas gráficas editadas en el siglo pasado. Recientemente se estrenó "Batman by gaslight" , un Batman victoriano enfrentado a Jack el Destripador, y ahora nos ofrecen "Superman: Red son", adaptación de una mítica novela gráfica en la que Superman no se criaba en Kansas sino en Ucrania y en la Rusia de Stalin. En algo coinciden las dos adaptaciones: en la falta de pasión, como ya se ha señalado en una anterior crítica. Son adaptaciones técnicamente correctas, pero tremendamente frías, les falta alma. Sólo hace falta ver un anime para ver esa falta de sentimiento e intensidad. A las adaptaciones estadounidenses les faltan chispa. Asimismo, aunque "Hijo Rojo" esté bien realizado, le falta un mejor diseño de producción, más riqueza en los fondos y una más adecuada ambientación. Apenas vemos las ciudades soviéticas y estadounidenses, ni como viven sus ciudadanos. Es, en ese aspecto, un film pobre.Y la BSO ni existe. Hijo rojoY luego está la adaptación. He vuelto a releer el comic. Aunque la historia principal está, la intención crítica del cómic desaparece en la película. Respecto a los personajes, Superman tenía un hermano humano bastante importante en la historia y que ni aparece. Las situaciones descritas en el comic, aunque presentes en el filme, han sido adulteradas. Y no hablemos de Wonder woman, que nada tiene que ver con la del comic. Y para rematar está el final. Era genial y aquí ni lo mencionan Hijo rojo
El ex-líder de un equipo SWAT se ocupa de organizar a los alumnos de un centro de entrenamiento que está siendo atacado por unos terroristas. GridlockedCritica: Hay ocasiones que uno empieza una película famosa con grandes ilusiones y acaba defraudado, y otras que la película es de esas que salen por DVD directamente, con un reparto de actores en creciente decadencia, pero que uno acaba sorprendido de que al final sea una película que merezca la pena. Este es el caso. GridlockedPor una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. GridlockedEntre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Gridlocked
Nathan es una pequeña figurita de te, que no cambia de color cuando se le moja, lo cual es muy importante para él. Cuando conoce a un robot al que bautiza como Timebot, se aventura con su ayuda a descubrir cual es el problema. Solo hay un lugar donde le pueden contestar y para ello ambos amigos se verán envueltos en multitud de problemas con el malvado Flash, una rata de las alcantarillas, que se interpondrá en su camino, hasta el final.
Seis niños cruzados genéticamente con ADN de aves, con alas, alzan vuelo alrededor del país para descubrir sus orígenes.
Comienza cuando Jonathan Kent, de once años, descubre que tiene superpoderes, empujando al semi kryptoniano al complicado mundo de los superhéroes y los supervillanos, que ahora están siendo atacados por una fuerza alienígena malvada conocida como Starro”....Batman and Superman: Battle of the Super SonsCritica: Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte.... Batman and Superman: Battle of the Super Sons
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