Una pianista apasionada y un intenso y silencioso creador de rompecabezas se detestan como vecinos, pero pueden cambiar de opinión al empezar a salir.
Narra los desafíos morales que surgen del encuentro entre un niño y un dragón que es capaz de hacer realidad los deseos....El dragón de la teteraCritica: ¿Qué obtenemos de la mezcla de Aladdin, Dragon Ball y un viaje de LSD? Este psicodélico y esponjoso dragón magenta llamado Long.Din es un joven universitario de clase obrera en China. Además de estudiar, trabaja haciendo entregas en moto y vive en un pequeño departamento con su madre. Él sueña con reencontrarse con Li Na, su amiga de la infancia, quien ahora es una modelo famosa. Un día llega a sus manos una tetera de la cual sale un dragón parlanchín dispuesto a cumplirle tres deseos. Obviamente el encuentro entre los jóvenes no se hará esperar, como así tampoco la aparición de villanos que quieran hacerse del utensilio mágico.Como vemos, la historia carece de originalidad, pero todo bien si a eso lo suple con otra cosa. Y lo hace. Es una película muy divertida, más allá de la torpeza y el humor físico que pueda aportar el joven protagonista, los creadores supieron reconocer que Robin Williams hubo uno solo y a Long le dieron un toque más adulto y sarcástico. Este genio animal juega constantemente con el tedio de su trabajo y el desprecio por la humanidad, a su vez que se maravilla con las nuevas tecnologías ya que no sale de su prisión hace varios siglos. El dragón de la teteraA pesar de su predictibilidad, es una trama muy bien llevada, con una buena cantidad de personajes más o menos interesantes y diversos, pero que se centra obviamente en este par de amigos nuevos, los cuales aprenderán uno del otro. Hay un sentido de fábula con búsqueda de moraleja, pero que tampoco es nada del otro mundo. Lo que más tiene para aportar son sus gags, sus colores fascinantes, la construcción de esta Shanghai moderna y el verosímil creado con un equilibrio entre el realismo por momentos y por otros lo caricaturesco que le permite romper ciertas reglas de la física sin que quede raro.En conclusión, no es para encontrar nada nuevo, pero si lo que se pretende es pasar un buen rato, cumple con creces.
Han pasado 30 años desde que el Dr. Sam Beckett pisó el acelerador Quantum Leap y desapareció. Ahora se ha reunido un nuevo equipo para reiniciar el proyecto con la esperanza de comprender los misterios detrás de la máquina y el hombre que la creó.
El huracán Katrina ha llegado a Nueva Orleans y ha acabado con todos los bienes que poseían la mayoría de sus ciudadanos. Entre los afectados, se encuentra un joven de raza negra cuya educación y formación no parece suficiente como para poder reponer todas las pérdidas. Desesperado, decide juntarse con sus tres amigos, hacerse gángsters y conseguir el dinero necesario para mantener a sus familias a salvo. Esta osadía no será pasada por alto por el Departamento de Policía de la ciudad, que tratará de detenerles lo antes posible....Cut Throat CityCritica:En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.....Cut Throat City
Tallado en una experiencia de toda la vida que va desde el encarcelamiento hasta la liberación, Dog Eat Dog es la historia de tres hombres que están todos fuera de prisión y ahora tienen la tarea de adaptarse a la vida civil.
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