Esta película generada íntegramente por computadora, es la continuación del videojuego de Square Enix; Final Fantasy VII y forma parte de una estrategia de la propia compañía para completar la historia de la saga. El argumento nos sitúa dos años después de Final Fantasy VII. Cloud Strife, el protagonista, vive solo en la iglesia de Aeris y está afectado por una extraña enfermedad, el GeoStigma, un virus que lo está matando poco a poco dejándole sin energía...
Rocket y Groot necesitan una nueva nave, pero cuesta 3 millones de créditos. Dependerá de su habilidad conseguir dicha suma para poder seguir surcando la galaxia.
Adam West y Burt Ward regresan a sus roles icónicos de Batman y Robin. Con las voces de Adam West, Burt Ward y Julie Newmar, la película muestra a los superhéroes enfrentarse a villanos clásicos como The Joker, The Riddler, The Penguin y Catwoman, ambos en Gotham City ... y en el espacio.
Un grupo de científicos y exploradores emprende un viaje espacial a un remoto planeta, una rara estrella recién descubierta, donde sus límites físicos y mentales serán puestos a prueba. El motivo de la misión es que los humanos creen que allá podrán encontrar la respuesta a las preguntas más profundas y al mayor de los misterios: el origen de la vida en la Tierra. Prometheus PrometeoCritica:No es ninguna mentira decir que Ridley Scott lleva varios años en una etapa de completo desatino creativo, por lo que el anuncio de Prometheus (que inicialmente iba a ser una precuela de “Alien” -1979-, para luego quedarse como material independiente*) nos llenó de esperanza: pues también se sabe que lo mejor que ha hecho este director son dos películas de ciencia-ficción (la citada “Alien” y “Blade Runner”). Su regreso al género prometía ser triunfal: casting de infarto, unos materiales promocionales potentes que dejaban con ganas de más (aunque repletos de spoilers, eso sí) y equipo humano de primera tras la música, fotografía y otros aspectos técnicos. PrometeoAl final “Prometheus” no llega a alcanzar todo lo que se propone pero no es en modo alguno una película desestimable, a pesar de que atacarla sea excesivamente fácil debido a algún exceso y a una narración que por momentos parece querer ir demasiado lejos sin que sus reflexiones aporten algo a lo que hace girar la historia. La película se inicia así con unos planos de un planeta repleto de vegetación, hasta que se sigue a una figura humanoide que se deshace tras injerir una especie de líquido. Lo que sigue es una presentación de personajes bastante larga, a fuego lento, un poco al estilo de la primera “Alien” pero con menos habilidad (allí se permitían prescindir del diálogo hasta la maravillosa secuencia en la mesa de la comida); y tras ponernos en situación comienza la verdadera película. PrometeoSu título ya da entender que aquí el tema trata sobre el mito de Prometeo pero la película va -o quiere ir- más allá: desde la pérdida hasta la búsqueda del origen del hombre, pasando por robótica y tecnologías del futuro. El guión de John Spaihts y Damon Lindelof (este último, asociado a la serie “Perdidos”) no es muy sólido y sirve más bien como una serie de viñetas que se van interconectando. Algún personaje puntual está muy bien definido (especialmente el interpretado por el inmenso Michael Fassbender) pero el resto son poco más que clichés; no es que sea determinante porque la película no juega a ser realista en este sentido, aunque tenga demasiadas situaciones que chirrían a poco que alguien tenga dos dedos de frente. Prometeo
En vísperas de la II Guerra Mundial, en el condado de Yorkshire (Inglaterra), la familia Carraclough se ve obligada a vender a su perra Lassie a un adinerado duque (Peter O'Toole) que vive en Escocia. Sin embargo, aunque está a cientos de millas de su verdadera familia, huye y recorre un largo camino de vuelta a casa. Una aventura en la que se enfrentará a diversos peligros y encontrará ayuda en los sitios más insospechados...
No volver a mostrar