Un psiquiatra se enfrenta a su pasado, presente y futuro cuando se ve envuelto en el tratamiento de un joven que acaba de salir de la cárcel por un asesinato que cometió cuando tenía 11 años. The DrowningCritica:Mira que he visto películas...! Esta, para mí, se lleva "la palma" como bodrio absolutamente innecesario. Su falta de credibilidad es absoluta. El guion no tiene donde "agarrarse". Desde "el comienzo al final" no expresa nada coherente. Se pierde y se vuelve a perder en situaciones incomprensiblemente absurdas -el comportamiento del chico y la relación entre paciente, psicólogo y la mujer de este último; el apoyo "incondicional de la psicóloga"; el odio del padre hacia el hijo; la comuna donde convive el profesor de adolescentes problemáticos; la chica que coopera en la comuna; la relación de ésta con el psicólogo y el "presunto" asesino adolescente; los increíbles e indescifrables traumas psicológicos de ambos protagonistas...Y EL FINAL, ese FINAL da para pensar...Efectivamente, da para pensar por qué he podido soportarla hasta EL FINAL y sólo he llegado a la conclusión de que puedo evitar, mediante mi crítica, que alguien la pueda llegar a visionar. DrowningPor una parte, soy un tardío fan de la cinta original. En 1983 me pareció un pestiño (era un adolescente abducido por ‘La guerra de las galaxias’); en 1992, en mi opinión, el montaje del director mejoraba (y mucho) la propuesta; pero no fue hasta hace algunos pocos años, ya en formato blue-ray, en que me sedujo y cautivó por completo y sin reservas. Por otra parte, soy un entusiasta admirador del director Denis Villeneuve, de quien sólo he visto aciertos de todo género y planteamiento, un virguero de las imágenes y del montaje, un artista incontestable y evidente, lo mejor que me he encontrado en una sala de cine en lo que va de siglo. Es decir, que iba con ganas y sana curiosidad al cine, esperando encontrar un propuesta inédita y – sea cual fuera el camino elegido – llena de aciertos… pero nada más lejos de la realidad.Pero vayamos por partes, porque hay muchos aciertos pero también otros tantos deméritos dignos de mención. Entre lo positivo está la puesta en escena que recrea, prolonga y amplía la arrebatadora estética primigenia: esa llovizna casi constante, esa ausencia de horizonte, claridad y sol, ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado.Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia. Drowning
La historia transcurre en un universo paralelo: en la gran ciudad donde se ambienta Powers habitan todo tipo de superhéroes y supervillanos, y sus peleas son una parte más del ajetreado ritmo diario de la ciudad. El veterano detective de homicidios Christian Walker es el encargado de ocuparse de los casos que están relacionados con poderes, con la ayuda de su novata y joven compañera recién asignada, Deena Pilgrim. Pero el trabajo de un policía en un mundo habitado por seres con poderes es distinto, diferentes armas y sobre todo diferente manera de pensar, ellos necesitan un tipo especial de policía para poder encargarse de ese trabajo. PowersCritica: Pero mira que era fácil, señores de Sony. La gente solo quiere ver zombies y súper héroes. Así que cualquier tontería que tenga una de las dos cosas tiene medio camino recorrido. Así que si elegimos super heroes, elegimos: fantasía, acción, FX, misterio, más acción y algo de sci-fy. Lo que no podemos es hacer una serie de súper héroes que no tenga nada de lo anterior. Y no me vale la excusa de que un tratamiento serio del genero requiere contención. Una cosa es contenerse y otra perpetrar una castaña.Argumento: Una suerte de Watchmen en (muy) malo. Primer gran pecado: el diseño de producción da pena (los vestidos de los Powers dan risa) Segundo pecado: hay capítulos enteros que no ocurre nada. Tercer pecado: los protagonistas dan pena. Sus problemas y tribulaciones interesan nada. Cero empatía Cuarto pecado: la historia no se entiende. Nadie se pregunta ni se explica el origen de los Powers. Al menos en X-men hay una teoría detrás.En resumen: si hay que elegir una seria a ver. Yo no recomendaría este pegote. Y la pregunta: ¿de verdad pensó Sony que podía sacar una serie de video juegos de esto?
Historia sobre el entrenador de los New Orleans Saints, Sean Payton, entrenando al equipo de fútbol de sexto curso de su hijo, cuando fue suspendido durante toda la temporada 2012 a consecuencia de su papel en el escándalo Bountygate de los Saints.
El adolescente de la ciudad, Ren MacCormack, se muda a un pequeño pueblo donde la música rock y el baile han sido prohibidos, y su espíritu rebelde agita a la población.
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