Con un bote lleno de esperma en el bolsillo y camino de la clínica donde le espera su mujer para hacer una in vitro, Santi -crítico culinario en plena crisis de los 40- choca en vespa con un vehículo cuya conductora se da a la fuga. Buscando ayuda, queda atrapado en el restaurante Toscana donde, a punta de escopeta, un excocinero reclama el finiquito a su propietario. ToscanaCritica: Que la comedia como género tiene, en general, mala prensa y poca aceptación, es evidente. En los festivales de cine, por ejemplo, apenas está presente este género. Y yo me pregunto el porqué, ya que hay un amplio sector de espectadores que buscan evadirse en el cine y, desde luego, no hay mejor que una buena comedia para reírse y desconectar durante un rato de los problemas diarios. Además, en esto coincide casi todo el mundo, es seguramente el género que presenta más dificultades para que salga algo medianamente aceptable. Quizá sea este uno de los motivos del escepticismo general que existe ante el estreno de una nueva comedia, salvo casos muy concretos desde luego (un estreno de Woody Allen, por ejemplo). Otro motivo seguramente sea la cantidad de comedias malas o muy malas, normalmente de trazo grueso, que se estrenan. ToscanaHay que reconocer que hay muchos tipos de comedias, desde las mencionadas de trazo grueso (seguramente las peores y las que más abundan), hasta las comedias más sofisticadas que presentan un humor más inteligente y que normalmente conllevan algún tipo de crítica implícita. "Toscana" tiene de todo (humor inteligente, ironía, alguna crítica implícita, algún gag de trazo grueso,...) y funciona muy bien. ToscanaA una comedia se le debe pedir, lo primero, que sea divertida y "Toscana" lo es, y mucho. Su guion y las actuaciones de todos sus protagonistas (están todos magníficos) llevan a los espectadores de la sonrisa a la carcajada a lo largo de toda la película. En "Toscana", como en casi todas las comedias puras, se presentan una serie de situaciones surrealistas y, desde luego, dramáticas para sus protagonistas, que al verlas desde un punto de vista ligero hace que se incida todavía más en la comedia. ToscanaEn resumen, una comedia sencilla y muy, muy divertida, para pasar un buen rato, lo que, desde luego, no es poco... Toscana
Tras ser echado del bosque, el Pájaro Loco encuentra un maravilloso hogar: el Campamento Woo Hoo. Pero la alegría se acaba cuando un inspector amenaza con clausurarlo...
Una viuda de más de 70 años se da cuenta de que se está convirtiendo en una carga para su familia cuando, de repente, un día recupera misteriosamente su apariencia física de cuando tenía 20 años....Cuando sea jovenCritica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia..... Cuando sea joven
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