La vida de una mujer estadounidense que vive en Tokio, Japón, se ve trastocada cuando su esposo y su hijo desaparecen en un misterioso accidente aéreo. Como consuelo, recibe a Sunny, uno de los novedosos robots domésticos creados por la compañía de electrónicos de su esposo.
Cuando acusan falsamente al padre de su mejor amiga de robar las preciadas campanas de la ciudad, una joven detective aficionada y sus amigos deben encontrar al verdadero ladrón antes de Navidad....A Christmas MysteryCritica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... A Christmas Mystery
Impulsado por el whisky barato, la codicia y el odio, Willie Soke (Billy Bob Thornton) se une a su pequeño compañero enojado, Marcus, para derrotar a una organización benéfica de Chicago en la víspera de Navidad. Para el paseo es regordete y alegre Merman de Thurman, un rayo de 250 libras de sol, que saca tajada de la humanidad de Willie. surgen problemas de mamá, cuando la pareja se unen por la historia de Willie horror de una madre, Sunny Soke, que eleva el nivel de ambición de la banda, mientras que de alguna manera bajar los estándares de comportamiento criminal. Bad Santa 2 Bad SantaCritica:Dicen los críticos que es irreverente... pues bueno, si llamamos irreverencia a meter la palabra polla o vagina cada dos minutos, o a que todas las actrices que salen en la película se quieran tirar al sucio, desagradable y alcohólico de Willie, pues se acepta pulpo como animal de compañía. Bad SantaA mí me ha parecido aburrida, muy aburrida, creo que un par de medias sonrisas es lo único que me ha sacado la película. Ni siquiera se puede decir que sea una secuela, más bien es un descafeinado remake que copia toda la estructura de la primera "Bad Santa" Lo único de cierta frescura y que da algo de vidilla a la trama es Kathy Bates (una secundaria como la copa de un pino) que se marca un gran papel como la madre, también alcohólica de Willie. Por ella le doy un cuatro a la película, sino, no hubiera pasado del dos. Bad SantaLos intentos de chiste son totalmente predecibles. Willie intenta colgarse del techo, aciertas si piensas que el techo cederá a su peso. Que Willie quiere que el niño de la anterior película, ahora con 21 tacos, pierda la virginidad con una prostituta, aciertas si piensas que el chico saldrá corriendo. Brett Kelly de nuevo da vida al repelente niño, ahora crecidito, pero igual de repelente. Toni Cox de nuevo es Marcus, el duende enano que junto a Willie y la madre de este, planifican, de nuevo, robar los grandes almacenes donde trabajan disfrazados de Santa Claus y el duende. Bad Santa
Mientras veranean en la isla de Oahu, dos hermanos de Brooklyn descubren un diario con la ubicación de un tesoro. Este hallazgo es el comienzo de una aventura épica, en la que hacen nuevos amigos y conectan con sus raíces hawaianas.
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