Su mamá le prohibió inscribirse en una carrera de BMX, y esta pequeña cazadora de adrenalina no tiene mejor idea que contratar a un actor para el rol de su papá....Se busca papáCritica: esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia....Se busca papá
Cuando Sam Flynn (Garrett Hedlund), programador experto en tecnología de 27 años e hijo de Kevin Flynn (Jeff Bridges), investiga la desaparición de su padre, se encuentra de repente inmerso en un peligroso y salvaje mundo surreal donde existen feroces luchas a muerte, un lugar paralelo donde su padre ha estado viviendo durante 25 años. Con la ayuda de una joven (Olivia Wilde), padre e hijo se embarcarán en un viaje a vida o muerte a través de un universo cibernético, que con el tiempo se ha convertido en mucho más avanzado y peligroso... Secuela del clásico de culto de 1982. TRON: Legacy Tron: El legadoCritica:Sorprendente secuela de Tron, que si bien es continuación de la inolvidable película de 1982 tiene alma de remake en una época donde los efectos especiales están tan desarrollados que dejan como ridículos los vistos en la estupenda película de antaño. Tron: El legadoY tiene alma de remake, porque son muchas las referencias a la primera película. Para empezar, el personaje protagonizado por Garrett Hedlund tiene la misma actitud que Flynn en la primera película, niñato chulesco con ganas de vivir la vida más que atarse a algo en concreto. Son muchos los homenajes que encontramos, desde simplemente la puerta de ENCOM (y el comentario acerca de lo grande que es) hasta cosas más perceptibles como el local de Flynn. Parece como si realmente fuera el momento justo para que Tron: Legacy viera la luz.Tron: El legadoKosinski consigue lo impensable, que su película no es solo una magnífica continuación, si no que por momentos la sobrepasa. Por supuesto, los efectos especiales ayudan a esto, pero hablo desde un punto de vista más argumental (aunque las similitudes con Star Wars sobran en ocasiones). Tron Legacy tiene todos los ingredientes casi ocultos que hicieron a Tron tan especial, desde ese toque religioso hasta esa atmósfera cyberpunk. Tron: El legadoson maravillosos. Es cierto que parece que estemos viendo una sucesión de salvapantallas, pero ese es el mejor piropo posible para una película como Tron. Tron tiene que ser así, una delicia visual, y ya con ello hay mucha gente que se hubiera dado por satisfecha, pero además incluye una perfecta historia detrás, a la cual ni siquiera se le puede acusar de abusar de sitauciones sentimentaloides y pasteleo hormonado. Tron: El legado
Madea, Bam y Hattie se adentran en un campamento encantado donde tendrán que huir a toda prisa de los monstruos que aparecen. Tyler Perry's Boo 2! A Madea Halloween Tyler PerryCritica:Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Tyler Perry Tyler Perry Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Tyler Perry
Frank Martin (Jason Statham) es un indiscutible especialista en entregas de alto riesgo. En esta ocasión se verá obligado, bajo amenazas, a trasladar dos voluminosas bolsas y a una joven ucraniana, Valentina (Natalya Rudakova), desde Marsella hasta Odessa. ¿Qué hay en las bolsas? ¿quién es la chica? ¿qué hay detrás de esta entrega? Frank no conoce las respuestas, pero lo que realmente no sabe es la trampa que le ha tendido el adversario más despiadado y peligroso que nunca se ha encontrado... Transporter 2 El transportador 2Critica:No todo iba a ser glamour, ni acción de calidad. También hay espacio para una sandía como "Transporter 2" en esta ciudad, que no capital sino la desconocida Tallahassee, del estado de Florida. Nos encontramos en esta ocasión con el regreso del pintoresco conductor o transportista, Frank Martin (Jason Statham) en una aventura que viene a ser una versión cutre de "El fuego de la venganza". He de decir que me ha parecido un poco más inteligente y con más lógica, por decirlo de alguna manera, que la original. Sin embargo, la otra es tan descabellada que me hizo reír un rato, cosa que no consigue ésta. Por lo tanto, lo comido por lo servido, quedan en empate. El transportadorEl principal defecto de esta película es que está llena de fanstasmadas y ridiculeces. Por lo que veo hay espectadores a los que no les importa atentar contra el sentido de la realidad, cosa que ya desde "Con la muerte en los talones" ha quedado clara. Sin embargo, precisamente que la acción sea verosímil es lo que distingue un buen trabajo de otro que se acerca a la bazofia. Si pones que una puerta de madera corriente y moliente, funciona como una especie de chaleco antibalas, es una parida, al no ser que lo viéramos en "Agárralo como puedas" en plan parodia. Por último, desastrosa la mala, delgada, pelona y feucha. Es que no es ni sexy. Prefiero la colegiala del principio. El transportador
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