Mientras en un escape del fin de semana corto, Louise pega un tiro a un hombre que había tratado de violar a Thelma. Debido a las circunstancias incriminatorias, hacen una carrera a ello y así una persecución a campo traviesa sigue para los dos fugitivos. A lo largo del camino, ambas mujeres descubren de nuevo la fuerza de su amistad y aspectos sorprendentes de sus personalidades y autofuerzas en los tiempos difíciles.
Después de no poder llegar a Broadway, April regresa a su ciudad natal y, a regañadientes, comienza a entrenar a un grupo de jóvenes bailarines para una competencia.
París, años 30. Hugo es un niño huérfano, relojero y ladrón que vive entre los muros de una ajetreada estación de trenes parisina. Nadie sabe de su existencia hasta que le descubre una excéntrica niña junto a la que vivirá una increíble aventura.
Una epopeya sobre una de las épocas más convulsas de la historia reciente del conurbano bonaerense. En este contexto surge un grupo de idealistas a los que llaman despectivamente: "Los bastardos"..... Los bastardosCritica: que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Los bastardos
Un desaliñado superhéroe llamado Hancock protege a los ciudadanos de Los Ángeles, pero provoca grandes daños colaterales después de realizar sus actos heroicos. Eso está bien con Hancock; a él no le importa lo que la gente piense y se le puede encontrar descansando en la banca de un parque, como salvando a una damisela en apuros. pero cuando salva la vida de un ejecutivo y conoce a su hermosa esposa, descubre que también tiene sentimientos.
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