La secuela del éxito de 1991, sigue a un investigador de Chicago F.D., que tiene que rastrear a los traficantes de armas que usan los incendios mortales como una distracción.
Biopic del famoso pintor impresionista Vincent Van Gogh, que retrata su atormentada vida a partir de su obra, que no es más que un reflejo de la ansiedad, la sensación de fracaso y la soledad que lo llevaron, finalmente, a la locura.
Justo antes de que Anne emigre con su gran amor Sara a Montreal, su editor rechaza el manuscrito que envió para su primer libro. Por lo tanto, Anne se ve obligada a buscar lo que realmente quiere en la vida, porque parece haberse estancado. Más adelante, conoce a Lou, de género no binario, quien tiene una perspectiva diferente de la vida. Lentamente, Anne irá encontrando el camino a seguir y más claridad en su vida.
Alvin continúa disfrutando, demasiado, de su papel de líder de la banda, y sus travesuras en un concierto provocan que Dave termine en el hospital. Para disgusto de Alvin y sus hermanos, Dave les obliga a olvidarse temporalmente de ser estrellas del rock y volver al instituto, donde conocerán a un grupo de chicas muy especial: Las Chipettes.
1969. Chen Zhen es un joven estudiante de Pekín al que envían a Mongolia Interior para educar a una tribu de pastores nómadas. Pero el que realmente aprende es Chen: sobre la vida en esa tierra infinita y hostil, la libertad y la responsabilidad, y la criatura más temida y reverenciada de esos lugares, el lobo. Sin embargo, la relación de atracción existente entre esas criaturas complejas y casi místicas con el ser humano se ve amenazada cuando un oficial del gobierno central decide por todos los medios eliminar los lobos de esta región. Wolf Totem El camino del loboCritica:Hay algo especial en las películas que, desde una perspectiva seria, tratan el comportamiento de los animales en un estado salvaje. El último lobo coincide con esta consideración puesto que, desde una perspectiva histórica, nos narra un bello relato sobre la relación entre seres humanos y lobos. En concreto, es el realizador francés Jean-Jacques Annaud quien está detrás de las cámaras, un tipo al que le conocemos por obras como Enemigo a las puertas o la adaptación cinematográfica de El nombre de la rosa, pero que también ha trabajado mucho todo este tema de la naturaleza y la fauna en otras películas, especialmente la bien valorada El oso. Aquí intenta trasladar a la pantalla la conocida novela Wolf Totem, escrita con algunos tintes autobiográficos por el chino Lü Jiamin bajo el seudónimo de Jiang Rong. El camino del loboArgumentalmente es muy básica: en la China de los 60, el estudiante Chen Zhen es enviado a la Mongolia profunda para, según el agente del gobierno, enseñar a leer y escribir a la gente de la zona. Pero pronto el joven queda cautivado por el comportamiento tan noble como férreo de los nativos y, especialmente, por la relación que mantienen respecto a los lobos. Generalmente, temen a esta especie, puesto que existe el riesgo serio de que pueda atacar a su ganado, una de las principales fuentes de ingresos que tienen. Sin embargo, con la ayuda de los más veteranos, saben cómo usar el instinto depredador de los lobos para beneficio propio. Zhen descubrirá, empero, que no todo es de color rosa: cuando una loba tiene lobeznos, es necesario sacrificarles (de una manera bastante cruel, todo sea dicho) para que así no aumente la manada. Algo que impacta a cualquier persona que desconozca tal cuestión y, dada la emotividad con la que está narrada esta escena, seguro que también al espectador. El propio Zhen se queda bastante tocado, por lo que decide que tiene que hacer algo para intentar cambiar el curso de los acontecimientos.Conviene no contar nada más de la trama aunque, como decimos, la fuerza de El último lobo no se encuentra en su guión. Esta opinión hay que circunscribirla únicamente al desarrollo de la trama en sí misma, que por momentos resulta quizá algo previsible, pero no al mensaje que intenta transmitir, a todas luces honesto, necesario y en consonancia con la ambientación en la que nos sumerge. Annaud dota a su obra de una poderosa fuerza visual, merced no sólo a la hermosa fotografía conseguida por Jean-Marie Dreujou, sino también a su habilidad para saber captar el momento justo de la naturaleza en que las imágenes poseen más fuerza. No tan impactante es el efecto 3D del filme que, si bien no estorba (cosa que ya sufrimos varias veces en la fiebre estereoscópica post-Avatar), al final uno tiene la sensación de que, sin su presencia, la película conseguiría llegar al espectador de manera prácticamente idéntica. El camino del lobo
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