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El 21 de marzo de 1945, la Real Fuerza Aérea Británica emprendió una misión para bombardear el cuartel general de la Gestapo en Copenhague. La incursión tuvo consecuencias fatales, ya que algunos de los bombarderos apuntaron accidentalmente a una escuela y murieron más de 120 personas, 86 de las cuales eran niños...Una sombra en mi ojoCritica: llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia.... Una sombra en mi ojo
Cuando Mitchie tiene la oportunidad de asistir a Camp Rock, su vida toma un giro impredecible y se da cuenta de lo importante que es ser sincero contigo mismo.
Miniserie de TV de cuatro capítulos basada en una historia real que sacudió a la opinión pública estadounidense. Cuenta el caso de Los Cinco de Central Park (Antron McCray, Kevin Richardson, Yusef Salaam, Raymond Santana y Korey Wise), unos adolescentes afroamericanos condenados por una violación que no cometieron. La crónica, que abarca 25 años, comienza en la primavera de 1989, con el primer interrogatorio de los jóvenes de Harlem. Así nos venCritica: Hacía mucho tiempo que no veía una serie como esta, magníficas interpretaciones, espectacular ambientación ochentera. Empecé a verla atraída por el tráiler, cuando vi que Michael K. Williams formaba parte del reparto fue otro aliciente más para visionarla. Advierto que una vez que empiezas a verla es muy difícil que pares , yo voy por el tercer episodio, temo ver el cuarto porque sé que la voy a echar de menos y es que esta serie quedará para siempre en mi memoria porque muestra tal injusticia que te hace sentir tan impotente que de verdad que hay ratos que sientes verdadera angustia de presenciar lo que está pasando, saber que está basada en hechos reales causa verdadero estupor, mi enhorabuena a productores y realizadores de esta serie. no quiero desvelar la trama , eso sí subrayar las apariciones de hemeroteca de Trump y ojalá que quien visione está producción reflexione sobre lo que acarrearía la pena de muerte… estoy impactada, gracias por leerme y no te la pierdas créeme es de las que siempre recomendarás.
Secuela que sigue a la familia Skov desde 1943 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. La creciente oposición a la ocupación y la creciente brutalidad de los alemanes tienen consecuencias fatales para la familia.....Más allá de la oscuridadCritica: llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Más allá de la oscuridad
Si Nick Barrow puede mantenerse con vida durante 21 días, morirá feliz. Todo el mundo que Nick sabe lo quiere muerto; Jefes de la mafia, asesinos a sueldo y policías sucios. Interpretando el último acto de un hombre desesperado, Nick contrata una póliza de seguro de un millón de dólares, pagadera a su hija alejada. ¿El problema? La política no entra en vigencia por 21 días. Nick sabe que tendrán suerte de estar vivos durante veintiuna horas.
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