Bruce Wayne enfrenta una amenaza mortal de su pasado, con la ayuda de tres ex compañeros de clase: los artistas marciales de renombre mundial Richard Dragon, Ben Turner y Lady Shiva....Batman: Alma del dragónCritica: ese opresivo presente de pesadilla que parece abocarnos al abismo, esa mezcolanza entre replicantes y humanos que vuelve confuso lo cotidiano y nos hace desconfiar tanto de lo que vemos como de lo que sentimos; una fotografía innovadora y sugerente, llena de claroscuros y contrastes, que nos engulle como un torbellino y nos escupe despojos hediondos a cada fotograma; una escenografía espeluznante que desdeña lo efímero y encumbra lo sintético y alambicado. Es decir, en cuanto al universo visual nos hallamos ante una propuesta insólita, apabullante y portentosa, llena de matices y aciertos.Sin embargo, las flaquezas y deficiencias acaban por erigirse en las grandes protagonistas de la función. Un metraje tan desmesurado como innecesario (sobra casi toda una hora), alargando las escenas hasta la inanición y la abulia; una historia tan poco carismática y tan porfiadamente vaporosa que hacedesfallecer el ánimo y obliga a esperar a que la próxima escena rescate del tedio al espectador y haga avanzar la trama hacia algún lugar digno de interés, cayendo siempre en subrayados innecesarios y en tópicos previsibles, ahogando toda ambigüedad y anulando cualquier estímulo. La calma y el reposo casan mal con una supuesta cinta de acción, por muy ensimismada y reflexiva que pretenda ser. Y las cavilaciones sobre la vida, la muerte, los milagros de la existencia y la magia de la procreación resultan tan patosas como primitivas, tan superficiales como chirriantes.Hay algunas escenas aisladas que descuellan y deslumbran, dignas de perdurar en la memoria cinéfila (como, entro otras, ese baile erótico que sobrepone a dos personajes en abigarrado aquelarre de lo imposible o ese ‘nacimiento’ brusco y sin remilgos de una replicante abocada a su exterminio), pero son momentos inconexos y solitarios, que impresionan por su esplendor y singularidad, pero desentonan por carecer de engarce y coherencia......Batman: Alma del dragón
La gente de todo el mundo disfrutaba de un nuevo juego llamado Ordinal Scale, un ARMMORPG desarrollado exclusivamente para la Augma, una nueva consola portátil diseñada para juegos AR (realidad aumentada). Pero, los jugadores no tenían idea de que una pesadilla del mundo virtual estaba empezando a difundirse en realidad! A medida que sus compañeros se encuentran en peligro, el héroe es invocado una vez más.
El Redentor llegó a Dios por el camino más duro. Cuando trabajaba como sicario de la mafia cometió un error terrible que le costó la vida a su familia. Incapaz de hallar consuelo, decidió convertirse en un justiciero que protegería a los desamparados mientras es perseguido por su Némesis, el temible Alacrán. Redeemer RedentorCritica:Ernesto Díaz Espinoza es, sin duda, uno de los directores más promisorios del cine de género en Chile. La acción, las artes marciales e incluso el exploitation han sido sus métodos para retratar temas en donde, generalmente, la confrontación entre el bien y el mal determinan el interés de sus personajes. Desde “Kiltro” (2006) pasando por “Mirageman” (2007) hasta “Tráiganme la Cabeza de la Mujer Metralleta” (2012), aunque entre altibajos y algunos logros muy bien alcanzados, Díaz Espinoza trazaba una clara curva ascendente en su filmografía, hasta ahora. RedentorTal como lo indica su título, la cinta gira en torno a Pardo (Marko Zaror), un hombre en busca de su redención después de haber sido el responsable de diversas muertes trabajando para la mafia y particularmente una, que no lo deja dormir por las noches. Pero para dar con el Alacrán (José Luís Mosca), el culpable de su vida pasada, debe primero enfrentar a la banda de Steve Bradock (Noah Segan), un incipiente narcotraficante norteamericano radicado en Chile, y proteger la vida de Antonia (Loreto Aravena) y Agustín (Mauricio Diocares), las únicas dos personas que están de su lado.Si bien la premisa no exuda originalidad, el resultado podría haber sido del todo óptimo si la preocupación hubiese sido puesta en la correcta elaboración de un guión inteligente, con el desarrollo de subtramas, o con la explotación de personajes carismáticos y con motivaciones mucho más profundas y verosímiles, sin embargo, “Redentor” carece de todo lo mencionado y se configura simplemente como un relleno para las esperadas escenas de acción y combate cuerpo a cuerpo a las que se enfrenta el protagonista. RedentorDemás está hablar sobre las aptitudes