Nina Deer (Elisha Cuthbert) es una popular cheerleader cuyo mundo cambia por completo con la llegada de la ahijada de sus padres (Edie Falco y Martin Donovan), Dot (Camilla Belle), una chica sordomuda que se acaba de quedar huérfana al morir su padre. Aunque Nina comtempla la sordera de Dot con desdén, su familia y amigos se sienten extrañamente atraídos por ella, y Dot no tarda en convertirse en la caja de resonancia de los problemas de todo el mundo. Pero Nina está convencida de que Dot también tiene secretos que ocultar, y decide confesar un secreto familiar tan perturbador que no puede olvidarse.
Narra la historia de Javier Muñoz, un ejecutivo publicitario de éxito, que tras un año en el paro, él y su familia se ven obligados a dejar el piso que ya no se pueden permitir. Un día, Javier descubre que aún conserva un juego de llaves de su antiguo piso y empieza a espiar a la joven pareja que ahora vive allí. Poco a poco, Javier empezará a infiltrarse en la vida de los nuevos propietarios, decidido a recuperar la vida que ha perdido… aunque eso signifique destruir a quien se ponga en su camino.
Trata sobre un solitario capitán de submarino (Jude Law) que, tras ser despedido, reúne una pintoresca tripulación para conseguir un tesoro hundido en el Mar Negro. Conforme la avaricia y la desesperación se hacen con el control de la embarcación, la incertidumbre sobre la misión hace que empiecen a surgir luchas internas. Black Sea Mar negroCritica:Jude Law siempre ha sido un actor muy correcto en todas sus caracterizaciones. Pero en esta película hace su mejor papel. Un capitán de submarino solitario, despedido, traumado por el abandono de su familia, en busca de un tesoro perdido en el fondo del mar negro. Contrata un gama de marineros más traumados y con más problemas que él. A mitad de la película en plena travesía, se da cuenta que han sido engañandos, y de allí la cinta cobra una nueva vida. Realmente,bien actuada, bien dirigida, bien ambientada. La película cubre todas nuestras espectativas en cuanto esperamos ver una cinta sobre submarinos: tensión, suspenso, claustrofobia, inclusive algo de valores y un mensaje al final. Que más podemos pedir !. Talvez si la hubiera dirigido Spielberg o actuado Tom Hanks, fuera candidata fuerte al Oscar. En mi humilde opinión, ningún buen amante del género, se la debería perder.Claustrofobica e interesante película que nos cuenta las peripecias de un grupo de marinos, de distintas nacionalidades, en pos de la búsqueda de un tesoro en las profundidades del Mar Negro. Seremos protagonistas, junto a ellos, en ese viaje de tensión, ambición desmedida e intolerancia de casi dos horas de duración. Las actuaciones en general son muy correcta sobresaliendo Jude Law como el capitán que intenta por todo los medios alzarse alcanzar el objetivo aunque se ve envuelto en innumerables dificultades. Entretenida y para ver.Si te gustan de submarinos, ésta es la tuya. Kevin Macdonald dirige esta película protagonizada por un correcto Jude Law, el cual lleva a cabo a un personaje lleno de matices, de ideales, de empatías. Un capitán de submarino despedido que se posiciona frente al poder empresarial para conseguir sus objetivos, marcándose como misión el encontrar un tesoro nazi perdido en el fondo del Mar Negro. Las conspiraciones no se hacen esperar, y las chispas las hacen saltar primero la avaricia y, por último, la voluntad de vivir. Mar negroCon un elenco surtido conforma una tripulación bastante variopinta, con una división entre occidentales y rusos, para sumergirse en unas aguas recientemente (e históricamente) conflictivas: Crimea. El ritmo es bastante agradecido y no se pierde la tensión en ningún momento, así como el interés. Por lo tanto sólo me queda añadir mi recomendación a esta notable película de aventuras que mama de la vieja escuela y que, por ende, entretiene y cumple su objetivo con creces. Mar negro
La asignación de última hora del detective James Knight al turno del Día de la Independencia se convierte en una carrera para evitar que una ambulancia EMT desequilibrada ponga en peligro las festividades de la ciudad. El justiciero equivocado, que juega a ser policía con un arma y un uniforme robados, tiene la bóveda de un banco llena de razones para montar su propio espectáculo de fuegos artificiales... uno que golpeará peligrosamente cerca de la casa de Knight....Detective Knight: IndependenceCritica: llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Detective Knight: Independence
Después de hacer lo indecible para encubrir un accidente, un policía corrupto pierde el control de su vida cuando comienza a recibir amenazas de un misterioso testigo....Sin respiroCriticA: llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Sin respiro
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