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Lance Walters es un abogado divorciado que decide irse a vivir con su hijo y su nueva novia a una casa de ensueño en un bosque situado en las montañas. Sin embargo, allí descubrirá que para construir su hogar deberá cortar un árbol en el que vive un pájaro carpintero, contra el que empezará una guerra para decidir quién se quedará con el lugar. Woody Woodpecker locoCritica:Alguien pidió un live action de Woody? No. Creo que hubiera estado mejor hacerla directamente animada para mantener embobados completamente a los nenes. El problema más grave es que, al no ser animada, y como está encarada a nenes de entre 2 y 4 años, la única forma de no aburrirlos es darle 5 litros de leche para que se quede quieto frente al tele, o llevarlo al cine… aunque si llevás a un nene de 3 años al cine sos un hijo de puta. Tiene una duración de hora y media y eso la mata, porque para cualquier edad es aburrida. Y para los mayores, ridícula e insoportable. locoTrillada, llena de clichés, estúpida, y cero graciosa. Parece el guión malo de una peli vieja. Evidentemente esto ha funcionado en su época como serie animada, porque de verdad tuvo éxito. Pero acá han violado al personaje.Pero no es peor que "The Emoji Movie", por dos motivos, uno que no tuvo el agresivo marketing que hizo Sony ni mucho menos queriéndote imponer que iba a ser la mejor peli animada de la historia. Y segundo, como dije antes, que no es completamente animada, es un live action. Pero si apuntabas a los nenes, te salió mal, porque no interesa ver a los personajes de mierda de carne y hueso, y por otro lado, la animación del pájaro carpintero es patética. loco
Cuatro estudiantes negros asisten a una universidad de la Ivy League donde un motín estalla cuando tiene lugar una fiesta de temática "afroamericana" organizada por estudiantes blancos. La película explora la identidad racial en la América post-racial, mientras teje una historia sobre forjar un camino único en el mundo. Queridos blancos Querida genteCritica:Por una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Querida genteUn metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Dear White People Querida gente
En el Japón del periodo Edo, una joven guerrera que sueña con vengarse de aquellos que la marginaron se abre un camino sangriento hacia su destino.
Principios del siglo XVIII. Inglaterra está en guerra con los franceses. Una reina debilitada, Anne (Olivia Colman), ocupa el trono y su amiga Lady Sarah (Rachel Weisz) gobierna el país en su ausencia, debido a su estado de salud y a su carácter inestable. Cuando una nueva sirvienta aparece, Abigail (Emma Stone), su encanto seduce a Sarah. Sarah ayuda a Abigail y ésta ve una oportunidad para regresar a sus raíces aristocráticas. Como la política ocupa gran parte del tiempo de Sarah, Abigail empieza a acompañar con más frecuencia a la Reina. Desarrollarán una amistad que Abigail aprovechará para saciar sus ambiciones. La favoritaCriticaAl mismo tiempo, una farsa histórica delirante y un drama de época fidedigno. Yorgos Lanthimos balancea su más reciente película entre esas relaciones aparentemente opuestas con el equilibrismo del que sólo es capaz un gran director, relaciones que durante dos horas nos van a mantener siempre con una mueca en la cara y sacar muchas carcajadas. Sus personajes son líderes y son más bien niños con rabieta. Su puesta en escena es suntuosa, preciosista, y Lanthimos la sacude con su cámara siempre en un ángulo raro, distorsionado, electrificante. De esa dualidad construye este pequeño mundo de apariencia majestuoso, pero que basta ver un segundo para olerle lo podrido.Me cuesta trabajo decidir que es lo que hace más seductor este mundo podrido de Lanthimos, si su impecable estética o las actuaciones. Hasta The Favourite, ninguna película de Lanthimos contenía actuaciones que uno pudiera admirar por separado, que se sostuvieran por sí solas. Eran actuaciones de película de Lanthimos. Aquí, sin rebajar su estilo las actuaciones brillan, en parte gracias a la locuacidad regia