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Narra la inspiradora y poderosa historial real de Rachel Joy Scott, la primera estudiante asesinada en el tiroteo ocurrido en el instituto Columbine en 1999. I'm Not Ashamed HablandoCritica:Terminando de ver “I'm Not Ashamed” (2016) de Brian Baugh con Masey McLain, Sadie Robertson, Ben Davies, Korie Robertson, Cameron McKendry, Terri Minton, Victoria Staley, Jennifer O'Neill, entre otros. Drama basado en los diarios de Rachel Joy Scott, de 17 años, que fue la primera víctima de La Masacre de La Escuela Secundaria de Columbine, en 1999, que cobró la vida de 12 estudiantes y un profesor, en uno de los tiroteos más mortales de la historia de los EEUU. El diario como la película, está lleno de sus pensamientos y experiencias de vida durante sus últimos 16 meses, a menudo dirigiéndose a Cristo, al tiempo que vemos dibujos de su estado de ánimo; y escuchamos muchos poemas, oraciones y relatos de sus esfuerzos, ofrecimientos de amistad a quienes han sido considerados parias; aquellos sometidos regularmente a burlas debido a dolencias o discapacidades; y otros que conoció fuera de su escuela, que estaban solos o en necesidad. Por tanto, la protagonista se santifica al ofrecer su continuo apoyo a todas estas personas, y de buena gana, se reunió o conversó con ellos, transmitiéndole su continua amistad y apoyo. HablandoScott es la principal protagonista, y la historia de los jóvenes que cometieron el tiroteo, Eric Harris y Dylan Klebold, está entrelazada con Scott, la cual era una devota cristiana que creía tener la teoría de que, “si una persona puede hacer el esfuerzo de mostrar compasión, entonces ellos comenzarán una cadena similar de acontecimientos” El objetivo del filme como del diario, y ella misma, fue abogar por la creencia en demostrar empatía y compasión como “la mejor forma de amor que los humanos tenemos para ofrecer”; por ello, todo el metraje es casi una historia a caballo entre el catequismo y el vía crucis de su vida, como adolescente que lidia con el amor, la presión de grupo, la obediencia, la imprudencia, la fe, la familia, el alcohol, y las drogas; todo ello hace que la historia de Rachel sea una de fortaleza y fragilidad, de valentía y de miedo. Como dato, Rachel Scott murió de múltiples disparos: En la cabeza, pecho, brazos y piernas; mientras almorzaba con un amigo, Richard Castaldo, en el césped exterior de la biblioteca. Después de eso, su coche fue transformado en un memorial adornado con flores en el parking del colegio por los afligidos estudiantes, de hecho, el Acura Legend rojo de 1988 real, se muestra al final de la película. Al tiempo, llama la atención que el filme deje por fuera al padre, Darrell Scott, que abandonó a la familia sin explorar las razones; después se dedicó al “negocio” con el “Rachel’s Challenge”, una organización sin ánimo de lucro, y que ha escrito al menos 3 libros sobre la vida de su hija y su impacto. Nada de esto sale en el filme… Hablando
Elio Perlman (Timothée Chalamet), un joven de 17 años, pasa el cálido y soleado verano de 1983 en la casa de campo de sus padres en el norte de Italia. Se pasa el tiempo holgazaneando, escuchando música, leyendo libros y nadando hasta que un día el nuevo ayudante americano de su padre llega a la gran villa. Oliver (Armie Hammer) es encantador y, como Elio, tiene raíces judías; también es joven, seguro de sí mismo y atractivo. Al principio Elio se muestra algo frío y distante hacia el joven, pero pronto ambos empiezan a salir juntos de excursión y, conforme el verano avanza, la atracción mutua de la pareja se hace más intensa. Call Me by Your Name LlámameCritica:Una historia mil veces contada (como todas), que se nos intenta vender como si fuese el último gran triunfo del cine anticomercial frente al todopoderoso y perverso cine comercial. David frente a Goliath, el bien frente al mal. Gran trampa, pues estamos ante una cuidada labor de marketing y promoción, para un tipo de público muy sensible a ese tipo de promoción y marketing camuflados, que nos vende un producto manufacturado , como si fuese una obra de artesanía (que no de arte). Llámame Si el gran atractivo , para mí, de esta película era el guión de James Ivory, ni siquiera eso consigue convencerme. Su narración se pierde en miles de detalles meramente estéticos que no hacen sino ralentizarla. Entre plano y plano