físicas de Zaror y su talento para las artes marciales. Lo ha demostrado a lo largo de su trayectoria (la mayoría a cargo del propio Díaz Espinoza) y para cualquier amante de las luchas callejeras resulta un deleite verlo en acción, sin embargo, su capacidad histriónica llega al punto más bajo en “Redentor”. Si bien su personaje de héroe justiciero que vivió también del otro lado de la línea, debe cargar con todo el peso dramático de la cinta y su personalidad retraída en la búsqueda constante de purgar sus pecados es aceptable desde ese punto de vista, no nos invita en ningún momento a ponernos de su lado. Esto apoyado poderosamente por un guión sin pies ni cabeza, carente de ritmo y de verdaderas emociones. Redentor
Eva (Karen Gillan) era lo más importante en la turbulenta vida de su madre, Scarlet (Lena Headey). Pero sus enemigos obligaron a Scarlet a huir abandonándolo todo, incluida a su hija. Años más tarde, Eva se convierte en una asesina a sangre fría siguiendo los pasos de su madre. Después de perder el control en una misión, poniendo a una inocente niña de 8 años en peligro, Eva no tiene más remedio que enfrentarse sin escrúpulos a sus antiguos compinches. Y Scarlet y su banda no tienen más remedio que volver para intentar ayudarla. Cóctel explosivoCritica: Gunpowder Milkshake (2021) es una película de acción producida por Netflix, similar a la saga John Wick pero protagonizada por mujeres. Si bien no es original tampoco es aburrida. Dirigida por el israelí Navot Papushado. Con Karen Gillian, Lena Headey y Paul Giamatti.Por Nicolás BianchiEn el reciente estreno del servicio internacional de la plataforma de streaming Netflix se pueden encontrar retazos de otras películas de acción contemporáneas. La referencia más obvia es a John Wick, de donde Gunpowder Milkshake toma tanto la estructura como el estilo estético y visual. Los personajes de los villanos, a su vez, lucen extraídos de un film de Guy Ritchie, mientras el equipo secundario que respalda a la protagonista se asimila al concepto de The Expendables, pero con actrices en vez de actores.Sam (Karen Gillian, Nebula en Avengers) trabaja para un sindicato criminal llamado ‘The Firm’. Se encarga de los trabajos sucios, las cobranzas difíciles y los asesinatos a pedido. Su madre Scarlet (Lena Headey, Cersei en Game of Thrones) ocupaba el mismo rol pero está fuera de escena desde hace quince años, cuando tuvo que desaparecer luego de un encargo que se complicó. El portavoz de la empresa criminal, estrictamente conducida por hombres que rondan los 60 años y visten de traje, es Nathan (Paul Giamatti). Cóctel explosivoComo sucedió con su madre, en algún momento un trabajo de Sam se desvía de su cauce original, lo que la pone en la mira del grupo mafioso comandado por McAlester (Ralph Ineson, de The Witch y Game of Thrones) y también la enfrenta a sus empleadores. Gunpowder Milkshake es otra película más de uno, una en este caso, contra todos. Sam cuenta con el apoyo de los personajes que encarnan Carla Gugino, Michelle Yeoh y Angela Bassett, que le dan al film cierto aire de nostalgia por la década de los 90.Las similitudes con el mundo de John Wick bordean la copia, ya que se trata de películas muy recientes, que no solo presentan la misma premisa sino un estilo muy similar. También hay aquí una escena en una biblioteca y una cafetería, espacios que supuestamente tienen reglas para evitar que allí los criminales destrocen todo a tiros. El uso de la música se destaca en Gunpowder Milkshake, con una banda original que se repite e hila la acción, además de la inclusión de un puñado de hits, con Janis Joplin y The Animals entre ellos. Cóctel explosivoEl film también presenta un muy subrayado intertexto feminista. La coalición intergeneracional de mujeres, en la que hay jóvenes de todas las edades, enfrenta a hombres rudos y torpes. Incluso el rústico McAlester, en una línea de diálogo algo fallida, se anuncia como feminista en tono de provocación para con la protagonista. Las palabras no eran necesarias ya que las imágenes habían dejado todo más que claro.A pesar de su falta de su completa falta de originalidad, Gunpowder Milkshake cumple con la misión de proporcionar entretenimiento durante poco menos de dos horas. El desenlace, y en definitiva todo el relato, se orientan a dar inicio a una nueva franquicia. O al menos esa parece ser la intención. Las películas exitosas suelen tener secuelas, a pesar de que no dejen abierto el juego desde el argumento. Es difícil que con tan pocas ideas nuevas ese sea el caso. Cóctel explosivo
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