Cuando las tramas de los libros ficticios de Elly Conway, la solitaria autora de una serie de novelas de espionaje bestseller comienzan a reflejar las acciones encubiertas de una organización de espías de la vida real, las noches tranquilas en casa se convierten en cosa del pasado. Acompañada por Aiden, un espía alérgico a los gatos, Elly (mientras lleva a Alfie en su mochila) corre por todo el mundo para estar un paso por delante de los asesinos mientras la línea entre su mundo ficticio y el real comienza a desvanecerse.
Año 1942 durante la Segunda Guerra Mundial. Max (Brad Pitt) es un espía del bando aliado que se enamora de Marianne (Marion Cotillard), una compañera francesa, tras una peligrosa misión en el norte de África. La pareja comienza una relación amorosa hasta que a él le notifican que Marianne puede que sea una agente doble que trabaja para los nazis. Allied AliadosCritica:Un drama con intriga. Una historia de amor con aventura. Ambientado primero en el Marruecos francés y luego en Inglaterra, en plena Guerra Mundial. Asistes a la narración seriamente, sobre todo gracias a Marion y a su empeño, y a Brad también, por qué no. Ambos, en medio de una arriesgada misión, acaba enamorándose. AliadosLa aparición de un inquietante August Dielh, con uniforme blanco, secretario nazi del embajador, altera el pulso y nos pone en marcha. La presencia de nazis por Casablanca te sitúa en la maldad debida y empiezas a vislumbrar un emocionante relato. Los efectos especiales son perfectos pero la película da un paso atrás en esa aventura desde el momento que abandona Marruecos.La acción se relaja para proceder con la intriga; no se olvida de acompañarla con las debidas incursiones aéreas y los buenos escenarios de oficinas cuarteleras y otras secretas, en los sótanos, que siempre molan. La intriga no es frenética, no te altera, te mantiene al tanto sin más y prima la seriedad de la narración. AliadosAliados es una obra muy del estilo de las rodadas en aquellos años 40 cuando se estilaron, es una obra seria aunque el señor Zemeckis tenía que haber estado más al tanto de algunas cosas que la alejan de la lógica y del ambiente, lo que repercute en la credibilidad. Porque diversión no son fiestas subidas de tono, que no cuadran en el tiempo ni en los modos; señores, el rango por favor, que nos olvidamos que estamos en casa de un teniente coronel. El ambiente consta también de los modos de los personajes, de su comportamiento... Eso de "Venga una raya colega que no estamos en el cuartel", es impensable en aquellos difíciles tiempos... Aliados
Cinco amigos de la infancia se reúnen después de 20 años porque uno de ellos está empeñado en volver a probar suerte en un maratón alcohólico que nunca pudieron llegar a completar. Gary King, un cuarentón que todavía no ha conseguido superar la adolescencia, convence a sus cuatro reacios amigos y los arrastra a su pueblo natal en un desesperado intento por llegar al famoso pub “The World’s End”. Pero mientras intentan reconciliar el presente con el pasado, empiezan a darse cuenta de que la auténtica lucha debe librarse por el futuro, y no solo el suyo, sino el de toda la humanidad. Llegar al pub “The World’s End” es ahora el último de sus problemas. Bienvenidos al fin del mundo The World's End Una nocheCritica:En “Bienvenidos al fin del mundo” volvemos a los noventa y a la cassette y al inmovilismo ya visto en “Zombies Party” como forma de vida, pero esta vez Gary King —y su actitud de mantenerse fiel a su pasado— le enfrenta a mundo cambiante donde la tecnología se ha hecho con el poder y las juventudes clónicas campan a sus anchas en locales y pubs que parecen haberse sometido al multinacionales siendo copias inalterables. No hay distinción, no hay originalidad, no hay lugar a la sorpresa, el contacto humano está al alcance de un smartphone y cada vez parecemos una colmena… de robots. Sorprende, además, que Gary King sea un personaje llamativamente trágico sobre un fin nihilista aunque enfocado a una redención propia, mucho más acertado que esos jóvenes atrapados en cuerpos de adultos que la comedia norteamericana y extensiones apatowianas se encargan de utilizar cada año con el mismo agradado que utilizar un condón usado. Todo ese viaje sumado a la apropiación cultural de un pastiche pop, disparatado, extravagante —que entona el cruce perfecto entre el slapstick más surrealista y las coreografías de Jackie Chan— genera una nueva articulación de la parodia como elemento ejemplar y narrativo de una aventura burlesca e hilarante. Una nochePosiblemente Wright haya plasmado la película más políticamente incorrecta y con texto completamente anárquico sobre la imposibilidad de someter a reglas definidas y dictatoriales al ser humano. Somos seres libres y hedonistas, necesitados de un Winchester para divertirse, emborracharse, perderse y volver. La necesidad (y a veces necedad) de dar una conclusión a las cosas provoca que el protagonista decida reunir a sus amigos de adolescencia para finalizar la ‘Milla de Oro’ y darse cuenta de que la juventud nunca volverá y el inmovilismo es la navaja más afilada en tiempos en los que todo avanza más rápido que nosotros mismos, abduciéndonos dentro de un sistema pre-calculado que nos invita a ser más perfectos. Realmente estamos posiblemente ante la película anti-sistema más concisa precisamente por no tomarse en serio y dejar dispuesto el futuro de la humanidad a un puñado de borrachos egoístas que dejan clara la más profunda de las verdades: el ser humano es imperfecto por naturaleza y un animal indomable que nunca desea estar amarrado a reglas. Se agradece, como colofón, la absoluta sinceridad y transferencia de la propuesta en ese alegórico nombre del pub que marca el último destino y parada: El Fin del Mundo es, efectivamente, el Fin del Mundo. Una noche en el fin del mundo. Una noche
Thomas abre los ojos y se da cuenta que está en un ascensor. Lo extraño es que no recuerda nada, ni dónde está, ni quién es. Lo único que aún permanece intacto en su memoria es su nombre, y ya es mucho. Antes de que le dé tiempo a cuestionarse algo sobre sí mismo las puertas se abrirán y aparecerá ante él un extraño mundo. Todo lo que ve son chicos de su edad que tienen su mismo estado de amnesia. Una aventura fantástica que pronto destapará la dura realidad bajo ese velo de incertidumbre.
En el Japón medieval, el poderoso señor Hidetora decide abdicar y repartir sus dominios entre sus tres hijos. El menor considera que la idea es absurda y sólo servirá para causar problemas. Su padre, enfurecido, lo deshereda. Muy pronto descubrirá su error: la ambición hará que sus hijos mayores se enfrenten por el poder en una cruenta guerra. Se inspira en el drama de Shakespeare "El rey Lear".
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