Dos años después de derrotar a la secta satánica liderada por la niñera Bee, Cole trata de olvidar su pasado para centrarse así en sobrevivir al instituto. Cuando viejos enemigos regresan, Cole no tendrá más remedio que volver a enfrentarse a las fuerzas del mal. La niñera: Reina letalCritica: The Babysitter fue una comedia de terror cortesía de Netflix, la cual supuso una pequeña sorpresa que cumplía su cometido a la perfección. Tampoco revolucionó el género, pero sí fue un soplo de aire fresco, al no tomarse muy en serio a sí misma y ser un desenfadado producto para pasar el rato.Han pasado tres años y Netflix nos ha sorprendido con una secuela de aquélla, con la promesa de traernos una propuesta mucho más bestia y gore. Y es que esta segunda entrega pretende respetar la máxima de las secuelas, que no es otra cosa que ofrecer más y mejor. Una vez vista puedo confirmar que lo primero lo cumple. Lo segundo, desgraciadamente, no.Sé que las comparaciones son odiosas, pero es inevitable no hacerlo con estas dos entregas, ya que mientras que la primera se reía de sí misma pero sin sobrepasar la parodia (de hecho había un elemento emotivo que en ésta se obvia casi por completo), aquí se han desmelenado hasta límites insospechados, ofreciendo una nueva entrega que no respeta las normas de la original y que se apunta, sin rubor alguno, al “todo vale”.Como ya he indicado, considero que es un acierto orquestar una comedia de terror que busque la complicidad del espectador con toques de humor absurdos, pero tampoco hay que pasarse de frenada, que es lo que hace constantemente esta secuela, distanciándose bastante de la primera y ofreciendo una orgía de sangre y vísceras que tendrá contentos a los que demanden más casquería, pero que seguramente decepcione a los que quedaron satisfechos con la anterior o simplemente a los que no acepten las reglas del nuevo juego (cuesta…).Me parece muy interesante la premisa de la que parte, que es coquetear con el género fantástico (algo que no se abordó en la primera, aunque daba para ello) y traer de vuelta a los hilarantes villanos (no es spoiler, ya que está bien claro tanto en el póster como en el tráiler). El problema es que no han sabido aprovechar el estupendo punto de partida y los giros presentados.La verdad es que daba la sensación de que habían arriesgado e iban a ofrecer un producto diferente, siendo finalmente una buena idea mal ejecutada, no sabiendo usar los interesantes elementos de los que disponen, siendo una especie de remake de la anterior (ir eliminando enemigos, uno tras otro), aunque cambiando escenario y con más litros de glóbulos rojos. Eso es todo.Se nota la pereza del guionista, aunque todo cuadra cuando investigas y descubres que no es el mismo que el de la primera. Y vaya que si se nota, ya que ni tan siquiera se respeta el final de la anterior, como si no hubiese servido de nada el aprendizaje del protagonista, y con una serie de giros supuestamente impensables (muchos sin ningún sentido) pero que son más predecibles de lo que se pretende si se está un poco atento. Y es que aunque hablemos de comedias de terror, creo que se deben respetar las pautas establecidas. No ha sido el caso.El que sí repite es el antaño exitoso director McG, responsable de Los ángeles de Charlie (la de hace dos décadas, no la nueva) o de Terminator Salvation, entre otras. Creo sinceramente que hizo una estupenda labor en la primera parte, siendo un producto ameno y que no perdía el tiempo, sin bajadas de ritmo y sin dar respiro alguno al espectador, siendo uno de los grandes logros de la anterior película.Lamentablemente esto no se repite en la secuela, ya que da la sensación de ser todo excesivamente rudimentario y tosco, coqueteando con la serie Z en no pocos momentos, pero obteniendo como resultado que se parezca más a una película de bajo presupuesto de lo esperado (esos cutres efectos digitales…). No sé si ésa era la intención del director, pero que la primera está mucho mejor rodada es un hecho, distanciándose el mismo de su efectiva y solvente labor en la anterior entrega.Por otro lado, en la primera parte todo funcionaba como un reloj suizo en sus ajustados ochenta minutos, mientras que la secuela que nos ocupa dura veinte más, haciendo que la película sea más larga de lo necesario, con personajes que no aportan absolutamente nada y se quitan de en medio a la primera de cambio, también culpa de un guion con exceso de personajes y que da la sensación de no tener muy claro a dónde quiere ir a parar.Del reparto, nada que objetar, ya que todos están geniales, en especial los que repiten, con un entregado Judah Lewis de nuevo como gran protagonista, y una serie de secundarios a cada cual más desternillante (ojo al aumento de protagonismo de los padres). Eso sí, se echa muy en falta la presencia de la siempre estupenda Samara Weaving.En conclusión, estamos ante una secuela que se deja ver y sirve para pasar el rato, pero que no alcanza la frescura y logros de la anterior, siendo finalmente un producto innecesario y bastante olvidable, el cual no sabe respetar las bases originales. La importancia de un buen guionista. Una declaración de intenciones que se queda en eso, intenciones. Una pena.