de paisajes, o de rincones hermosos o de una mosca que pasaba por allí, avanzan a trompicones y con lagunas imperdonables las relaciones entre los protagonistas y entre éstos y el resto de personajes. Un guión quizás en demasía literario. Uno de esos casos en que 100 minutos son mejor que 130. Apenas consigue rascar la superficie de los sentimientos, de los temores o los deseos de los personajes. Coloca al espectador en posición de mero "voayeur", en vez de hacerle partícipe. Desperdicia el gran potencial erótico y sensual de la historia y de cada encuentro con agotadores alardes de esteticismo.La cámara se empeña en demasía en que nos enamoremos del jovenzuelo Timothée Chalamet (al que no hay nada que reprochar), desaprovechando e incluso dejando sin sentido (por esas lagunas de que hablaba) la sólida interpretación de Armie Hammer. Sí que le regala a Michael Stuhlbarg esa confesión imposible, y un poco Disney, que para mí es la mejor escena de la película y con la que se debería haber cerrado. Pero una vez más se empeñan en alargar la historia sin sentido y darnos dos finales que por separado podrían funcionar, pero consecutivamente restan más que sumar. Llámame
Cuando varias porristas son expulsadas de la escuela o lesionadas en circunstancias misteriosas, la nueva estudiante Riley comienza a sospechar que su madrastra podría ser la culpable.....Killer Cheer MomCritica: llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Killer Cheer Mom
Rick Deckard deambula por la jungla de acero y microchips de la ciudad de Los Angeles del siglo XXI. Su misión: buscar androides genéticos criminales. Su orden: matarlos. Su delito: querer ser humanos.
Mike Ross es un joven con una mente brillante que siempre ha soñado con ser abogado, pero un incidente desafortunado le impide cumplirlo. Naturalmente inteligente y con una memoria eidética (fotográfica), se gana la vida suplantando a otros en los exámenes de admisión para la escuela de derecho. Envuelto en un encargo de tráfico de drogas, Mike sospecha que le han tendido una trampa y consigue deshacerse de la policía al colarse en una entrevista de trabajo para uno de los bufetes más importantes de Nueva York (Pearson Hardman), con Harvey Specter.
Allie Fox, un brillante inventor e idealista radical, se embarca con su familia en una peligrosa aventura a través de México para huir del gobierno de EE. UU....La costa de los mosquitosCritica: Justin Theroux interpreta a un personaje incomprendido, genio autodidacta y detractor de la sociedad de consumo encarnada en el capitalismo salvaje; que debe huir al exótico sur en busca de una solución urgente. Es que el mismísimo gobierno de los Estados Unidos está tras su familia, y esa presencia que acecha irá cobrando diversas formas e identidades. Los villanos podrán llegar a ser asesinos en serie, capataces de carteles mexicanos y hasta los propios miembros de esa especie de familia no convencional.Desde un primer momento podemos afirmar que la tensión familiar que subyace dentro de esos supuestos paradigmas perfectos del american way of life, representan un quiebre en la familia Fox. Allie parece ser el enemigo tácito, presente permanentemente pero nunca nombrado ni señalado como tal. Será él mismo el responsable del trágico devenir de esa aventura incierta, riesgosa y emocionante. Esto último es importante: si algo no le falta a esta nueva versión de La costa de los mosquitos es acción y emoción, a tal punto de que se volverá ineludible no vincular al Allie Fox de Justin Theroux con el Walter White de Bryan Cranston en Breaking Bad, o al Martin Byrde de Bateman en Ozark. Las semejanzas son inevitables.*La fórmula de la fórmulaLa costa de los mosquitos, a juzgar por los comentarios críticos mayormente negativos que ha recibido, podrá contener múltiples incongruencias de guion y flaquezas narrativas; pero su problema mayúsculo es mucho más complejo. Lo que ocurre es que se pretende plantear, en un puñado de siete episodios, un cuestionamiento de la fórmula y la estandarización concebida por el estilo de vida gringo obscenamente consumista y derrochador. Pero, en definitiva, desde sus aspectos estructurales, la serie abraza esos estándares: secuencias de acción dramática previsibles, golpes de efecto y reflexiones esporádicas sobre la humanidad.....La costa de los mosquitos
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