del guión (por primera vez no escrito por Lanthimos para una de sus obras) que da peso a cada oración y la presencia de sus tres actrices principales. Gran parte de la diversión que ofrecen estas dos horas consiste en ver a Stone y Weisz enfrentarse en duelos de diálogos a velocidad de metralleta. O si no, ver a Colman caer en sus rabietas de niña vieja. Es de una delicia retorcida.La película es juguetona en sí. No hace declaraciones. Muestra crueldad, decadencia, pero sobre todo ridículo y deja que el espectador se haga las ideas. Es muy inteligente para caer en un clímax obvio. No hay un enfrentamiento final entre Stone y Weisz. Una se hunde en la propia podredumbre y la otra alcanza una extraña dignidad en su derrota. Pero nada más. La favoritaLo mejor de todo, sin embargo, es presenciar la forma en que Yorgos Lanthimos habita y hace suya la película. Hemos visto estos dramas palaciegos con guiones ahogados en famoso ingenio británico hasta el hastío. The Favourite se las arregla para sentirse nueva y original aunque no lo sea. Cada detalle está saturado del amor por lo grotesco, el espacio entre lo real y lo surreal que habita Lanthimos, los diálogos inexpresivos lanzados con justo la fuerza necesaria, los choques de poderes observados como si se trataran de juegos de niños.Su estilo es suavemente pirotécnico. Su gracia queda establecida rápidamente, en los primeros diez minutos de película que disparan con todo. Lo difícil es mantener esa energía por las siguientes dos horas. Lanthimos lo consigue y ese es su triunfo. The Favourite es deliciosa. ¿A cuántas películas podemos llamar deliciosas sin exagerar? La favorita
El cartógrafo inglés Jonathan Green recibe la orden de crear un mapa de la lejana Rusia. En su largo viaje, Jonathan vivirá todo tipo de aventuras, desde enfrentamientos con extrañas criaturas y batallas con maestros en artes marciales hasta brujas milenarias ocultas en los rincones más recónditos de la legendaria China. Pero todas las pruebas parecerán un juego de niños cuando tenga que enfrentarse al mayor de los enemigos jamás creado por la magia negra: el gran Rey de los Dragones.... El misterio del dragónCritica: Un niño va al cine, ve una película que cuenta una historia de fantasía que le fascina. Seis meses después le pide a sus padres millonarios que rueden esa película con sus actores favoritos. Los padres, que desconocen el nombre, origen y argumento de la película que vio el niño, se ven obligados a recurrir al único vestigio que queda de aquella obra: los recuerdos del niño; a él se le encomienda escribir el guión, definir a los personajes y resolver los problemas internos argumentales. Así se fraguó este filme.Esta es la única explicación plausible para 'El Misterio del Dragón'. Un argumento insulso con aires de fantasía mal traída, una trama que hace aguas, unos personajes caricaturizados hasta el extremo, situaciones tan poco creíbles que te expulsan de la narración, casualidades y encuentros más forzados que darle un beso a tu tía abuela en Navidad; por no hablar de los Deus Ex-Machina, si por cada uno de los cuales recibiese un euro, ver la película me habría salido gratis.Los actores parecen sacados de una película de serie B, cierto es que el guión y la dirección no ayudan, pero tampoco parecen esforzarse demasiado, a sabiendas, quizá del resultado que iba a arrojar el producto final e intentando pasar de puntillas "a ver si con un poco de suerte nadie se acuerda de que salí aquí"; pero desde luego es una forma terrible de malograr las grandes carreras de Chan y Shcwarzenegger.Es entretenida a ratos, y algunos efectos visuales, como el de la bestia que da nombre al filme, son espectaculares (el resto parecen sacados de un Assasins Creed de Ps3); le puedo perdonar los agujeros de guión, los giros forzados, las faltas de rigor, las trampas argumentales, la caricaturización extrema de los personajes, la falta de interés en sí misma... Lo que no puedo perdonar es que, encima, apenas haya kung fu..... El misterio del dragón
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