Trish y su hermano menor Darry cruzan los Estados Unidos en coche, en un viaje largo y aburrido cuya monotonía sólo se rompe por sus continuas discusiones. De pronto, en mitad de ninguna parte, descubren una iglesia abandonada donde un misterioso personaje arroja un cadáver al interior de una gran boca de alcantarillado. A partir de ese momento comienzan una huida aterradora, perseguidos por una de las criaturas más letales que se puedan imaginar. Jeepers Creepers demonioCritica: Creo que a las películas hay que exigirles tanto como estas pretendan ofrecernos. Si miramos a "Jeepers Creepers" como una peli en la que dos adolescentes descerebrados se meten en los rincones más apropiados para que un bicho que no se sabe ni de donde viene, ni por qué, ni para qué, se los coma con patatas, la cosa pinta muy simple y poco seria. Pero creo que esa no es la perspectiva acertada a la hora de echar un rato con esta cinta. demonioDesde la primera vez que la vi -hace 8 años - tuve esa sensación de que me encontraba ante un clásico prematuro de pura serie B. Hoy he vuelto a verla y no me caben dudas: si a "Jeepers Creepers" le quitamos toda la paja (y eso que tiene poca) y le reducimos un poco el metraje, podría encajar perfectamente como una de las historias que se incluían en las dos primeras partes de "Creepshow" o como un episodio de la fantástica serie "Historias de la Cripta". No resulta muy dificil imaginar al guardián de la cripta gritando al final del episodio "¡Si el pobre Darry lo hubiera sabido!", antes de soltar la carcajada de rigor... demonioCreo que lo bueno de esta película es que consigue lo que pretende: introducir a un nuevo monstruo (de una estética a medio camino entre La Cosa del Pantano y Freddy Krueger) que, todo sea dicho, tiene su puntillo, y si lo piensas bien, hasta acojona. Vale, la historia tiene lagunas y los personajes son irregulares, pero "Jeepers Creepers" no quiere convencer en estos aspectos. Simplemente quiere regalarnos cuatro momentos que se nos queden en la retina a los aficionados a las monster movies - entiéndase la carretera, el sótano de la iglesia, la casa de la anciana con los gatos (rodada con magistralidad) y la impactante escena final. Y lo consigue con matrícula de honor. demonio
Una mujer con una misteriosa enfermedad sanguínea se ve obligada a entrar en acción cuando un grupo de terroristas secuestra un vuelo transatlántico nocturno. Con el fin de proteger a su hijo, tendrá que revelar su oscuro secreto y dar rienda suelta al monstruo interior que siempre ha intentado ocultar.....Cielo rojo sangreCritica: Un grupo de terroristas toma un avión y se dispone a estrellarlo con motivos político/económicos. Arriba del avión viaja una madre muy particular con su hijo. Cielo rojo sangre inicia, desarrolla y culmina con una historia harto simple, inexplicablemente larga y con varios vaivenes del guión que están ahí para disimular un poco... a una historia harto simple e inexplicablemente larga (así es, nuevamente).Su apartado técnico es llamativo: para tratarse de un producto clase b, está muy bien filmada. Resulta flipante ver el manejo de las cámaras, planos detalles y ralentis para mostrar semejante desvarío. Este afán para que la peli se vea bien la salva de un potencial fiasco de magnitudes bíblicas.Porque, veamos: la trama de terrorismo y espionaje es el tronco de la historia. Lo curioso son las ramas que crecen del tronco. Se suma un elemento fantástico que armoniza poco con la idea de base, pero es justamente ese agregado curioso lo que capta la atención. La paciencia del espectador queda en suspensión. Se genera una expectativa paradójica, sobre todo teniendo en cuenta la ensalada genérica de la propuesta.La situación de la madre, pues...una sub trama en modo flash back que sirve apenas para que ese pegote fantástico no quede del todo incoherente. De todas maneras, el pastiche de géneros con calzador se nota.Así queda Cielo rojo sangre, para dejarse llevar un poco, entretenerse de a ratos y dispersar el ojo crítico. Porque si te detienes a pensarla...Cielo rojo sangre
En un futuro no muy lejano la humanidad está aprendiendo a adaptarse a su entorno sintético, en un mundo donde no existe el dolor. Esta evolución lleva a los humanos más allá de su estado natural y hacia una metamorfosis, alterando su estructura biológica. Crímenes del futuroCritica: El regreso al estilo original, tras algo más de veinte años, en el cine de canadiense David Cronenberg, supone todo un motivo para la celebración, al menos para esa minoría de fieles, cinéfilos de la nueva carne, en la que el realizador es sumo sacerdote, y cuyo reflejo ha encontrado cierta relevancia en el cine europeo en los últimos años. Crímenes del futuroA muchos sorprenderá la ya existencia de un 'Crimes of Future' en la filmografía de Cronenberg, su segundo largometraje, fechado en 1970, y apenas recordado, ya que no es hasta 'Vinieron de dentro de...' (1975), cuando se suele hablar de los inicios de su trabajo, pese a que aquella