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Dos años antes de estallar la Guerra Civil (1861-1865), Schultz, un cazarrecompensas alemán que le sigue la pista a unos asesinos, le promete al esclavo Django dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Terminado con éxito el trabajo, Django prefiere seguir al lado del alemán y ayudarle a capturar a los delincuentes más buscados del Sur. Se convierte así en un experto cazador de recompensas, pero su único objetivo es rescatar a su esposa Broomhilda, a la que perdió por culpa del tráfico de esclavos. La búsqueda llevará a Django y a Schultz hasta Calvin Candie, el malvado propietario de la plantación "Candyland". La presencia de ambos en los alrededores de la propiedad, despierta las sospechas de Stephen, el esclavo de confianza de Candie. Django Unchained DjangoCritica:Muchos consideran que a Tarantino le llegó su hora en “Kill Bill”: la suma de referencias, el pastiche de tonos y la división del tomo-cinematográfico-pop-oriental convirtió la pieza mutante en un inmediato controvertido objeto de culto. Sabe que no puede sorprender ya al espectador con originales estructuras narrativas y sus últimas referencias eran demasiado evidentes. Ahora ha decidido iniciar una nueva andadura marcando cimas dentro de géneros explotados para reinventarlos bajo su estilo, con forma de superproducción y mandato de serie B. ¿Se ha hecho alguna vez una película bélica ambientada en la Segunda Guerra Mundial que hable del nazismo como “Malditos Bastardos”? ¿Veremos un western que narre la esclavitud en EEUU como “Django desencadenado”?. DjangoTarantino siempre ha conseguido dejarse balas en la recámara, apartar proyectos malditos y reconvertirlos pasado el tiempo en afiladas y letales balas que salen de la pantalla dispuestas a quebrantar nuestros corazones. Esta vez parece quitarse la espina de la adaptación de ‘40 Lashes Less One’ de Elmore Leonard y enfrentándose a su eterna constante en su propio género: Sergio Leone. Finalmente “Django desencadenado” es puro Leone y puro Tarantino, pura pólvora incandescente prendida por la llama de Peckinpah, la auto-parodia-y-referencia y empapados de sangre de subgéneros. Es ese maldito y bastardo revolver cinematográfico que ansiaba la revalorización del género. Pura e impecable dinamita capaz de jugar con fuego y la anarquía, con el exhibicionismo y la versión extendida, con la brutalidad y el exceso, con la reinvención histórica y la apropiación.Django
Rhea descubre su pasión por crear mezclas de DJ que combinan las ricas texturas de su cultura del sur de Asia y el mundo que la rodea....SpinCritica: esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia....Spin
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