ya contenía muchas de las constantes que acabarían por definirle como realizador. Crímenes del futuroEl concepto sectario, eje de la cinta de los setenta, toma en estos actuales crímenes del futuro, una nueva dimensión, hermanando ambas por ese tipo de policiaco neo noir, que tan buenos resultados ha dado en títulos como 'El Almuerzo Desnudo' (1991), que incluía como mayor hallazgo, el bloqueo y la enorme dificultad del proceso creativo, otra de las piezas clave del film que nos ocupa, mutado hacia una forma de expresividad artística, en un futuro donde el ser humano ha perdido la capacidad de sentir dolor, lo que permite a muchos artistas experimentar con una serie de performances, caracterizadas por un más que gráfico auto castigo físico. Crímenes del futuroEn ese punto, resulta imposible obviar, y ya que hablamos de parecidos, los nexos de unión con la infravalorada 'eXistenZ' (1999), por ese interés orgánico por la penetración, transformada aquí en bisturíes que perforan y sajan la carne, y que en aquella eran puertos de conexión procesados y unidos a vainas génicas, lo que convierte, con todo lo mencionado, a 'Crímenes del futuro' en un producto básicamente evolutivo, que explora muchas de las obsesiones de Cronenberg a lo largo de su ya dilatada carrera. Crímenes del futuroLa cirugía es el nuevo sexo, el universo distópico de Cronenberg ofrece una realidad cercana, donde esa nueva carne, piedra angular de su discurso, ha provocado una profunda deshumanización, algo que por otra parte es siempre el enfoque más correcto a la hora de afrontar este subgénero de la ciencia ficción, al tiempo que el habitual concepto de metamorfosis kafkiana, enfocado aquí como algo más darwiniano, completa el brillante carácter alegórico y metafórico que porta la cinta, y que indudablemente, hará las delicias de sus más fieles creyentes. Crímenes del futuroEl uso de una narrativa compleja, disuadirá al resto, ese gran público consumidor de productos perecederos, se verá enfrentado a una trama críptica, la cual se desmadeja de forma bastante sofisticada, envuelta en un diseño de producción de escenarios degradados, como si la humanidad hubiera renunciado a toda estética, que no tenga que ver con la deformación física como espectáculo, bajo un tono predominantemente nocturno, que añade un filtro amarillento, que entronca con esa idea sobre lo enfermizo y la más que evidente fragilidad del cuerpo humano, constantes en el discurso del realizador. Crímenes del futuroEn su cuarta colaboración con Cronenberg, y convertido en su actor fetiche en este nuevo milenio, Viggo Mortensen entrega su esfuerzo a un personaje deteriorado por el exceso, artista del dolor, muy bien secundado por la extraña química que comparte con su partenaire, una Léa Seydoux imperial cuya mirada sensual y eterna, así como su porte enigmático, unido a la máxima entrega física y emocional de sus personajes, la convierten en la intérprete del momento. Crímenes del futuroCompleta el reparto una Kristen Stewart implicada, que al igual que Robert Pattinson, su compañero de infamias de Crepúsculo, al que por cierto Cronenberg también asimiló en la fallida 'Cosmopolis' (2012), y en 'Maps to the Stars' (2014), intenta demostrar que puede arriesgar con papeles diametralmente más complejos.Por poner alguna pega al film, la trama policial es repetitiva y hasta innecesaria, también resulta confuso ese marco legal de los diferentes instituciones, que parecen querer acotar la responsabilidad de esa nueva forma de expresión artística, los personajes implicados deambulan torpes en sus motivaciones, e incluso distraen de la verdadera atracción que la cinta ofrece, ese viaje a través de artefactos orgánicos imposibles, marca de la casa, y las mencionadas performances, donde cabe destacar el excelente trabajo de maquillaje, así como la siempre elegante y enigmática partitura de Howard Shore, compositor indivisible del realizador.Por último, el regreso del maestro canadiense al terreno de lo kafkiano, debe encontrar el aplauso de su público, básicamente porque recupera los pilares clave de su coherencia como autor, justificando sus obsesiones con la mejor expresividad artística, aportando finalmente, y a sus casi ochenta primaveras, otro título solemne a su trayectoria, plena de originalidad y profundamente estimulante para sus más acérrimos creyentes.
En la costa de California se alza el pintoresco centro turístico de Antonio Bay. Mientras sus residentes se preparan para las celebraciones del centenario de la ciudad, la tripulación de un viejo barco aparece brutalmente asesinada. Al mismo tiempo, en el mar, una misteriosa niebla que oculta un mortífero secreto comienza a desplazarse inexorablemente cada noche hacia la costa. Según una leyenda local, estos extraños sucesos están aparentemente relacionados con un terrible acontecimiento sucedido hace cien años. A medida que se aproxima el día del centenario el horror se acerca a su clímax.
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